DECISIONES. -terminada-

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Charlamos y reímos durante un largo rato con respecto a Clay, que para ser un pequeño bebé de tres semanas, tiene más trayectoria y recuerdos divertidos que sus papás en veinticinco años. Dejo a Clay dormido a un lado de nosotros y voy por las tazas de cafés que había preparado hace unos minutos y me siento junto a Christopher para comenzar a reproducir el video del parto de el bebé.
Christopher: ¿porque cesárea? -me mira-
Tn: era un embarazo de alto riesgo, el pequeño se quería quedar dentro de el vientre de mamá -miro a Clay- no dilataba lo suficiente y Clay estaba del lado incorrecto, su cordón se había enredado al rededor de su cuello, pero fue agradable saber que no tuve que pujar por mucho tiempo como la que estaba en la sala de al lado -rio- ahora sigue viendo, esta parte es mi favorita -sonrio y posó mi vista al frente-
Y es ahí como en el primer momento el primer llanto de Clay me conmueve como las otras mil veces que mi el video de su nacimiento. Sus manitos tibias se pegan con fuerza a mi rostro y mis labios no paran de besar su mejilla colorada, seco mis lágrimas con la manga de mi blusa y al ver ese asqueroso acto Christopher me entrega un paquete de pañuelos descartables.
Tn: gracias -murmuro entre lágrimas- jamás podré superar este momento, ¿viste como me sujetó cuando lo acercaron a mi? -asiente sonriente-
Christopher: eres una mamá excelente Tn, enserio estoy orgulloso de la mujer en la que te convertiste por Clay.
Tn: oh dios mío, te extrañé tanto Christopher Velez -lloro con desconsuelo- extrañé tanto a mi mejor amigo, a aquella amistad que no era capaz de separarse por nada y no puedo creer que una persona tan importante, allá hecho esto -vuelvo a limpiar mis ojos-
Christopher: creo que eso se llama depresión post parto -rie y se acerca a mi para envolver mi cuerpo en sus brazos-