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Estábamos camino a dar mi declaración en la comisaría, Ezequiel había aceptado acompañarme, aunque el estaba más nervioso que yo.

-¿Segura que querés ir? Vas a tener que verle la cara a la mujer que te hizo esto -dijo señalando mi hombro -, además... no quiero que te vuelva a lastimar...

-Tranquilo, no va a pasar nada, solo voy a dar mi declaración y nos vamos a largar de ese horrible lugar. No entres en pánico, mira que nose hacer RCP -bromeo logrando que diera unas carcajadas.

El viaje fue tranquilo, llegué a la comisaría y me tomaron la declaración, conté todo con lujo de detalle, sin perderme ni un solo detalle. Estos me dijeron que habían atrapado a los hombres y a ella, y también dijo que hicieron un pésimo trabajo, ya que ni siquiera se habían cubierto el rostro.

-Bien, nos vamos. -afirmo Ezequiel.

-Señorita... necesitamos un último favor. -dijo el que creo que era el comisario. Ezequiel y yo lo miramos en señal de que hablara - Bueno... verá... la psicópata que la intento matar no quiere hablar, así que deducimos que usted sería perfecta para sacarle información.

-¿Deducen? -pregunte indignada.

-Le prometo que no le va a pasar nada, nosotros vamos a estar viendo todo desde una cámara oculta, si ella intenta atacarla o algo parecido, habrá un guardia, así que eso no pasará; además puede que usted le saque más información que nosotros, solo debe de hacerle preguntas con respecto a lo que hizo, eso es todo.

-De acuerdo -Ezequiel me miró con desaprobación-, pero el entra conmigo. -señale a Eze

...

-¿Como pudiste hacerme esto? -pregunte lo más pacífica posible, mientras señalaba mi hombro.

-Te lo merecías, nadie se roba a mi chico. -miro a Ezequiel. ¡DIOS... ESTA LOCA!

-¿Que te llevo a idear un plan tan... tan... estupido? -pregunto Ezequiel.

-¡Esta zorra! Ella tiene la culpa de todo, sino fuese por ella, tu todavía te estarías muriendo por mi, pero en lugar de eso preferiste a esta. ¡TU! ¡ESO FUE LO QUE ME LLEVO A IDEARLO! -comenzo a llorar y a gritar como niña pequeña.

-¿Me estas diciendo que casi matas a una persona por mi? De verdad estás loca. -yo me encontraba en shock, no podía decir nada, estaba paralizada.

-Lo haría de nuevo si fuera necesario, no me arrepiento de nada, además...¿De donde crees que saque mis fuerzas para hacerlo? De aquí mi niño -señalo su pecho, supongo que quería señalar su corazón, aunque el corazón se encontraba del lado apuesto al que ella apuntó.

-Ya fue suficiente. -interrumpio el hombre que me tomo la declaración- Llevenla a que le hagan unos estudios psicológicos, mientras esperamos los resultados la quiero tras las rejas. -escuchar eso de alguna manera me saco de mi shock.

...

Ya habíamos vuelto a casa, estaba exhausta, lo peor sería que ahora que mi madre se fue debo convivir con adolescentes de hormonas revolucinadas...

Estas celosa porque a ti nadie te quiere...

¡Claro que no es por eso!

Admítelo, mueres de ganas de que alguien que te quiera.

Callate, o sino...

¿O sino que? ¿Me vas a golpear? Recuerda que no tengo un cuerpo físico, y que soy parte de ti.

¡Basta ya!

Después de una pelea a muerte con mi conciencia, me puse a ver una película, también llamé a Agustín para que me contara que tal le había ido en su cita, y al parecer le había ido de maravilla. Me alegra que las cosas vuelvan a ser como antes, aunque faltaban Martín y Martina, pero bueno, ellos también tenían una vida, de echo todos la teníamos, así que no podíamos estar todo el tiempo pendientes, así que no lo se, creo que lo mejor es dejar las cosas como están, aunque sienta un vacío en mi interior, siento que es por otra cosa, pero aún no se de que se trata.
Mientras pienso como idiota, me doy cuenta de que golpean la puerta.

-Pero capaz que ese vacío sea por hambre, voy a buscar algo para comer. -murmuro mientras camino de un lado a otro, decido ir a la cocina, pero cuando salgo choco contra un pecho haciendo que me caiga. -Ay, oye... ten cuidado, casi me quedo sin trasero por la caída. -mi mirada viaja por los rasgos de la cara de ese chico, por un momento sentí como ese vacío se llenaba.

-Traje comida, vamos a comer y a ver un maratón de películas de "Buscando a Nemo" -dijo Ezequiel animadamente.

-¡SI! -grite como niña pequeña- Espera, tengo algo. -saque un cajón lleno de dulces, eso era para cuando estaba deprimida, pero esta era una ocacion especial.

-¿Que clase de persona se guarda dulces en un cajón debajo de su cama?

-Ay... ¿No es obvio? Las personas como yo.

Comenzamos a ver las películas, entre risas, llantos (si, los dos lloramos) y alguna que otra guerra de comida, nos quedamos dormidos en mi cama, yo apoyando mi cabeza en su pecho y el oliendo mi cabello. No quería despertar más...

El intruso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora