"Choi YeonJun es el primer omega de toda Corea en liderar una empresa, rompiendo el estereotipo que mantenía la sociedad, ¿el problema?
Solo lo sabían cuatro personas lo sabían.
YeonJun había estado por un año fingiendo ser un Alfa, más ciertas ac...
SooBin rodeaba con sus brazos la cintura del omega mientras este tenía sus manos sujetas a sus brazos. El barbijo del peligris había quedado en el suelo, en el olvido más bien, los dos solo estaban concentrados en los labios del otro, tenían un vaivén suave y chasquidos que llenaba el cubículo, de fondo se escuchaban los sonidos de los demás vídeo juegos en los otros cubículos.
YeonJun fue el primero en separarse por la falta de aire, le había tomado desprevenido después de todo. Quitó sus lentes y los arrojó al poofmás cercano, acunando las mejillas del castaño para seguir con otro beso más lento.
Sus corazones latían a mil por hora y sus lobos estaban felices hasta más no poder.
Se separaron en un dulce chasquido, SooBin sonrió juntando sus frentes, el omega tomó un respiro y empezó a hablar.
—Nada de lo que me dijiste fue mentira, sobre ti...—el castaño negó con su cabeza— Eso quiere decir que sé todo de ti...—y ahora asintió enredando sus cabellos— Pero aún así no pienses que ya podemos ser algo, necesito tiempo...
—Lo sé. Puedo esperar un poco más —dijo sin abrir los ojos.
—Gracias, por... Esperarme —sus pulgares empezando a acariciar las mejillas del castaño.
—Gracias a ti por darme una segunda oportunidad —los dos sonrieron separándose sin querer hacerlo en realidad.
Y antes de ponerse sentimentales YeonJun tomó el vídeo juego y se lo enseñó al alfa.
—¿Jugamos? —SooBin rió y asintió tomando los controles.
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Golpeó la mesa con rudeza haciendo que su vaso de Whiskey se tambaleara en su lugar y que el líquido se meciera hasta casi derramarse.
—No hay nada —dijo a la soledad de su oficina, el sonido de un chasquido resonando en las bocinas de su computadora le hizo gruñir— No hacen más que besarse, solo eso.
Choi EunHae se levantó y tomó su vaso de licor.
En aquel reloj que le había regalado a SooBin había colocado un pequeño micrófono para escuchar las conversaciones que el alfa tenía, sobre todo con Choi YeonJun.
Así podría escuchar que tenía planeado YeonJun con la empresa y poder adelantarse a hacerlo él, y también filtrar algunas conversaciones comprometedoras del omega para que así la prensa le cayera encima al peligris.
Miró su computadora centrando su atención en la conversación.
—Es mucho más agotador que antes, a decir verdad —esa era la voz del omega que tanto odiaba y tanto deseaba superar en todo.
—Pero no estás en la oficina todo el día —su hermanito, su iluso hermano que se había colocado su regalo.
