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Christopher.

A lo lejos veo como Tn charla con el pequeño niño, sonríe pero aún así se encuentra triste, nunca fue demostrativa y por más que le cuesta, hoy no hará la excepción. Quien parece ser la mamá de Mateo se acerca a ellos con una sonrisa en el rostro, el pequeño se lanza el los brazos de la morena y Tn se levanta del asiento para luego ensamblar una rápido conversación con la mujer de unos treinta y pico de años, parecen intercambiar números y luego cada quien se va por su lado, me levanto de mi asiento y camino detrás de Tn hasta llegar a su lado.
Christopher: pensé que Mateo era un hombre de nuestra edad -hablo llamando su atención-
Tn: solo tiene doce años y enfrentó problemas más grandes que el de cualquiera -frena y levanta su mano en señal de parar un taxi- te hubieras tomado el tiempo de oírlo hablar, con tanta sabiduría pero con la niñez intacta, es un niño hermoso.
Christopher: ¿y porque me lo dices con tanta paz? ¿acaso no te duele en lo absoluto lo que sucedió?
Tn: ¿porque le sigues diciendo "lo que sucedido"? -me mira- ¿acaso le dirás a un aborto espontáneo "lo que sucedio" para siempre?
Christopher: ¿por qué tienes que ser tan insensible? Acabamos de perder a nuestro bebé Tn.
Tn: ni siquiera sabíamos que estaba embarazada, solo fue un momento de puta mierda y ya -frena el taxista- acabemos con esto y dejemos que solamente sea un recuerdo asqueroso para ambos -mete su maleta en el baúl del carro- nos vemos en alguna cena familiar -entra en el carro y luego se marcha dejándome parado en la entrada del aeropuerto-
Me mantengo firme para no llorar en medio de la gente, esta situación puede llegar a consumirme tan rápido pero me abstengo a eso y pido un taxi para poder irme a mi casa de una buena vez.

DECISIONES. -terminada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora