La supervisora (Parte 1)

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Paseábamos por los pasillos de la academia hasta que llegamos a nuestro antiguo salón del club, teníamos que volver a limpiarlo y organizarlo para este nuevo año. Ya habíamos cumplido con nuestra tarea de mostrarle la mayor parte de la escuela a Lena... Bueno, si "el recorrido y la explicación" que Cal le decía a Lena se podía considerar como tal.

—Y bueno... —decía Cal desganado—. Este, eh, es el salón del club. Esta parte es el exterior. El interior está adentro, hay una puerta aquí para poder entrar. Aunque de momento no hay básicamente nada, solo 4 paredes algunas ventanas que igual dan al exterior, son más pequeñas que la puerta pero igual puedes usarlas para entrar.

Pero qué idiota sonaba Cal, al menos podía ser menos obvio el no querer mostrarle nada a Lena, que tampoco se quedaba atrás, parecía tener una cara de aburrimiento. Sin embargo Cal seguía.

—Tenemos un cartel que vamos a colgar en la puerta, básicamente es el nombre del club. Sirve para que cualquiera sepa de qué es el salón, dice "Club de Biología"... —Cal se aclaró la garganta—. Y bueno, eso cubre la mayoría de lo que hay en la escuela y sobre el club así que ya está.

—Bien —respondió Lena.

—Si tienes alguna otra duda pregúntasela a Aby —dijo Cal.

Aby al escuchar su nombre se acercó y abrazó a Lena quien se sonrojó de inmediato.

—¡Déjamelo todo a mí! —dijo Aby con emoción—. Soy la secretaría del grupo así que lo conozco mejor que cualquiera. Si quieres saber algo de nosotros también te puedo responder. Por ejemplo Leyi dice que no le importan los comentarios negativos que le hacemos pero cada que se encierra en el baño de su habitación golpea el espejo mientras llora.

Todos volteamos a ver a Leyi quien solamente se sonrojó y se tapó el rostro.

—¡No me miren! ¡Es mentira! —decía él.

Aby seguía sin soltar a Lena y de hecho se pegaba cada más a ella.

—¡Estás muy cerca! —dijo la ocelote.

Lena rasguñó su traje y el agua comenzó a salpicar a todos. Aby se tiró al suelo mientras trataba de tapar los orificios de su traje.

—¡En fin! —llamé la atención de todos—. Miki dijo que necesitábamos a un sensei que nos supervise, ¿Alguno tiene una idea de qué Sensei podría ser?

Todos los furros negaron con la cabeza y no podía culparlos, no éramos de la clase de estudiantes que conviviera con sus profesores. Así que esa tarea sería un verdadero reto. Y así fue como pasamos varios días buscando algún sensei que quisiera, o más bien que estuviera disponible para ser nuestro supervisor.

—Guwano-sensei, justo a quien queríamos ver —dije mientras entrabamos.

Estábamos en la enfermería, Guwano-sensei se encontraba ahí, atendiendo a unos cuantos estudiantes.

—García-kun —saludó él— No me digan que Xoch-kun volvió a perder alguna extremidad.

Guwano-sensei debía estar cansado de que fuéramos con regularidad cada vez que Aby tenía un accidente.

—N-no, claro que no —respondí nervioso y con una ligera risa—. No siempre se trata de eso.

Volteé rápidamente e hice una seña para que todos salieran. Era verdad que a Aby le volvía a faltar un brazo, y eso fue porque nuestro plan consistía en arrancárselo para poder tener una excusa para estar en la enfermería y entonces trataríamos de convencerlo para que fuera nuestro supervisor.

—¿Entonces qué deseas? —preguntó mientras terminaba de lavarse las manos.

—Ya sabe... Pasar por aquí sin ningún motivo aparente. Ahem —me aclaré la garganta—. Veo que está ocupado.

¡Atrapado en una Escuela Furra 2.0! (Murenase Seton Gakuen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora