Pacto

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Shigaraki se fijó en que podía mover nuevamente su cuerpo, pero no lo hizo

"Te has topado con alguien que no cree en ti, héroe. ¿Acaso no es esta una buena oportunidad para que escarmientes?"

Quería que el chico entendiera que no podía salvarlos a todos. Cuando sus ilusiones sean aplastadas por la cruel realidad, por la gran cantidad de desilusiones y decepciones que le den los demás, él se encargaría de terminar de abrirle los ojos.

Incluso comenzaba a tener la vaga idea de llevarse al mocoso con él. Una idea que desapareció cuando el extraño tomo del cuello al menor y lo estampo de golpe contra el suelo.

-¡¿Por qué?! ¡Todos son egoístas! ¡¿Qué tiene que quiera ser egoísta una vez en mi vida?!

Shigaraki se levantó de golpe, no se había fijado en lo que hacia hasta que volvió a quedar paralizado. Maldijo su estupidez y miro a Izuku. Sus ojos verdes se colocaban rojos mientras daba bocanadas en busca de aire. Midoriya le regreso la mirada y, aun en esa situación, el maldito se atrevió a sonreír. Como tratando de reconfortarlo. 

Casi podía escuchar un estúpido "todo estará bien". Le hacía sentirse enfermo.

-Pu... Puedes ser... serlo- dijo, jadeando con esfuerzo y regresando su mirada a su opresor. Le sonrió al pelirrojo sobre él, sin una pisca de rencor -Pe... Pero...no puedes... no puedes lastimar a...a los demás.

-¡Yo jamás te lastimaría! Tu no lo entiendes, si te vas, las personas te harán daño, yo solo quiero protegerte.

-Que gracioso...Tú lo estas... Lastimando- Tomura hablo con saña, haciendo que la atención de ambos fuera dirigida a él. 

Shigaraki ni se inmuto cuando el pelirrojo mostro sus intenciones de asesinarlo.

-Aun puedes hablar- dijo. La manera en la que le hablaba a Tomura, era muy diferente a la forma con la que se dirigía a Izuku. Parecía tener un gran rencor hacia él. El pelirrojo se alejó de Izuku. 

"Lo soltó"

-Desde el momento en que te vi lo supe. Tú tienes las sombra de la muerte tras de ti. Apestas a sangre y dolor, no eres como los otros humanos, eres retorcido, lamentable.

. . .

. . .

Midoriya podía ver la espalda del chico que se acercaba a Shigaraki, no podía moverse, su cuerpo se sentía pesado y cansado. Temblaba tratando de hablar. Tenía que hacer algo. El extraño tenía una daga oculta en su espalda. 

¿Cómo es que Tomura había logrado hablar en ese estado?

Vio como el pelirrojo acercaba su mano hasta el mango de la daga y su corazón dio un palpitar doloroso.

-Sé que no me quieres creer, pero lo que yo digo es cierto. Este tipo, no merece vivir- dijo el extraño, manteniéndose quieto y mirando a villano. Midoriya había logrado moverse y se estaba aferrando a la yukata negra. - Vamos suéltame, tengo que terminar con él antes de que intente algo- Estaba concentrado en detenerle-Suéltame- Midoriya afirmo su agarre. Ni siquiera podía ponerse de pie -Entonces tendré que usar nuevamente esto en ti.

De su yukata, saco la misma botella con la que le había drogado con anterioridad. Empujo a Midoriya y presiono con su pie el cuello del menor. 

Izuku se retorció bajo la presión y abrió la boca, tratando de conseguir aire.

. . .

En un segundo sus músculos volvieron a la normalidad. El pelirrojo perdió la conciencia, se desmayó de la nada e Izuku lo atrapo recibiendo una mirada desaprobatoria de Tomura.

Midoriya tomo grandes bocanadas de aire mientras tosía. Realmente había sido doloroso tener esas zapatillas contra su cuello.

Un grupo de personas empezaban a rodearlos, sin salir de la oscuridad de los árboles, no se sentía agradable. Todos portaban máscaras y algunos cargaban antorchas mientras otros lámparas. No podían saber la cantidad exacta de personas que les rodeaban.

-¡Tranquilos, no vamos hacerles daño!

De entre los arbustos salió un hombre, enmascarado de igual manera. Descubrió su rostro y alzo las manos dejando ver sus palmas desnudas. 

Shigaraki se acercó al pecoso agachándose junto a él y tomando la daga del pelirrojo inconsciente.

Por la distancia, los nuevos, no podrían escucharlos.

-¿Qué haces con eso? Suéltalo- exigió, susurrando sin apartar la mirada del viejo.

-No. Shigaraki, él no es malo solo está asustado y confundido, necesita ayuda.

-Ese estúpido trato de asesinarnos y tu tratas de protegerlo, ¿acaso eres Idiota?- Midoriya le ignoro y abrazo más el cuerpo del chico inconsciente entre sus brazos. 

Miro los alrededores al darse cuenta del movimiento por parte de los extraños. Frunció el ceño cuando reparo en que ninguno se dejaba ver lo suficiente como para saber si portaban armas.

-¡¿Quiénes son ustedes?!- pregunto Midoriya. Miraba al anciano, este sonreía, ajeno a sus palabras. 

. . .

Shigaraki gruño cuando el viejo ignoro al pecoso y le mantuvo la mirada, desafiante.

A Tomura le fastidiaba esa actitud altanera del viejo.

-Sé que no puedes confiar tan fácilmente en unos extraños pero permite que explique la situación. Ese chico es uno de los protegidos del santuario de nuestro pueblo, últimamente se estaba metiendo en problemas haciendo travesuras y siendo irrespetuoso, cosas de niños. Cuando quisimos corregirlo se escapó, nosotros nos preocupamos por el pobre chico y lo estuvimos buscando todo este tiempo, pero cuando lo encontramos en este....estado, la única opción que quedo fue la de dejarle inconsciente.

-¡Si es cierto que se preocupaban por él, no le hubieran dejado inconsciente! ¡Hubieran tratado de hablar!- Por un momento el anciano desvió su mirada hacia Midoriya.

Tomura, notó la mirada dirigida al adolescente y se interpuso. Tapando a Izuku y enviándole una advertencia al anciano que le sonrió divertido por su reacción.

Había tratado de amenazarlo.

-¿Puedes moverte?- preguntó. Midoriya respondió casi de inmediato.

-...Si.

-Cuando te de la señal vas a correr hacia el Este, sin parar. Por ese lado solo hay un hombre te será fácil esquivarlo. Escóndete hasta que te encuentre.

-No te voy a dejar solo. ¿Qué vas hacer, pelear?, son demasiados y no tienes tu Quirk- Midoriya aflojo el agarre que tenía en el chico inconsciente, con una mano tomo el borde del suéter de Shigaraki, haciendo que este bajara la guardia por la impresión -Si tengo que elegir, elegiré el camino en el que ambos estén a salvo.

Shigaraki bufo, divertido. 

Tomo la mano que se aferraba a su suéter, dándole un suave apretón. Reprimió una risa, descubrió que le gustaba poner nervioso al estudiante.

Eso era nuevo.

-¿Puedes confiar en mí?- preguntó Shigaraki, volviendo su vista al frente. Aunque su atención estaba en otro lado. No sabía que respuesta esperar, cualquiera que fuera, sabía que Izuku ya estaba bajando la guardia.

-¿Puedes prometerme que nadie morirá? Ya seas tú o ellos, no quiero que nadie muera- susurro el peliverde. La preocupación en su voz era palpable, al igual que le calidez de su mano.

Su pecho, se altero de manera sofocante. No podía hacer eso, no podía pedir tal estupidez. Shigaraki podía mentirle, pero el ligero temblor en la mano de Izuku le colocaba incómodo.

"¿Qué es lo que..?"

-Lo prometo.

-Confió en ti- respondió, regresando el apretón de manera suave. Tomura dejo de respirar un segundo.

Eso era un pacto. 





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