DECISIONES. -terminada-

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Christopher: tus ideas a veces pueden llegar a ser mis favoritas -envuelve sus manos en mi cintura-
Tn: lo se, soy demasiado genial -sonrio sobre sus labios y luego termino los milímetros de distancia y lo beso-
Christopher: tienes que decirme que me valla -habla y vuelve a besarme- no podré hacerlo si no.
Tn: no quiero que te vallas, pero tengo trabajo que hacer -me separo- tienes que irte.
Christopher: esta bien -bufo- no hagas locuras -vuelve a besarme y luego se separa de mi-
Lo veo agarrar sus cosas y marcharse por la puerta de servicio, suspiro para poder reponer la compostura y me decido al fin por abrir el local. Las mujeres mayores y adolescentes entran como una avalancha de animales a punto de atacar y no me dejan descansar los pies ni por dos segundos. El día se volvió eterno literalmente pero al fin acaba, tomo mis cosas y luego de cerrar camino hacia mi auto. En el transcurso a casa pienso en lo extraño que se volvió todo desde mi cumpleaños y me sorprendo porque jamás pensé que algo así me pasara a mi, siempre leí en libros o miré novelas en donde dos mejores amigos de enamoraban, no digo que yo lo esté pero siempre me pareció algo tan ridículo que nunca me imaginé vivirlo en carne propia. Mamá regaba las flores en el jardín de adelante cuando llegó a casa, estacionó mi auto sobre el garaje y bajo.
Thalia: ¿qué tal tu día cielo? -se acerca a mi-
Tn: hoy las clientas estaban totalmente locas, hubo más adolescentes y es genial, hace mucho no veía caras jóvenes en el local. Fue un lindo día, no puedo quejarme en lo absoluto -sonrio-
Thalia: me alegro mucho que estés bien -besa mi mejilla- te deje un sándwich en la nevera, Christopher paso esta tarde y te dejo algo también, esta sobre tu cama.
Tn: esta bien, gracias mamá -entro a la casa y lo primero que hago es subir las escaleras hacia la habitación-