¡Atrapado en una Escuela Furra 2.0! (Murenase Seton Gakuen)

El festival (parte 1)

Por fin había llegado el momento del festival. Tenía que admitir que a escuela parecía estar con una moral muy alta, todos estaban emocionados y las distintas especies tenían diferentes puestos con diferentes actividades.

Los dos hermanos jirafas estaban vendiendo un manga yaoi, como era de esperarse. Y por lo visto estaba resultando bastante popular.

—¿De qué creen que se trate la trama? —pregunté.

—¿Amor? —dijo Romina.

—¿Sexo? —dijeron los dos perros

—¡Amor y sexo! —dijo Aby.

A un lado estaban los murciélagos que estaban dando muestras de sangre. Ellos sí no tenían nada de gente, quizá por que ellos son de los pocos mamíferos hematófagos que hay en la escuela.

Aby se había quitado su casco y comprado una muestra, era como un jugo para niños con sangre.

—Sabe a hierro —dijo Aby mientras lo saboreaba—, no me gustó.

Y aun así lo siguió bebiendo todo el camino.

Los leones estaban jugando a golpea el topo. Y algunos armadillos estaban dando un espectáculo. Mientras seguíamos caminando había un par de hembras de lobo queriendo invitar a salir a Cal, pero este solo las rechazaban.

Desde que pasó lo del celo Cal se había vuelto un poco más popular entre las hebras, pero como era de esperar y por sus instintos no sabía cómo tratar a las hembras.

—Vamos amigo, no les puedes decir que no —le dijo Leyi.

Cal por primera vez se veía un poco tímido, para aparentarlo solo desvió la mirada con "desdén", pero Leyi lo tomó del brazo y caminó con él hasta las hembras.

—¡Que me sueltes! forcejeaba Cal.

—¿Ey, qué les parece una cita cuádruple? —dijo Leyi.

—¡Otra vez! —gritaba Cal— ¡Digas lo que digas, haces que suene mal! ¡Te refieres a que cada uno irá con una hembra! Basta con que decir que las acompañaremos.

—Desde luego —dijo él— ¡Oh mira el puesto de los chimpancés! Hay que probar sus bananas.

—Ok, ¿Lo ves? —continuó Cal—, lo volviste a hacer, dices una cosa y terminas añadiendo algo innecesario que hace que suene mal ¿Podrías no hacerlo?

Los cuatro furros se alejaron entre risas, y gritos quedando solamente Aby, Romina y yo.

—¿Bien chicas, qué quieren hacer? —les pregunté.

Ellas estaban indecisas, Aby solo quería comer y ver literalmente todos los puestos de la academia, mientras que Romina parecía que tenía otros planes. Al poco rato sentí que alguien me tomaba del hombro.

—¡Cariño! —dijo ella.

Se trataba de Miki.

—Hola, cariño —le respondí forzando la última palabra.

—Qué coincidencia encontrarte aquí —dijo ella feliz.

—Teniendo en cuenta que toda la escuela está aquí, eres la presidenta del consejo estudiantil, y que tus ratas estuvieron espiándome todo este rato no lo llamaría coincidencia.

—Son solo pequeños detalles —dijo ella—. No te fijes en eso.

—Hola presidenta —dijo Romina con cierta hostilidad.

—Diaz-chan —la saludó Miki—, no esperaba encontrarte aquí. Tan cerca de mi cariño, dime ¿No tienes **** que comer?

—¿Y tú no tienes ratas que orinar?