[4] Comida gratis

1.7K 326 284
                                    

Cuando su despertador hizo eco por la habitación no pudo evitar el sonido de fastidio, detuvo el irritante sonido y abrió por completo sus ojos, levantándose y tocando el frío suelo.

Cuatro de la mañana, debía empezar a prepararse.

Mientras lo hacía no pudo evitar recordar lo molesto que estaba antes de irse a dormir, el día anterior había bajado la guardia con Choi SooBin.

¡Le había visto dormir! ¡Y había aceptado una cena con él!

Eso no era algo que él se podía permitir, ¡jamás!

Y estaba molesto con su lobo porque sabía que él era el mayor culpable. YeonJun se había quedado dormido, ¡pero su lobo le había aturdido para aceptar la salida con el alfa!.

Sabía que era una simple cena sin ningún motivo de segundas intenciones, solo era gastar un cupón y ya, algo que le salvaba era que SooBin era un alfa y no sería mal visto estar en la misma mesa, comiendo.

Los dos eran alfas, no les juzgarían a menos que se vieran unas segundas intenciones.

—Oh mierda, mierda...—empezó a entrar en una pequeña crisis en cuanto se dio cuenta de que el neutralizador en spray se había acabado, la semana pasada había mandado a Chaeryoung a comprar ocho latas de esas y no podía creer que se le habían acabado— ¿Qué mierda me pasa? —se preguntó reprendiéndose mentalmente por lo olvidadizo y descuidado que estaba siendo últimamente.

Se dedicó a vestirse con un traje gris y se peinó, aún refunfuñando agradeciendo a su lobo lo ausente que estaba. No quería un dolor de cabeza desde tan temprano.

Volvió al baño y, sin opción alguna, sacó el pequeño bote de pastillas que le ayudarían a neutralizar su olor.

¿Cuál fue su sorpresa?

Las malditas pastillas estaban vencidas.

Decían que los medicamentos funcionaban a pesar de estar caducados, pero YeonJun sabía por experiencia que con esas pastillas no funcionaba.

Entró en completa desesperación.

Eran las cinco de la mañana y se suponía que ya debía ir en camino a su trabajo, pero no, estaba sentado en el borde de su cama mirando el piso como si la solución de su problema la tuviera el mármol.

Le daba algo de pena ir a la habitación de la omega y despertarla para compartir su desesperación, Chaeryoung era parte del staff de un nuevo grupo en ascenso, muy pocas veces la omega podía descansar como era debido y hoy era una de esas veces.

No hay opción. Pensó tomando su teléfono para llamar a su mejor amigo.

¿Hyung? ¿Por qué me llama a esta hora? Casi delata mi robo de kimchile atendió Kang TaeHyun del otro lado.

—Tae, te necesito. Es una emergencia, no tengo supresores de olor, se acabaron los de spray y las pastillas se vencieron, necesito tu ayuda —contó rápido. El alfa del otro lado dejó de comer su kimchi recién robado y se levantó para alistarse y ayudar a su hyung en aquello.

Él era uno de los pocos que sabían del caso de YeonJun, y aunque al inicio no estuvo de acuerdo en que el mayor ocultase su verdadero yo, se había acostumbrado a tratarlo y verlo como a un alfa y a estar preparado para ese tipo de emergencias.

Estoy allá en veinte minutos, hyung —dijo antes de colgar. YeonJun agradeció a su amigo a pesar de que este ya no le podía escuchar.

¡Ya quiero cenar con el alfa!. Su lobo, a quien menos quería oír en ese momento, hizo acto de presencia.

Quiero que sepas, pulgoso, que solo vamos por la comida gratis, para más nada. No quiero que me hagas un teatro, me das dolor de cabeza.

Sweet Trap || SooJunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora