¡Atrapado en una Escuela Furra 2.0! (Murenase Seton Gakuen)

Pesos pesados

 —Mike, espero que tengas alguna idea para salir de esta situación —me dijo Cal.

—Ah chinga, ¿Por qué yo? —pregunté.

—Seamos honestos, de los tres aquí tú eres el listo —respondió Cal—. Se supone que los seres humanos son las criaturas más listas del mundo, ¿No?

—Bueno, viendo que estamos atrapados. No me consideraría listo.

—¡Como sea! Sólo piensa en un plan. Estas ramas dañarán mi uniforme —dijo Leyi.

—¿En serio? ¿De todas las cosas te preocupa tu uniforme?

—Pues claro. Este tipo de tela no se usa todos los días.

Leyi ya empezaba con sus cosas metrosexuales otra vez. Pero bueno estábamos trepados en un árbol y abajo nos esperaban los elefantes machos para golpearnos. Todo empezó después de clases... Como siempre.

*Flashback*

—Me aburro.

—No eres el único.

Cal estaba recostado en el piso y Leyi solo lanzaba una pelota contra la pared. Sólo estábamos nosotros tres. Romina y Aby dijeron que tenían cosas que hacer, dejé de escucharlas cuando dijeron "Cosas de chicas". Y nuestro día de machos no estaba resultando como lo esperábamos. De pronto empezamos a sentir una vibración en el suelo parecía un pequeño terremoto.

—¿Qué es eso? —pregunté.

—Meh, son solo esos tontos elefantes corriendo otra vez. Sus pisadas hacen temblar el piso de vez en cuando.

—Sí que están gordos —dijo Leyi—. Deberían seguir una dieta asombrosa como la que estoy empezando.

Los elefantes pueden llegar a pesar entre 6 y 7 toneladas. Y pueden consumir aproximadamente 220 kilos de comida al día.

—¿Te refieres a esa baja en proteínas y alta en grasas en la que no bebes más que grasa de tocino? —preguntó Cal.

—Nah, eso fue solo una moda pasajera.

—¿Cuál es la nueva? —pregunté.

—Sólo como alimentos que inicien con una letra en específico. Por ejemplo hoy toca la letra H.

—Suena difícil, ¿qué desayunaste entonces?

—Huevos y Hamburguesas. Y para comer tendré Habichuelas... Y Hamburguesas.

—¡Carajo! —exclamé— He tenido esa dieta por años ¡No sabía que era tan saludable! Soy tan sano que incluso me ahorro el colesterol no comiendo los huevos... Y no sé que coño son las habichuelas.

—Dejemos de hablar de comida, me entrará hambre —dijo Cal mientras su estómago gruñía—. Pero hablando de elefantes... tengo una idea para desaburrirnos ¿Quieren hacer algunas bromas?

Leyi y yo lo miramos. No sonaba a la mejor idea, pero no teníamos nada mejor que hacer. Así que accedimos. Salimos del club y seguimos a los elefantes quienes estaban embarrándose, usualmente lo hacen para refrescarse.

—Es nuestra oportunidad —susurró Cal— rápido Mike, ¿qué podemos hacer?

—Leí que odian lastimarse las patas, con cualquier cosa.

—Eso es. Leyi vamos.

Ambos perros se fueron corriendo y regresaron a los pocos minutos con diminutas pelotas las cuales esparcieron alrededor del campo de lodo. Cuando los elefantes se iban a salir notaron las bolas y empezaron a gritar.