Camioneta

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Le dieron de alta, dos días después de la visita de Toga.

Había llegado a una especie de acuerdo con su madre, ella pensaría seriamente sobre que es lo que quería para él, mientras eso sucedía él tendría que continuar rigurosamente con la terapia.

Se encontraba en la habitación, tratando de cambiar sus ropas sin éxito. Cuando estuvo a nada de suspirar rendido una enfermera entro a la habitación, viéndole sorprendida y riendo por la posible cara de fracaso que mostraba.

-Buenas tardes, Izuku Midoriya. Mi nombre es Mei, yo te ayudare a recoger tus cosas y te llevare a la salida- dijo la chica, acercándose y arrastrando una silla de ruedas con ella. A Midoriya le pareció exagerado pero al verla detenidamente decidió no decir nada. 

Parecía nerviosa, al verla tan joven supuso que era su primera vez tratando sola con un paciente.

Mei le ayudo a cambiarse las ropas, además de terminar de guardar sus cosas.

Una vez arreglado el asunto de su preparación, la chica le indico que tomara asiento en la silla para llevarlo a la salida.

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Subieron a un elevador y su instinto le dijo que algo andaba mal, Mei había presionado el botón que llevaba hacia el estacionamiento subterráneo. Quiso preguntarle, pero al girarse noto como las manos de la chica temblaban junto con ella.

-Mei-san, ¿Se encuentra bien?- preguntó despacio, volviendo su mirada al frente, sin tratar de asustarla.

-S-Sí, solo...- La joven no termino su oración, habían llegado a los estacionamientos.

Tardo unos segundos pero finalmente salieron del ascensor con Mei empujándole. Izuku no dijo nada, cuando se detuvo abruptamente volvió a preguntar por su estado.

-L-Lo siento, yo no.... Es que, ese tipo dijo que si no lo hago.....solo tiene cinco años....yo no quiero hacer esto...., yo quería ayudar a salvar vidas no-

-Mei-san, está bien- Midoriya levanto su mano, moviéndola hasta colocarla sobre la mano chica. Podía escucharla gimotear –Mei-san ¿Qué sigue?

-¿A-Ah?

-¿Qué más le pidieron que hiciera? Yo le ayudare, no tiene que preocuparse. Usted estará bien, el pequeño también estará bien y yo estaré bien.

-Eso no lo sabes.

-Claro que lo sé. Si en algún momento duda de mis palabras solo vea al pequeño reír y sabrá que todo está bien.

Mei se disculpó varias veces y le dijo sus instrucciones; tenía que llevar a Izuku a un punto "muerto" de las cámaras y dejarlo en ese lugar, retirarse con la silla de ruedas y no mirar atrás en ningún momento. Si le llegaban a preguntar, tendría que decir que Izuku pidió ser llevado a ese lugar y que se despidió con normalidad.

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-Ya está- dijo, una vez se encontró de pie y con su mochila puesta. Mei no se atrevía a mirarle el rostro, se mantenía aferrándose a la correa de su mochila amarilla mientras apretaba sus labios totalmente desesperada –Mei-san-

-Eres muy joven....yo, soy una cobarde-

-No, no lo es. Está protegiendo a una persona–respondió, tomando las manos de la chica y regalándole una sonrisa –Solo prométame que la próxima vez, pedirá ayuda ¿Si?

La chica asintió y le abrazo, colocándolo nervioso. En ese momento fue consciente de que ella era más alta que él.

-Por favor cuídate Izuku Midoriya- susurro, antes de dar la vuelta para marcharse junto a la silla de ruedas.

Izuku la vio perderse tras unos muros, y espero unos segundos. 

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-Oh, entonces sí eras tú.

Se crispo en su lugar y girando hacia el desconocido que le hablaba.

-Dabi...

Estaba seguro de que no era Toga, después de todo, el ambiente era pesado y no le estaban pidiendo dejarse cortar.

-Vamos, el Líder te espera.

-No voy a ir- negó, recibiendo una mirada incrédula del otro –Dabi, yo no voy a ir.

-Jo, ¿El "héroe" quiere jugar el papel de difícil?- se mofo, acercándose con una sonrisa y tomándolo del brazo –Vámonos, no tengo tiempo para esto.

-No.

-Si no vienes el mocoso-

-¡Entonces sí lo hicieron ustedes!- aseguro, liberándose del agarre, mientras retrocedía. Dabi rodo los ojos fastidiado y trato de volver agarrarlo, Midoriya lo esquivo –Si Shigaraki quería hablar conmigo solo tenía que llamarme, no hacía falta que tuvieran que amenazar a una persona inocente, no tenían que llegar a esos extremos.

-Yo hice la amenaza- confesó, tomándolo con fuerza de los hombros, Izuku hizo una mueca por el brusco movimiento de sus brazos. Dabi se rio y aflojo el agarre –Stain se equivocó, tú no eres diferente a los demás. Solo vez por tus intereses, como esos falsos héroes, no eres mejor que ellos si formas lazos con villanos como Shigaraki-

-¿Que dices?¿Acaso no son humanos también? ¡¿Me estás diciendo que aparte la vista, si veo que una persona está sufriendo?! ¡Yo voy a salvarlos a todos, no importa que, no importa quien! ¡Eso no va a cambiar nunca!- Izuku le vio molesto y se alejó, dando la vuelta hacia el ascensor –Mei-san ya cumplió con su parte, no pueden hacerle nada-

-Esto no funciona de esa manera...

AdversidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora