Adversidad

Disputa

Frente a él, se para el tipo más irritante que jamás hubiera conocido.

El joven líder de los yakusa, Overhaul.

-Entonces, ¿Quién será el próximo líder?

Se movió de su lugar, ¿Qué sucedía con ese tipo? ¿Acaso quería morir? Venia y hablaba sobre sensei, dando a entender que tenía el deber de ser el siguiente. Era molesto. ¿Para eso los había reunido a todos? Solo para escuchar los disparates de un tipo que poco sabía de él.

-Si sabes quién es mi maestro y aun dices eso, ¿Vienes a retarme?- preguntó, deteniendo su caminar y viendo yakusa. Dentro de él algo dudo antes de hablar, lo ignoro -Yo soy el próximo líder....

-Un objetivo sin plan es una ilusión. Si me ofreces una ilusión, ¿Cómo debo reaccionar? ¿Qué harás con esas fuerzas? ¿Cómo planeas administrarlas? ¿Qué jerarquías crearas?.....- El yakuza continuaba hablando, sacando a la luz sus errores, alegando que había desperdiciado "piezas" de primera clase, hablando como quien sabe las respuestas de todo –No vine aquí porque quisiera unirme.

-Twice, no traigas a nadie sin saber su intención- dijo, mirando en dirección al enmascarado hombre. Toda esa situación, era un problema.

-Para ejecutar mi plan necesito dinero. Nadie está dispuesto a intervenir en yakuza obsoletos. Pero sería suficiente si los tuviera con su creciente fama. Síganme a mí. Les mostrare lo bien que los usaré, y seré su próximo líder.

"Me irritas"

-Vete.

Lo siguiente que sucedió, fue la perdida de Magne. Se fijó en que, al igual que su Quirk, el Quirk del yakuza era por medio del contacto.

Mr. Compress se lanzó sin pensarlo, trato de detenerle pero fue tarde, recibió un disparo y perdió su brazo.

Antes de poder destruir al yakuza otra persona apareció frente a él, sufriendo las consecuencias de su Quirk, se alejó teniendo a los integrantes de la Liga tras de él.

Aparecieron más yakuza y Chisaki también se alejó, marchándose y dejando su tarjeta para hablar después de que ambos se "calmaran".

¿Qué era esa mierda de "les debemos un brazo"?

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Había actuado por su impulso, el impulso de querer salvar a la primera persona que le hacía perfectamente feliz.

Había visto todo. Había divisado a Izuku cerca del yakusa junto con otro héroe y una niña, al cerciorarse de la presencia del pecoso se había acercado escuchando la pequeña riña por la niña. En el momento en el que se fijó en la mirada decidida de Midoriya, fue consciente de que esa situación no terminaría bien. En menos de lo esperado sus alarmas se activaron, y sin importarle ser descubierto corrió hacia el callejón en que Midoriya había entrado.

Al llegar, vio con horror como Izuku se encontraba demasiado cerca del yakuza mientras abrazaba a la niña y el héroe a su lado trataba de tomarle del hombro. Corrió hacia el peliverde, apartándolo antes de que Chisaki le tocara, retrocedió con Izuku bajo su agarre y amenazo al pelinegro. Fallo y solo alcanzo a rozar su máscara antes de que el otro héroe golpeara al yakuza y tratara de arrebatarle al peliverde.

-¡Kurogiri!- llamo, alejándose mientras se aferraba con fuerza a Izuku. La niebla apareció, transportándolo con el peliverde y sacando al héroe rubio de la escena dentro de otro portal.

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-I-Izuku, ¿Te encuentras bien?- pregunto exaltado, agarrándole de los hombros y revisándolo. Midoriya le miro desde su lugar un poco abrumado, luego volvió su vista a la niña entre sus brazos y sonrió.

-Estamos bien- respondió, haciendo que la niña le mirara insegura. Shigaraki frunció el ceño al verle sonreír. Izuku se había arriesgado -¿Dónde está Lemillion?

Tardo un momento en recordar al otro héroe del que hablaba, y pudo distribuir la preocupación en la mirada verdosa.

-Envié al otro héroe a unas calles de ese callejón- respondió Kurogiri, ganándose una mirada de alivio de Izuku.

-Muchas gracias Kurogiri-san- agradeció, regresando su mirada a la niña y acariciando su cabeza -Eri-chan, vamos.

-Espera, Izuku ¿A dónde vas?

-Voy de regreso a UA- respondió tranquilo, haciendo que su molestia creciera más.

-Sabes que ya no puedes volver a ese lugar, si lo haces tú-

-No te preocupes, Tomura-san- le interrumpió, aferrándose a la niña y mirándole con calma –Vamos a estar bien.

-¿Izuku?- La niña llamo la atención de ambos, parecía confundida pero ya no temblaba como antes.

-¡Ah! Cierto no te he dicho mi nombre. Me llamo Izuku Midoriya, aunque puedes llamarme Deku, Eri-chan. Ese es mi nombre de héroe.

Continúo hablando con la niña, ignorando su preocupación. Quería intervenir pero la señal estaba siendo clara; "Frente a ella no"

-Joven estudiante, en este momento no es prudente que actué sin pensarlo. Por ahora les llevare a una habitación para esperar como tomaran los héroes todo este asunto.

Kurogiri no dio tiempo a objeciones y abrió un portal, señalándolo cortésmente e ignorando la mirada acusadora que le lanzaba. Midoriya vio fijamente a la niebla, luego volvió su vista hacia él. Parecía dudar. Por un lado, no quería que Izuku confiara ciegamente en la gente que lo rodeaba, por otro lado, no quería que Izuku se marchara en ese momento.

Chisaki no dejaría las cosas como estaban, probablemente lo estuviera buscando en ese momento o incluso ya sabría que estudia en UA y lo este esperando con una emboscada. Aunque tal vez estaba exagerando la situación, pero no podía dejar de pensar en la posibilidad de que todo ya estaba perdido para Izuku y que su única opción era quedarse a su lado.

Se resignó a tomarlo por los hombros y caminar hacia la niebla, viendo de lado como Kurogiri le veía con ¿curiosidad? No lo sabía era difícil de leer.

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Algo no le parecía normal de esa niña, aunque Izuku sonriera y hablara tranquilamente con ella, esta no reía ni parecía dejar de estar tensa.

Izuku también lo noto, y luego de unos segundos se alejó de ella hasta quedar frente a él.

-Tomura-san, ¿Podrías...Podrías quitarte la mano? Di-Digo si no te molesta.

Noto su error y retiro a Padre de su rostro. Sintiendo un repudio enfermizo, por pensar en que nuevamente estuvo en presencia de Midoriya. Realmente se había sumergido lo suficiente en sus pensamientos, hasta el punto en que olvido lo que le rodeaba.

La niña se bajó de la cama y camino hasta quedar cerca del peliverde, escondiéndose tras de él y aferrándose a su traje. Shigaraki escondió a Padre y desvió la mirada.

-Eri-chan, él es Tomura-san, vamos di hola.

-Ho-Hola.

-Muy bien. Eri chan, ¿Puedes quedarte un momento acá mientras hablo con Tomura-san?

La niña le miro, no pareció querer soltarle pero tampoco parecía poder pedirle que se quedara. Finalmente cedió cuando Izuku le entrego una libreta y un lápiz, pidiéndole que dibujara lo que ella quería.

-Estaremos en esta habitación, si necesitas algo no dudes en pedirlo Eri-chan- dijo Izuku, caminando hacia el baño con Shigaraki siguiéndole.

Al entrar Midoriya cerró la puerta, soltando un suspiro, estaba tenso. Pero Shigaraki no le dejaría pasar sus faltas.

-¿Puedo saber que pasaba por tu cabeza cuando decidiste seguir al yakusa?- preguntó, susurrando y mostrando la molestia que no había sacado antes.

Izuku pestañeo dos, tres veces, como ajeno a su pregunta.