Capítulo 23.

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Cuando el ojiverde siente pasos cerca suyo sólo se limita a alzar la mirada, sabía que era Liam.

Su mejor amigo se sienta a su lado y centra la mirada en la pantalla apagada de el televisor.

—Antes de que preguntes, lo dejé en un hotel, estuvo seguro— murmura el castaño y el rizado asiente con lentitud, abre sus labios para formular otra pregunta— sí, estaba muy mal, lloró muchísimo.

Harry cierra su boca de inmediato y baja la mirada.

—No tenía idea Liam, te lo juro... — su mejor amigo rueda sus ojos y voltea a verlo.

—Resulta que eres un idiota, sólo un idiota no se daría cuenta— eso era verdad.

—Realmente soy un idiota, lo sé.

—Ya está hecho, no hay mucho que se pueda hacer ahora, lo que no entiendo es porque te besaste con Dean cuando ambos quedaron como amigos y nada más.

—No lo sé, estaba tomado y el igual, lo tomé de la cintura porque se tambaleaba de un lado a otro y temía que se cayera... Sabes que siempre se cae cuando está borracho, de un momento a otro tenía sus labios sobre los míos y quedé en shock, fué mi error.

—Bien, como sea— Liam carraspea antes de continuar— ¿qué harás?

—¿Que puedo hacer? No sé que hacer, estoy en blanco y tengo muchos sentimientos encontrados.

—Louis... ¿te gusta?— Harry frunce su ceño y se mantiene en silencio, le había costado tanto darse cuenta y simplemente eran dos palabras.

Que si le gustaba el precioso chico de ojos azules, el cual tenía una preciosa sonrisa también, ¿le gustaba ese chico dedicado a sus estudios? El que era amable la mayoría del tiempo, un poco burlón y narcisista, el que se reía de cosas sin sentidos y apoyaba a sus amigos en absolutamente todo.

El chico que se acercó a ayudarlo en el primer día, el que estuvo siempre para él sin importar qué.

Al que había llamado mejor amigo un par de veces seguramente lastimandolo en el proceso.

Que idiota había sido.

—Harry— el ojiverde sale de sus pensamientos y mira a Liam expectante.

—Sí, aunque me lo estaba guardando porque nunca noté sus sentimientos, pensé que era así de cariñoso con todos, ¿qué hago Liam? Debe odiarme.

—La esperanza es lo último que se pierde, por lo menos ya sabes la veedad, ahora arriba ese ánimo, tienes un corazón que sanar.

→|♧♧♧|←

La puerta se abre frente a él y la chica de dieciséis años que era su hermana suelta un grito emocionada, se lanza a sus brazos abrazándolo con fuerza y el ojiazul suelta su maleta para corresponder el abrazo con la misma intensidad.

—¡Charlotte! ¿qué son esos gritos?— su madre aparece en su campo de visión, ve como entreabre sus labios sorprendida e inmediatamente sus ojos se llenan de lágrimas— Louis... — su hermana se separa de el cuerpo y su madre se acerca a abrazarlo.

—Hola mamá.

—Oh mi niño, estás tan grande, te hemos extrañado tanto— Johannah toma el rostro de Louis entre sus manos y mira su rostro— ¿que son esas ojeras? ¿no has estado durmiendo bien? Vamos entra, ¿tienes hambre? Hice galletas— Louis ríe con suavidad ante la rapidez que hablaba su mamá, la había extrañado tanto.

—No nos avisaste que vendrías, te hubiéramos hecho una gran cena, ¿por qué no has llamado?— Louis hace una mueca ante las preguntas de Lottie y esta entiende al instante— Mamá terminó con él hace tiempo... No sabíamos como contártelo, no teníamos tu número ni tu dirección.

Louis se ve sorprendido, pensaba que al volver vería al idiota de Jackson en su hogar, Johannah había estado con él durante tanto tiempo y Louis a penas entró a la Universidad lo vió como una vía de escape.

No soportaría ni un día más insultos de su parte por su orientación sexual, odiaba lo hipócrita que era.

—¿Cómo? ¿por qué?— Louis mira a su madre y ella se encoge de hombros.

—Nunca me contaste que era una miérda contigo cuando yo no estaba y no me vengas con el cuento de que no te hubiera creído, eres mi hijo, claro que te hubiera creído— Louis baja la mirada ante el regaño— intentó levantarle la mano a Lottie, fué más que suficiente para sacarlo de aquí.

Johannah era una mujer fuerte y autosuficiente, sólo tenía dos hijos que eran Louis y Lottie, trabaja en el hospital de Doncaster como enfermera y amaba lo que hacía, de ahí viene la vocación de Louis.

—Te amo, las amo, a ambas.

—¿Te quedarás aquí por mucho tiempo?

—Me quedaré durante todas las vaciones de invierno— sus mujeres favoritas se ven cómplices y ambas lo vuelven a abrazar.

Se había olvidado de su corazón lastimado, no había nada mejor que estar entre los brazos de su mamá y su hermana.

Heartbreaker Boy |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora