Pelea

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La puerta del pequeño edificio se abrió, y por ella paso Spinner seguido de Dabi que sostenía a Izuku.

-Dabi ¿Qué hiciste?- preguntó molesto, Midoriya lucia desorientado pero aun podía caminar.

-El pequeño héroe no quería venir- respondió simple, acercándose hasta quedar a unos pasos de él.

Izuku le miro y Shigaraki sonrió feliz, después de todo, ahora estaba a salvo. 

El peliverde se separó de Dabi y camino hacia él, pero cuando lo tuvo en frente, Izuku le dio una bofetada y se tambaleo hasta volver a chocar con Dabi.

-¿Qué sucede contigo?- preguntó Izuku, levanto la mirada, se veía molesto y triste. Shigaraki vio sorprendido como lagrimeaba en su lugar -¡¿Por qué haces todo esto?! ¡¿No te basto con decirle a Chisaki que trabajaba para ti?! ¡¿Ahora además de entrar ilegalmente a un hospital amenazas a personas inocentes?! ¡¿Qué piensas que ganaras con todo esto?! ¡¿Acaso crees que estoy feliz con tu secuestro?!

Tomura vio dolido como se tambaleaba y rechazaba la ayuda de Dabi.

-Ya, entonces.... ¿Qué se supone que haga?- le enfrento -¡Todo el tiempo te descuidas! ¡Nunca cedes a lo que te pido y confías más en los malditos héroes que en mí! ¡¿Cuántas veces más te voy a ver herido antes de enterarme de que has muerto?! ¡Sí, le dije a ese idiota que trabajabas para mí, pero si no hubiera dicho nada ese tipo estaría riéndose de tu cadáver!

-¡No trates de justificarte! ¡Solamente dijiste eso porque te convenía! ¡Chisaki dijo que tenían un trato ¿Cuan idiota crees que puedo ser?!

-¡¿Enserio prefieres confiar en el tipo que trato de matarte?!

-No me mires de esa manera. Hace solo unos meses tú también habías tratado de acabar conmigo- Midoriya se detuvo, apartando su mirada hacia el suelo.

-....Spinner, llévalo- 

-No, yo regreso al hospital. Para empezar nunca quise que me trajeran.

-No te vas a ir, Izuku.

-No soy tu rehén.

"¿Qué sucede con esa actitud? ¿De repente vuelvo a ser el malo?"

. . .

-Dabi, Spinner salgan un momento- ordeno, viendo fijamente al pecoso que le evitaba. Una vez se encontraron solos, volvió hablar sorprendiéndose por la manera cruel con la que se dirigió al peliverde –Izuku, ¿Qué es lo que piensas?

-No tengo tiempo para jugar-

-Yo no estoy jugando, dime ¿Acaso piensas en como alejarte? ¿Estás pensando en largarte con esos héroes y-?

Midoriya levanto su mirada llorosa, y le vio molesto. 

-¡Tú no sabes nada!

-¡Entonces explícalo! ¡¿Acaso crees que puedo entenderte todo el tiempo?! ¡Ya te lo he dicho; No te entiendo!- grito, sosteniéndole de los hombros mientras veía entristecido como el menor trataba de esconder el dolor -....Izuku, maldición yo no....yo....no sé, qué hacer...

"¿Porque le estoy gritándole? Esto es mi culpa"

-Izuku. T-Tus brazos, ¿Cómo fui capaz de dejarte ir? ¿Cómo es que no destruí a Chisaki cuando lo tuve enfrente?

Midoriya negó, tratando de hablar, no se lo permitió. Lo soltó y mantuvo su mirada en el suelo, lleno de arrepentimiento.

-Yo en serio trate de confiar..., me trate de convencer de que tú sí podrías ser salvado por los héroes pero, nuevamente fallaron. Ellos no pueden tenerte a salvo.

-Tomura-san, confía en mí. Por favor, deja de hacer esto y confía en mí, no tienes que secuestrarme para hablarme. No tienes que amenazar a las personas para obtener algo, y no tienes que rendirte ni desesperarte porque las cosas vallan mal- dijo, alcanzando una de sus manos sin una pisca de temor. El temblor de la mano contraria, le oprimía el pecho –Tomura-san, mírame a mí. Estoy bien, estoy aquí contigo y eso nadie lo está tratando de cambiar.

"No estas bien"

-No te voy a dejar ir.

-Tengo qué, si no me voy vendrán por mí y saldrán heridos- Shigaraki, alejo sus manos de él. De repente tenía la sensación de que podría lastimarlo más si continuaba tocándole, odiaba ese sentimiento –Tomura-san, no lo hagas más difícil. Esta no es una despida, lo sabes ¿Verdad? Nosotros volveremos a llamarnos e incluso podremos volver a salir como aquella vez, pero tienes que-

"Eres demasiado bueno para este mundo....por eso, no voy a dejarte ser  destruido por el"

-Los héroes ya saben que te secuestre- susurro, levanto su mirada viendo el rostro pecoso. Midoriya abrió sus ojos, sorprendido.

-....Entonces, tienes que irte, yo voy a-

-No, Izuku no tienes que recurrir al auto-sacrificio. Yo....Yo pensare en algo, sé que me precipite pero, yo solo no quiero perderte, lo siento- se disculpó, ya no había vuelta atrás.

Midoriya se acercó a él, con esos ojos cargados de preocupación. Shigaraki acerco su mano a sus rizos pero vacilo y la volvió a su lugar.

-....¿Pensaras en algo?

-Lo hare, Izuku te sacare de esto- aseguro. Espero mientras Midoriya la veía directamente.

El pecoso sonrió con calma alzando su mano hasta dejarla sobre sus cabellos, acariciándole con cuidado.

"Es diferente..."

-Tomura-san, quiero que me expliques todo ¿Está bien?

-Sí, claro. Pero ahora no, tenemos que movernos- respondió, iba a tomar su mano pero nuevamente dudo y se apartó. Saco el teléfono y llamo a Dabi.

. . .

-¿La camioneta esta lista?

-Sí pero, Toga aún no se reporta.

-¿Qué hay de Twice?

-Él viene en camino junto a Mr. Compress.

-Diles a ambos que busquen a Toga, si hay problemas tienen que comunicarse directamente conmigo, nos vamos ahora.

. . .

. . .

. . .

Jamás pensó que las cosas se dieran de esa manera.

Izuku estaba sentado a su lado, lucia adorablemente nervioso mientras abrazaba su enorme mochila amarilla y susurraba incoherencias. En un determinado momento noto la mirada de Dabi sobre el  peliverde y algo nuevo nació en su interior.

El pelinegro noto que le miraba y soltó una risa burlona antes de volver su mirada hacia la ventana de la camioneta.

No le gustaba eso, paso su brazo por los hombros del pecoso y lo atrajo hacia su pecho escuchando el pequeño chillido que el menor dio por la sorpresa.

-¿Q-Qué sucede?

Shigaraki observo las regordetas mejillas sonrojadas, sus grandes ojos se veían rojos por el llanto y su nariz tenía un tono rosado que resaltaba.

"Pero estas bien, ahora estas bien"

-Nada- respondió, soltándolo y picando su mejilla mientras lo empujaba de regreso a su puesto.

AdversidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora