Donde Bryce está enamorado de la hermana menor de Tayler, pero no pueden estar juntos, porque él es un desastre y ella es menor y demasiado vulnerable para alguien como Bryce Hall.
"No creo que pueda deshacerme de ti, te necesito más de lo que me gu...
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Agosto, 2018, Texas.
Charlotte
Abrazo mi cuerpo casi temblando del frío, no tenía idea de donde se había ido Tayler o porque siquiera me dejó en una fiesta, sola, con tantos desconocidos.
La fuerte música se escuchaba hasta la calle, ya eran cerca de las una de la mañana y solo tenía ganas de llegar a casa, meterme a la cama y ver películas, no quería estar en esta fiesta, pero digamos que Tay me utiliza para poder ligar con chicas, esta no era su excepción.
Un escalofrío recorre mi espalda en cuanto observo un auto detenerse a mi lado, miro a otro lado tratando de parecer lo más seria posible, aunque era difícil hacerme la ruda en estas circunstancias.
-Disculpa, ¿estás bien? -pregunta una voz masculina a mi lado y me volteo casi muriendo del susto, pidiendo internamente que no sea un asesino o algo así.- no parece hora para que alguien como tú ande por las calles.
-Estoy bien. -asiento con la cabeza mirándolo dentro del vehículo, él me miraba curioso, como si me conociera de algo.- estoy esperando a mi hermano.
-No creo que pase por ti a esta hora, ¿cómo se llama? quizá lo conozco y te puedo ayudar. -propone bajándose del auto y poniéndose en frente mío, obviamente a este punto ya estaba más que intimidada por él. Podía verlo mucho mejor que desde el interior del vehículo, tenía su cabello rizado castaño con las puntas ligeramente más claras, los ojos café y un pendiente colgaba de su oreja.
-Tayler. -digo nerviosa pero sin desviar mi mirada de él.
-¿Holder? -frunce el ceño y yo asentí con la cabeza.- ¿eres su hermana? -dice algo sorprendido.
-Sí, hace más de una hora que se fue, no tengo idea de donde está, ni siquiera puedo llamarlo y sinceramente no me atrevo a meterme a esta casa a pedir que alguien lo llame, están todos borrachos y drogados. -acaricio mi brazo tratando de darme algo de calor.
-Bien, espérame aquí, iré a buscar mi chaqueta y vuelvo por ti. -avisa poniendo su mano en mi hombro por unos segundos para después entrar rápidamente a la casa.
-Genial. -murmuro y me apoyo en el auto a esperar, ni siquiera tenía idea de como se llamaba, pero no quería esperar horas para que alguien me fuera a buscar, él era mi única opción.
Luego de unos cortos minutos, sale de aquella casa rápido, sujetando una chaqueta negra en sus manos. Se acerca hasta mi con una sonrisa amable.
-Puedo ir a dejarte a casa.
-¿Cómo sabes donde vivo? -frunzo el ceño algo desconfiada.
-Eres hermana de mi mejor amigo, no es tan difícil saber donde vives. -ríe y pasa la mano por su cabello, desordenándolo un poco.
-Ni siquiera me has dicho tu nombre. -le recuerdo antes de subirme al auto.-
-Bryce Hall. -responde y rodea el auto para subirse por el asiento del conductor.
Bryce Hall, había escuchado muchas veces a Tay hablando con un tal Bryce, aunque era raro no haberlo conocido nunca.
Abrí la puerta del auto y me acomodé en el asiento del acompañante, aún estaba algo nerviosa pero solo esperaba que él no lo notara.
-Ahora eres tú quien no me ha dicho su nombre. -dice encendiendo el auto, y me mira expectante.
-Charlotte. -respondo e involuntariamente mi cuerpo tembló del frío.
-¿Tienes frío? -asiento con la cabeza y el sin pensarlo dos veces toma su chaqueta y se inclina hacia mi lado para colocarme el cinturón de seguridad y acomodar la chaqueta sobre mi cuerpo con una extrema delicadeza.- Es un hermoso nombre. -dice mirándome fijamente y después se vuelve a acomodar en su asiento.
-Gracias, Bryce. -le sonrío y el comienza a manejar hasta casa, en serio se sabía la dirección.
-Una pregunta. -dice mientras conducía, lo miro como indicándole que lo había escuchado.- ¿Cuantos años tienes? está claro que debes ser menor que Tayler.
-Casi dieciséis. -digo e inmediatamente frunce el ceño desviando su mirada de la calle para mirarme, le sonrío con inocencia esperando que no se retractara de subirme a su auto.- perdón.
-No tienes de qué disculparte, solo me sorprende que tú hayas estado en esa fiesta, quiero decir, había droga, alcohol, ¿cómo Tayler pensó en llevarte? -me encojo de hombros.- además tampoco pareces de quince, ósea...casi dieciséis.
-Suelen decirlo. -reí ante su reacción.- quiero saber tu edad.
-Diecinueve. -responde girando en una de las calles.- recién cumplidos.
-Es raro que seas amigo de mi hermano pero jamás te haya visto.
-Lo mismo estaba pensando, Charlotte, ¿dónde has estado toda mi vida? -murmura y continúa manejando.
Juego con mis manos mientras Bryce manejaba, lo miraba y quería saber todo de él, pero no quería parecerle rara, quizá ni siquiera lo volvería a ver y solo me hablaba porque no podía dejarme en esa casa sabiendo que era hermana de Tayler, no lo sé.
-Bueno, llegamos, fue bonito conocerte, Holder.
-Gracias Bry. -digo bajándome del auto del auto.
El sonríe algo sorprendido por el repentino apodo que le había puesto y asiente con una sonrisa lamiendo sus labios sin quitar su vista de mí.
-También fue bonito conocerte. -le digo antes de caminar lejos de él y entrar a la casa, cierro la puerta detrás de mi y escucho el ruido del motor del auto alejarse cada vez más.
