Heartbreaker Boy |Larry Stylinson|

Capítulo 30.

—Tienes que tener más cuidado— Louis tenía sus piernas aferradas a los costados de la cintura de Harry, veía el pequeño corte con atención, había limpiado la herida, pero aún así estaba preocupado.

Harry veía con atención el rostro de Louis, realmente no podía apartar la vista de él por más que lo intentara.

Louis baja la mirada hasta Harry y hace una mueca divertida.

—¿El golpe te dejó tonto o qué?

—Te amo.

Louis lo queda mirando en silencio y luego vuelve a reír, niega con su cabeza y cubre su boca con una de sus manos.

—Definitivamente el golpe fué fuerte— comenta aún entre risas, de verdad el ojiazul pensaba que el golpe que se había dado Harry lo había dejado aturdido— dime cuántos dedos ves aquí— levanta tres de sus dedos y vuelve a reír con fuerza.

Harry suelta un suave gruñido y baja los dedos de Louis, acaricia su mano con suavidad y deja un beso en el dorso de ella.

—Estoy hablando en serio, no es por el golpe— la seriedad de el ojiverde detiene la risa de el ojiazul, el pequeño castaño comienza a procesar sus palabras y cae en cuenta con lentitud, ¿realmente lo decía en serio? ¿lo amaba?— nunca diría algo que no sintiera.

Louis mantiene la mirada fija en el precioso chico debajo de él y entreabre sus labios para decir algo, una pequeña sonrisa se asoma en las comisuras de sus labios.

—Tú... ¿estás seguro?— Harry lleva la mano de Louis a su pecho y sin apartar sus ojos de él asiente lentamente.

—Completamente seguro— una de las manos de Harry se posa sobre la suave mejilla de Louis, acaricia la zona con su dedo pulgar y el ojiazul cierra sus ojos ante el tacto.

Una pequeña sonrisa aparece en los rellenos labios de el ojiverde e intenta levantarse para besar los labios de Louis, el dolor de cabeza junto al mareo lo llevan de vuelta a la cama.

Louis ríe con suavidad y el se inclina para mirar de una más cerca el bello rostro de Harry, deja un beso en la punta de su nariz y enreda sus dedos en el cabello del mayor, acaricia el cuero cabelludo para darle un poco de alivio y mantener su atención en las caricias.

Harry se relaja ante el tacto y lame sus labios humectandolos, susurra un suave “gracias” y Louis tararea en respuesta.

—¿Puedo besarte?— el ojiazul nota como la luz del día se iba desvaneciendo lentamente, mira hacia la ventana y se puede notar el atardecer a través de las cortinas.

Vuelve a mirar a Harry y asiente, se inclina con lentitud y sin parar sus suaves caricias deja un tierno y lento beso en los labios del contrario.

El ojiverde cierra sus ojos apenas siente comos sus labios se unen con los de Louis, entreabre sus labios sintiendo el dulce y característico sabor invadiendo su boca, se había vuelto malditamente adicto a los labios del bonito castaño.

Louis se rompe el beso, pero aún así murmura sobre los labios de Harry:

—Yo también te amo.

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Harry termina de poner los vasos y Louis llega en ese momento con la comida que recién habían preparado, pone los respectivos platos en los lugares correspondientes y ambos se sientan.

Louis mira a Harry y ve como su rostro se veía menos cansado que antes, eso era un alivio.

—¿Por qué estás tan cansado últimamente?— Harry alza la mirada hacia su chico y sonríe con ternura.

—No estoy durmiendo como debería, no me gusta el sentimiento de estar solo y no me deja dormir por las noches, por eso Liam tiene las llaves de mi departameto, siempre solía dormir en la habitación de huéspedes... Es raro, lo sé— Louis se mantiene en silencio y la preocupación aumenta.

—¿Sabes a que se debe eso?

—Realmente debería ser claustrofóbico— comenta el ojiverde y el ojiazul siente un amargo sabor en la boca de su estómago, no tenía un buen presentimiento— desde pequeño supe mi orientación sexual, pero a mi padre no le agradaba la idea de que “fuera indeciso” eso es una miérda ¿sabes? La bisexualidad no es que no sepamos elegir un lado, en fin, él era un homofóbico de miérda y cada vez que podía y con cada estúpida excusa, me dejaba encerrado en mi armario, como una referencia de que “mantuviera mi lado gay en el armario”

Louis pone su mano sobre la de Harry en modo de apoyo.

—Podía mantenerme horas encerrado y comencé a temerle a la oscuridad y a la soledad, no puedo estar solo en una habitación oscura por mucho tiempo... Me hace sentir seguro saber que alguién está conmigo— Louis entrecierra sus ojos aguantando las ganas de llorar—mi mamá nunca se daba cuenta, mi padre llegaba tres horas antes que ella y me amenazaba con que no le contara, no fué maltraro físico, pero si psicológico.

Inconscientemente habían pasado algo parecido, Louis recibía insultos constantemente, pero a Harry lo encerraban y lo reprimían como si eso pudiera cambiar algo.

¿Por qué no podían simplemente aceptar que amor es amor? No había nada de malo en amar a alguién más.

Era devastador saber que muchísimas personas podían estar pasando por lo mismo, podían estar recibiendo ofensas, insultos, golpes, maltratos, desprecios y humillaciones por el simple hecho de amar.

El mundo no era una miérda, las personas lo eran.