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Thalia: conozco a mi hija y se que no haría nada en contra tuyo, solo piensa que aún te ama y puedo confirmarlo -rie y se separa de mi- ve llevando esto a la mesa, y deja de pensar en cosas malas, hoy es noche buena y quiero que estés contento.
Christopher: solo si me dicen que es mi regalo -ambas entrecierran sus ojos y niegan con la cabeza-
Me rehusó a insistir y llevo las fuentes de ensaladas a la mesa, acomodó los cubiertos necesarios y veo como Thalia se acerca rápido hacia la puerta de la cocina cuando el timbre suena.
Thalia: ¿puedes abrir Chris? Tengo las manos sucias.
Christopher: yo abro -camino hacia la puerta y abro rápido ante la insistencia del timbre sonar varias veces- ¿podrían calmarse?
Fernanda: ¿podrías mover tu trasero de anciano más rápido? -besa mi mejilla y entra a la casa-
Mauricio: esta enojada porque no pude llevarla a la peluquería y tuvo que ir sola -golpea su puño con el mio- feliz noche buena -sonrie y se adentra-
Sebastián: cada vez más guapo Velez -besa mi mejilla- no cierres que aún falta alguien -asiento y entra a la casa gritando como si fuera una fiesta de reggaetón-
Me quedo esperando a que ese "alguien" se acerqué a la casa para entrar, no esperábamos más visitas pero nada me hace suponer otra cosa que amigos de mis amigos.
Siento el fuerte golpe de la puerta del carro blanco cerrarse y me pongo firme para ver quién era, mi cuerpo tiembla una vez más y desde lejos cualquiera podía notar el nerviosismo que tenía en ese momento, en su hombro cargaba su bolso y en el otro lo que seria una pañalera de bebé, la carriola frente a ella y aquel pequeño humano en sus cortos brazos.
Christopher: déjame te ayudo -me acerco rapido y tomo las cosas en mis manos-
Tn: gracias, no sabes lo que pesa ese bolso -suena su cuello y me mira-

DECISIONES. -terminada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora