DECISIONES. -terminada-

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Tn.

Doy vueltas sobre mi asiento esperando a que algún cliente aparezca a retirar los vestidos que me tomaron horas de hacer, algunos llegan a querer uno de la vidriera y otros a que sea su diseñadora a medida. El día estaba algo nublado y hacia algo de frío pero eso no le impide a la gente circular por la calle, me meto unos segundos al taller para buscar mi teléfono pero al sentir las campanas sobre la puerta sonar, vuelvo a mi lugar.
Tn: buenos días -levanto mi mirada- ¿que haces aquí?
Christopher: me dijeron por ahí que hay nuevos vestidos, quería pasar a ver que tal estaban -se apoya sobre el mostrador-
Tn: bueno, es un local para damas pero podría atenderlo en unos minutos señor -miro hacia atrás y le sonrio a la clienta que entraba- buenos días señorita, ¿puedo ayudarla? -salgo de detrás del mostrador y paso por delante de el-
Pasaron algunos minutos hasta que la mujer pudo decidirse entre todos los vestidos que había en el lugar, y la entiendo, si yo fuera ella querría todos. Miro mi reloj de muñeca y me alivió al ver que ya puedo cerrar hasta la tarde volver a abrir.
Christopher: ¿quieres almorzar conmigo? -sale del taller-
Tn: ¿qué haces ahí dentro? Sabes que no puedes entrar, porque vas a ensuciar las telas.
Christopher: siempre dices lo mismo y nunca ensucio nada -se acerca a mi a paso ligero- ¿aceptas?
Tn: antes de que hagas algo, cierra la puerta con llave y baja las cortinas.
Christopher: ese no es mi trabajo.
Tn: es para que aprendas, no vas a ser administrador toda la vida -le doy el paso y me meto en el taller- ¿mucho trabajo hoy? -hablo alto para que pueda oír desde el otro lado- estas mujeres cada vez vienen más exigentes con lo que quieren.
Christopher: sabias que no iba a ser un trabajo fácil -entra al taller y se sienta frente a mi- todos te lo dijimos antes de que te metas en la carrera.
Tn: lo se, pero solo lo digo porque se que puedo lidiar con ellas -sonrio al igual que el- siempre se van más felices de lo que llegan.