Una confesión de esta Teporingo

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Estaba caminando por los pasillos de la Academia cuando una voz femenina detrás de mí llamó a Mike, quien estaba caminando junto a mí.

—¡Mike-kun!

—¿Hitomi?

Hitomi venía corriendo a nuestra dirección y recobró el aliento cuando por fin nos tuvo enfrente.

—¡Ne-necesito tu ayuda! —pidió ella—. Como sabrás, en dos días será San Valentín y quisiera... darle chocolate a Jin-kun, pero no sé cómo encontrar el momento adecuado para prepararlos ya que él siempre está en el club.

—¿San Valentin? —preguntó Lena— ¿Qué es eso?

—Ya sabes, es una costumbre humana en el que ese día le regalas a tus amigos y a aquella persona que te gusta algún chocolate, obviamente el mejor chocolate es para tu verdadero amor. Pero se me había olvidado que aquí las chicas son las que regalan el chocolate —contestó Mike.

—¿Estás diciendo que en México es diferente? —preguntó Hitomi curiosa.

—Sí, ya sabes. Usualmente el chico es quien regala chocolates, flores y un peluche extremadamente grande, con un cartel que dice "¿Quieres ser mi novia?" Frente a varios desconocidos para que la chica sucumba a la presión social del momento y acepte.

—¿Y eso funciona? —pregunté. Realmente la lógica de eso era algo tonta.

—¡Claro que no! —dijo—. La chica rechaza al wey quien queda como un estúpido delante de todos por hacer esas mamadas que solamente dan pena ajena. Si quieres declararte a alguien es mejor que lo hagas en privado y sabiendo que la otra persona tiene sentimientos por ti, o si al menos te rechaza solamente quedará entre las dos personas.

—¡E-el punto es que me gustaría darle uno a Jin-kun! —dijo Hitomi.

—Bien, pensaré en algo —respondió.

Todos nosotros, bueno menos los chicos, quisimos participar en el "Día de San Valentín" y los rumores se fueron esparciendo por toda la Academia. Antes de que me diera cuenta todos los animales estaban pidiendo ayuda al club de cocina para preparar "chocolates" que más bien eran varias cosas menos chocolate que era tóxico para varias especies así que usaron un reemplazo por la comida favorita de cada especie.

—¿Es así como se supone que pasaría en un anime escolar? —le pregunté a Aby.

—¡Así es como pasa! —dijo ella emocionada—, es por eso que te ayudaré Romi, es tu oportunidad Mike anda disponible. ¡Mike!

Aby le gritó, pensé que iba a ser una tontería que me hiciera quedar en ridículo pero no.

—Mike, para dejarnos preparar todo tienes que llevarte a Jin lejos, contamos contigo.

Aby levantó el pulgar y Mike hizo lo mismo, lo seguimos momentáneamente hasta la entrada del club de cocina.

—¡Jin! —le dijo Mike.

—¿Mike-san? —preguntó Jin— ¿Qué necesitas?

Mike se acercó a él con mirada seria y puso las manos sobre el puño de Jin.

—Sé que realmente no hablamos mucho —le dijo Mike—. Pero sé que tampoco consideras amigos a otros furros machos. Es por eso que sé que has de estar frustrado al estar todo rodeado de estas chicas todo el día... A veces necesitamos un amigo con quien hablar.

¡¿Qué carajo estaba pasando frente a mis ojos?!

—Jin-senpai —habló Chii— ¿Por qué estás llorando?

—¡Bueno, es la primera vez que alguien me dice eso! —habló con voz entrecortada—­. Mike-san realmente me entiende.

Mike lo abrazó y le dio un par de palmadas después.

¡Atrapado en una Escuela Furra 2.0! (Murenase Seton Gakuen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora