Heartbreaker Boy |Larry Stylinson|

Capítulo 18.

No podía ser que el primer semestre ya se hubiera acabado, tampoco podía creer que estaba viendo a Harry a punto de abordar un avión.

—Volverás ¿cierto?— el ojiverde voltea a verlo y asiente.

—Sólo me iré por las vacaciones de invierno, extraño mi hogar— Louis hace un puchero con sus labios y suspira con pesar, lo extrañaría, de verdad lo haría.

—Pero las vacaciones son de casi un mes...— Harry ríe con suavidad y suelta su maleta, rodea el cuerpo de Louis en un cálido abrazo y deja un beso en la frente de el castaño, se vuelve a separar al oír como anunciaban su vuelo.

—El tiempo pasará volando, lo prometo— Harry toma otra vez su maleta y mira por última vez a Louis— manténte atento a tu correo, te quiero— el ojiverde comienza a avanzar y se pierde entre la multitud.

La realidad golpea el rostro del ojiazul con fuerza.

Ya no escucharía la risa de Harry cada día, no comerían juntos y tampoco verían maratones de películas los fines de semana; se había acostumbrado tanto a el ojiverde.

Da media vuelta y con pasos lentos se dirige a la salida de el aeropuerto, esperaba no extrañar tanto a la persona que se había vuelto su mejor amigo y uno de sus pilares fundamentales.

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—Baila tu cuerpo alegría macarena, que tu cuerpo es...— Zayn mira a sus amigos los cuales estaban concentrados en la partida de ludo— pensé que íbamos a bailar.

Louis tira los dados y avanza su pieza mientras contaba cada cuadrito, Niall estaba calculando que números debía obtener para enviar a sus amigos de vuelta a sus casillas.

Taylor jugaba desinteresadamente ya que el sueño había invadido su sistema, en cualquier momento se quedaría dormida sobre la mesa.

El pelinegro gruñe con suavidad y se acerca a ver como jugaban sus amigos, arrastra una silla para ponerla entremedio de Niall y Louis.

—Miérda Zayn, levanta esa silla— el recién nombrado ve en silencio a Taylor y sigue arrastrando la silla— joder.

—¡Eso fué trampa!— Niall alza la voz y Louis ríe.

—Se llama suerte, tarado— el irlandés rueda los ojos y se cruza de brazos, el celular de Louis vibra y este lo toma viendo la notificación, una sonrisa se forma al darse cuenta que es un mensaje de Harry.

“Hey, ¿todo bien? ¿cómo estás? No me extrañes”

Louis muerde su labio inferior y comienza a escribir una respuesta.

“Todo bien, ¿que tal tú? Lástima, ya te extraño”

Miérda, lo extrañaba más de lo que le gustaría admitir.

“Yo también te extraño” una sonrisa triste se forma en los labios de el ojiazul y luego suelta un suspiro, deja su celular de lado otra vez y se concentra en sus amigos.

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El castaño escucha como golpeaban su puerta, se levanta desganadamente de el sillón y antes de abrir la puerta nota el sobre que estaba en el suelo, lo toma entre sus manos y abre la puerta.

Deja pasar a sus amigos y se devuelve a la sala de estar mientras rasgaba el sobre, saca su contenido y nota un boleto de avión, sólo había eso junto una pequeña nota.

“Llámame cuando recibas esto”

Ve hacia donde era el destino de dicho boleto.

Francia, miérda.

Harry.

Toma su celular y marca el número de el ojiverde mientras aún mantenía el boleto en su mano.

—Hola— Louis lo corta antes que continuara hablando.

—¿Me mandaste un boleto para ir a Francia? ¿por qué?

—Te extraño... Y me gustaría que pasaras una semana aquí conmigo, esta vez yo sería tú guía turístico— una sonrisa adorna los labios de el ojiazul y sin dudarlo acepta.

—Cuenta con eso.