#35

37 5 0
                                    

¿Por que me tiene que pasar esto a mi?

Ah, claro, ignorarme.

Pudrete.

En un rápido movimiento empuje al que me estaba besando, a los otros nos les hice nada, en ese momento comencé a correr como loca, hasta chocar nuevamente con un pecho, pero esta vez era de la única persona que no quería ver.

-¿Donde estabas? ¿Que te paso? ¿Por que corrias como loca? -temino de interrogarme y los viejos asquerosos ya me habían alcanzado- Ah... ya veo porque corrias así. -lo primero que hizo fue empezar a golpearlos, los dejo a todos tirados y me agarró del brazo.

-Sueltame! ¡Ve con tu zorra! -uy, se me escapó.

-¿Mi... zorra? Ah... te referís a lo que viste en el parque... en casa te explico -lo miré con mala cara y subi al auto.

No me digan nada, no tenía otra opción, estaba más perdida que Alicia en el país de las maravillas.
Buen ejemplo.
Hasta que apareces! Contigo voy a hablar luego. Yegua traidora.
No te fijes en pequeñeces...

-Ya llegamos, explícame. -exigi

-Pues verás... Camila tuvo la excelente idea de hacer que te pusieras celosa. -dijo. Paso seguido me metí en la habitación de C

-¡TRAIDORA! ¡TE MATARE Y ENTERRARE TU CADAVER PARA QUE NADIE PUEDA ENCONTRARTE! -aveces soy un poco... ¿Como decirlo? ¿Loca?

-Ay... ¿Que te hice? -pregunta una vez que le solté su cabello, más bien me separaron.

-¿¡Todavía preguntas!? El otro día te dije que Ezequiel se quedó dormido en mi habitación, en mi cama, y yo me quedé dormida en su pecho. ¿Como te atreves a hacer una broma de esa magnitud? -estaba tan enojada que no me di cuenta que gritaba como una transtornada.

-Asi que le contaste eso... -miro hacia atrás y ahí estaba Ezequiel.

-Pudranse.

Salí de la habitación para encerrarme en la mía, del otro lado de la puerta se escuchaban murmullos como:

《Eres un idiota》
《Pero le pagaste a este idiota para que te dejara sola con Ramiro.》
《¿Quien te enseñó a guardar secretos?》
《Aprendi solo, ¿por que?》
《Porque apesta》

Y así...

Revise mi celular y vi que tenía un mensaje de un número desconocido.

11— : Hola, soy la mamá de Defne, el sábado voy a salir. Yo iba a contratar una niñera, pero Defne quiere que vengas tu. Solo serán ustedes dos, mi hijo saldrá. ¿Que dices? ¿Aceptas ser la niñera de Defne? Te pagaré.

Yo: Hola señora, no hay problema, la voy a cuidar, no es necesario que me pague. La veo el sábado.

Mamá de Defne: Insisto con la paga. Nos vemos.

Que bueno... solo faltaban dos días, eso sería genial, ganaría dinero y disfrutaría de la compañía de la niña que me cae bien.

El intruso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora