Desastre (2)

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Se levantó de su cama, era extraño sentía una rara desilusión.

Se dio cuenta de esa desilusión la mañana en la que despertó y su mente viajo a los recuerdos de Shigaraki Tomura. Cuando volvió a pensar en el villano ya era de tarde, sucedió lo mismo en la noche hasta quedar dormido..... No era necesario pero, quería verle.

. . .

Se arregló y salió de su hogar despidiéndose de su madre -Regresaría a clases ese día y no podía llegar tarde- Involuntariamente había iniciado a buscar al villano entre las personas de su alrededor. No lo encontraba. Entonces nuevamente llegaba ese sentimiento de desilusión.

. . .

Fue linda la manera en que sus amigos le recibieron. Incluso Todoroki había cambiado su rostro estoico al momento de revisarlo, visualmente, buscaba heridas o algún cambio visible en el pecoso. Las clases pasaron con normalidad, les anunciaron la fecha del campamento. Al parecer se adelantaría hasta dentro de tres días, no una semana, estaban tomando más precauciones.

-Deku-kun realmente lamento no haber podido acompañarte a tu casa esa noche.

-Uraraka-kun no digas esas cosas, el culpable soy yo. Como delegado de la clase debí velar por la seguridad de mi compañero, realmente lo lamento Midoriya-kun.

-Chicos tranquilos, no es la culpa de nadie. Además, ya tengo edad para poder cuidarme por mi cuenta, y no me sucedió nada no hay nada que lamentar.

Se encontraban en el comedor. Desde que Izuku había llegado el par no dejaba de disculparse con Midoriya, y Todoroki parecía encaprichado con seguirle. Era un lindo gesto de parte de sus amigos y lo apreciaba, pero se estaba comenzando a poner nervioso.

-Midoriya, entiendo el punto de Iida y Uraraka, esta es la segunda vez que ese villano trata de hacerte daño. Deberías de ser más cuidadoso- Todos asintieron dándole la razón al chico de la heterocromía y Midoriya sonrió dándole la razón de igual manera. 

Al acabar las clases regreso a su casa más animado que en la mañana. 

Pasó junto al parque cercano a su hogar y se detuvo al ver a dos niños jugando con la pelota, se lleno de nostalgia.

-¡Maldito Deku de mierda, por estas cosas es que te secuestran!

-¡Katchan! ¿Qué..., Qué haces por aquí?- Katsuki caminaba mal humorado hacia él, instintivamente retrocedió y evito el contacto visual.

-¡¿Ah?! ¡¿Me estas prohibiendo caminar por esta calle?!

-N...No, es solo que-

-La vieja bruja quería verte y me obligo a venir, esa loca- comentó, siguiendo el camino hacia los departamentos de Izuku. Luego de unos segundos Midoriya le siguió, tratando de no molestarle más.

. . .

-¡¡Estúpido Deku, fíjate por donde vas!

Tenía que admitir que esta vez había sido su culpa -Casi lo arroya un camión- Claramente Bakugo lo tiro contra la vereda antes de permitirle morir frente a él.  Se había distraído, entre las personas creyó haber visto una capucha negra y camino sin pensar hacia esa persona. 

-¡Lo siento! ¡Realmente lo siento, Katchan!

-¡Cállate joder! ¡¿Acaso tienes aire en la cabeza?! ¡Si vas a morir, muere lejos!- Bakugo siguió caminando, gritándole y regañándole, pero Izuku volvía a distraerse buscando a la persona de antes. No le encontró.

Entre gritos llegaron al departamento de la familia Midoriya, el recibimiento fue lo que Izuku esperaba. La mamá de su amigo siempre le había tratado como a un hijo. No específicamente como trataba a su hijo.

-¡Katsuki espero que no le estuvieras molestando de camino al departamento!

-¡¿Ah?! ¡Tú eres la que no tiene que molestarme, vieja bruja!-

Recibió varios golpes de su madre y Midoriya trato de detenerla alegando que Katsuki le había salvado y le había acompañado lo más tranquilo posible.

Ambos jóvenes fueron enviados hacer sus deberes, mientras las mujeres se quedaban conversando en la sala. Midoriya le guio a la habitación, y realmente no se sorprendió cuando su amigo le miro como si estuviera enfermo por tener la cara de un tipo en toda su habitación. Se sonrojo cuando le llamo nerd. Claro, la última vez no había tanto "All Might" por la habitación.

A la hora de la cena ya tenía una reluciente sonrisa en su rostro, sentía que de la nada todo le estaba muy bien, hasta sentía un poco de miedo por lo bien que iban las cosas.

-Oh, Inko mira la sonrisa de tu hijo, seguramente está pensando en una chica- Mitsuki codeo a la peliverde, haciendo que todas las miradas fueran al alegre pecoso. Midoriya termino atragantándose con la comida y vio como los ojos de todos se abrían ante su reacción. Bakugo lo ocultaba bien –Espera... ¡¿Enserio?!

Midoriya negó rápidamente, balbuceando incoherencias. Luego recordó el beso de Tomura y se sonrojo con ferocidad, sus manos empezaron a sudar y sintió un calor extraño en su pecho.

"¿Tenias que recordarlo en este momento?"

-Izuku, yo no lo sabía. Creo..., creo que tengo que darte la charla sin tu padre.

-Tranquila Inko, es más sencillo de lo que parece- La rubia ceniza alzo su mano y le encesto un golpe al sorprendido chico de ojos rubí, haciéndole reaccionar –Yo le di la charla a este mocoso, fue sencillo y hasta divertido.

-¡Silencio vieja bruja, esa fue la charla más extraña del mundo! ¡Además de que fue innecesaria!

-Te puedo pasar el mismo libro que use con Katsuki, viene con gráficos e incluso un video.

-¡No me ignores!

Midoriya se distrajo de la extraña situación, sintiendo su teléfono vibrar dentro de su bolsillo. Lo saco y vio que el mensaje, era de un número desconocido.

"Te voy a llamar, contesta o me aparezco en tu casa"

Sintió un escalofrió recorrerle la espalda. ¿Qué era eso? ¿Un intento de extorsión?, esperaba que fuera un número equivocado para no recibir la llamada. Levanto la mirada del teléfono -Decidido a pedir ayuda- pero se arrepintió cuando vio la sonrisa pícara de "su tía".

-No me digas, necesitas atender ese mensaje.

-Bueno, con respecto a eso...., creo que me están intentado extorsionar.

El comedor se llenó de la risa de la ceniza. Midoriya miro sorprendido a su madre, que reía un poco avergonzada. Sus ojos fueron rápidamente a su amigo de la infancia, pidiendo ayuda con la mirada.

-Vamos.

Katsuki se levantó de su lugar y le arrastro afuera del departamento. Él lo conocía muy bien. Bajaron las escaleras y en el último escalón el teléfono del pecoso comenzó a sonar.

-¿Vas a contestar?

-Dijo que si no lo hacía vendría al departamento.

Bakugo frunció el ceño y tomo el teléfono, contestando y poniéndolo en alta voz. El cenizo le hizo una señal para que hablara y Midoriya asintió un poco dudoso.

-¿Hola?

Nadie respondió.

-¿Eh? ¿Qué me querías decir?

Siguieron sin responder. Bakugo frunció más el ceño y acerco el teléfono a su rostro. Chistando antes de empezar a gritar.

-¡Muérete! ¡Si no vas hablar no estés llamando! ¡Vuelves a joder y te exploto el culo! ¡Maldito raro!- colgó y lanzo el celular hacia el pecoso, haciéndole una señal para regresar –Bloquea ese número, Deku.

Izuku sonrió. No habían llegado a ningún lado.

-Gracias, Katchan- De todas formas agradecía su gesto.

Tal vez, se trataba de un número equivocado.

AdversidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora