Llegada

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Salió corriendo con el chico en brazos, esquivando al tipo que trato de retenerlo. ¿Podía confiar en Tomura? Realmente no lo sabía. Midoriya, confiaba en el sentimiento que le decía que todo estaría bien, en ese momento no estaba pensando en que Shigaraki era un villano.

"Él es fuerte y me hizo una promesa, puedo confiar en eso"

No se detuvo, corrió y corrió hasta que sus pies no dieron más y termino tropezando. Cubrió la cabeza del chico, rodando varios centímetros. 

Inmediatamente lo llevo a arrastras hasta atrás de unos arbustos, reviso que el chico no tuviera ningún daño y se permitió unos segundos de descanso.

Se mantuvo alerta. Noto como la respiración del pelirrojo se volvía irregular, toco su frente y se alarmo al sentir la calentura característica de una fiebre. 

"¿Acaso usaron una droga en él?"

-Tranquilo, no te fuerces a despertar. Estas a salvo- le susurro, tratando de cubrirlo del frio de la noche.

Escucho unos pasos acercarse, se tensó, y tomo el cuerpo contrario listo para correr en caso de ser vistos, se mantuvo alerta mientras los pasos se escuchaban cada vez más cerca. Un quejido salió de los labios del chico, Midoriya tapo su boca y le acerco más a su cuerpo.

-¿Hay alguien ahí?- Era una chica. Tuvo el impulso de salir y pedir ayuda, pero se detuvo cuando él muchacho tomo su brazo y negó.

¿Realmente no quería que pidiera ayuda? Se notaba su sufrimiento, trato de convencerlo con la mirada pero el extraño no dejaba de negar con mucho esfuerzo. 

Trato de convencerse, de que podría ayudarlo sin esa chica, espero a que se marchara, sintiendo los temblores contrarios.

-Ya se fue, tranquilo. ¿Dónde te duele?

-Ne... Necesito... tu ayuda.

-¿Cómo te ayudo?

-Bus... Busca un papel... pegado... en... en mi....es un pergamino.

Midoriya volvió a recostar al chico y busco con la mirada sobre su ropa el papel del que hablaba, no encontró nada, le giro para ver su espalda y vio el papel asomarse por su cuello.

-Lo encontré ¿Qué hago?

-Re... Remueve... des... despacio

Cuando tomo entre sus dedos una esquina del papel, sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo. Retiro el pergamino de la piel y vio como parecía menos tenso.

-¿Ya estas mejor?

-Si...solo tengo que esperar unos segundos....y regresare a la normalidad- El pelirrojo se sentó haciendo una mueca, Midoriya lo volvió acercar y paso uno de sus brazos tras su espalda sirviendo como soporte -Mi nombre es Kiseki (1).

Midoriya sonrió ante la presentación.

-Mi nombre es Midoriya Izuku, es un gusto Kiseki-kun- respondió, volviendo a tocar su frente para revisar tu temperatura. Se sorprendía de lo rápido que bajaba la fiebre -Dime ¿Conoces un lugar donde podamos escondernos mientras esperamos a Shigaraki?

Kiseki pareció pensarlo un momento, luego miro a Midoriya y asintió.

-Entonces sube a mi espalda y guíame, por favor.

-Creo que puedo caminar.

-No nos arriesguemos, yo puedo cargarte no te preocupes. Además es más fácil cuando sé que estas bien y me puedes hacer compañía- Midoriya se agacho, dándole la espalda a Kiseki, tardo unos segundos pero finalmente sintió como pasaba sus brazos alrededor de su cuello.

Lo acomodo y se puso de pie.

-Si te llego a ver cansado me bajare.

-Tranquilo, ya me acostumbre a tu peso- Midoriya giro su rostro y le sonrió, Kiseki se ocultó en su hombro y señalo una dirección.

-Sigue por ese lado.

. . .

El resto del camino fue silencioso, sabían que no debían llamar la atención. Ambos estaban alertas. Las indicaciones de Kiseki eran claras, parecía que conocía el camino a la perfección.

Izuku caminaba con una sonrisa en su rostro sin demostrar el cansancio que sentía, hace varios minutos sus brazos se habían entumecido pero no podía hacer ninguna mueca o Kiseki trataría de ir por su cuenta y eso no era bueno, no en su estado.

-Creo que ya es hora de que me bajes, en este punto se te dificultara cargarme- Se removió en su lugar hasta que el pecoso lo soltó con cuidado. Le miraba atentamente, tratando de ver si se encontraba en buen estado o solo estaba fingiendo -Deja de mirar, es vergonzoso.

-Lo-Lo siento.

-Tenemos que bajar una pequeña colina que se encuentra al frente. Al final hay una cueva en la que nos podemos esconder, nadie camina por esos lados porque creen que hay espíritus, no tienes que preocuparte por hacer guardia.

Caminaron con cuidado, los arboles no dejaban pasar la luz de la luna y se estaba volviendo más complicado el tratar de no tropezar.

Al llegar frente a la cueva, Midoriya dio paso para que Kiseki entrara primero, luego le siguió hasta lo profundo de la cueva. Dentro se encontraba una especie de refugio improvisado. Supuso que el chico llevaba algunos días en ese lugar. 

Kiseki encendió una pequeña lámpara, noto que la cueva no era tan pequeña como creía -Podría caminar en su interior- Kiseki se acomodó sobre un montón de paja y palmeo a su lado para invitar al estudiante.

Izuku negó con una sonrisa.

-Tengo que buscar a Shigaraki. Kiseki-kun no salgas de la cueva hasta que regrese ¿sí?- Trato de salir pero Kiseki lo detuvo por el brazo. No había notado cuando se levantó -¿Kiseki-kun?

-Tú ya sabes que ese tipo es malo, ¿Por qué insistes en regresar a buscarle? ¿Acaso te preocupa lo que le pueda pasar a alguien como él?- habló lleno de rencor. Midoriya le miro, volviendo a sonreír.

-Kiseki-kun yo hice algo muy malo- dijo, hablando con cuidado. Se sentía mal por haberle abandonado. ¿Enserio había abandonado a Shigaraki? No se sentía merecedor de ser llamado héroe -No voy a desistir de él.



Kiseki (1).- 奇跡, significa milagro.

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