[18] Confesión

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Era lunes, cuatro de la mañana y YeonJun estaba sentado en la esquina de su cama, se había levantado como de costumbre para hacer todo ese proceso de maquillaje, dándose cuenta momentos después de que no era necesario gracias a los recuerdos del sábado y el tortuoso domingo, ChaerYoung había cambiado las sábanas de su cama luego de que viera como el omega rompía en llanto una vez más al intentar quitarlas de ahí.

No quería ir a ninguna parte, no quería salir, no quería saber nada de la empresa ni de medios de comunicación.

Tenía puesto un traje negro, su cabello peinado de lado, estaba elegante, digno para una rueda de prensa.

No fue hasta las cinco de la mañana que Kai le envió un mensaje diciéndole que la prensa había confirmado su llegada al lugar estipulado por YeonJun, a las afueras de la empresa.

Había recibido mensajes de Sana y de HyeJin, fuera de lo laboral las dos omegas se notaban preocupadas por el estado del omega, Kai seguramente les había mencionado algo de su estado de ánimo, no pudo evitar sonreír levemente cuando su mejor amiga entró a su habitación con una taza de café en manos.

El domingo no había ingerido los alimentos debidos, comió algún sándwich y tomó agua hasta más no poder, no tenía apetito.

Y ustedes pensarán que es algo exagerado el no comer por aquello, pero para YeonJun, un omega que se acababa de enamorar y entregar a un alfa que pensó, era bueno, no era fácil.

Sentirse usado no es algo fácil de asimilar o superar en un dos por tres.

—Gracias —agradeció a la omega en cuanto tomó la taza dejando que la misma acariciara su cabello y lo abrazara soltando algunas feromonas que lograron relajarlo y hacer que olvidase todo por unos segundos. ChaerYoung podría ser muy mala para las palabras pero con un abrazo o algún mimo, como le gustaba ella que los llamaran, lograba calmarte o hacerte sentir el apoyo que te brindaba.

—Te quiero, Yeon-ye —le dijo besando su mejilla antes de irse a alistar para el trabajo. YeonJun solamente se quedó viendo al líquido de la taza, pensativo.

Se supone que su celo debía haber llegado ya, los dolores que sentía esporádicamente en su vientre ya no estaban, le resultaba extraño pero lo atribuía a su estado anímico.

Ustedes no me lo van a creer pero YeonJun duró las dos horas restantes ahí sentado en su cama, bebiendo del café y viendo a la nada. Sentía ganas de llorar, de soltar todo, pero no podía, debía tomar algunas respiraciones y enfrentar a la prensa y al extenso público que, posiblemente, habría a las salidas de la empresa.

Y así fue, por muchas ganas que tenía de esconderse y volver a la calidez de su hogar, subió la mirada y enfrentó a las miles de cámaras que habían frente a él.

Ahí en la entrada de Technologic N&I había una docena de reporteros de diferentes programas o revistas, había fotógrafos, había jóvenes con sus teléfonos en mano a espera de una palabra suya.

Tomó un respiro y acomodó el micrófono frente a él, todos quedaron en silencio.

—Hace un año, desde que tomé mi puesto como presidente en Technologic N&I, han nacido miles de conspiraciones sobre mi diciendo que soy un beta o un omega, una balanza de personas inclinándose diariamente por los dos rangos. Y hoy, vengo a confirmar mi rango original —las cámaras lo apuntaron, varios murmullos se hicieron en el aire— Yo, Choi YeonJun, soy un omega —su mentón estaba en alto, postura recta y expresión segura, no temía de nada, no tenía porqué hacerlo, tenía todo el apoyo que necesitaba.

Los sonidos de impresión no se hicieron esperar y mucho menos la preguntas de los reporteros. El omega señaló a una beta de enfrente.

—Joven Choi, ¿qué le llevó a confesarse de tal manera?

Sweet Trap || SooJunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora