"Choi YeonJun es el primer omega de toda Corea en liderar una empresa, rompiendo el estereotipo que mantenía la sociedad, ¿el problema?
Solo lo sabían cuatro personas lo sabían.
YeonJun había estado por un año fingiendo ser un Alfa, más ciertas ac...
EunHae abrió la puerta de su gran mansión con el ceño fruncido, esas no eran horas de hacer alguna visita y él no esperaba una.
—¡Todo es tu culpa! ¡Todo es tu maldita culpa! —su hermano menor, SooBin estampó su puño en su mejilla luego de aquellas palabras, se tambaleó y gruñó, sujetando las manos del menor en el aire para detener los golpes.
El alfa castaño estaba llorando mientras le culpaba de haber perdido algo, o mejor dicho, a alguien.
Los ojos de EunHae se iluminaron al maquinar a quién se refería su hermano.
—¿Lo tienes? ¿Tienes el secreto? —preguntó sin importarle los sollozos del menor.
—¡Si lo tengo! —gritó en medio de su llanto— ¡Y ahora lo perdí, por tu culpa! ¡No me quiere cerca y yo...
—Dime qué es —ordenó apretando las muñecas del alfa menor sacándole un pequeño jadeo por la fuerza que estaba aplicando.
—No —negó SooBin sorbiendo su nariz, su pecho dolía, su lobo estaba triste y no quería hacer otra cosa más que llorar y golpear a EunHae.
—Dime cual es su maldito rango, es un omega, ¿verdad? —preguntó pegando su nariz al cuello del menor, luego inhaló a su alrededor, no le importaba lo agrio que estaba el olor del castaño, no le importaba la tristeza y molestia que transmitía por su olor, solamente le importaba aquel suave olor a vainilla que pegó de lleno en su nariz.
Esbozó una sonrisa triunfadora y soltó al menor importándole muy poco que cayera al suelo, sollozante.
Tomó su teléfono para hacer una llamada, pero chasqueó la lengua en cuanto miró la hora.
En las once de la noche de un sábado, la prensa no estaba disponible a esa hora y mucho menos lo estaban un domingo. Debía esperar hasta el lunes para poder hacer esa convocatoria, además de que en día de semana había más público.
—Sabía que con un poco de presión cumplirías —le dijo estirando su mano para levantar al castaño por un brazo.
—L-lo perdí... Por culpa de tus mensajes... É-él...—volvió a sollozar haciendo al alfa mayor borrar su sonrisa.
Con hipocresía, EunHae lo abrazó, SooBin no tuvo de otra y aceptó el abrazo.
—Ya, no llores, un omega más un omega menos, ya pasará —le dijo sin escrúpulos — Caíste en la trampa, hermanito.
El alfa castaño se separó y empujó sin fuerza al mayor, aquellas palabras habían calado en lo más profundo de su ser.
YeonJun no era un omega más, no era un omega menos.
YeonJun era su omega.
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—Muchas gracias por lo de hoy —agradeció ChaerYoung al alfa frente a ella, el castaño negó con una sonrisa.
—Espero volver a repetirlo —dijo algo tímido. La omega sonrió y alzó su mano para despedirse, más el alfa tenía otra cosa pensada.
