Capítulo 28

5 1 0
                                    

Sofia.

[Capítulo con contenido adulto]

Estaba plácidamente dormida en mi cama cuando un ruido proveniente de la mesita de noche me hizo despertar.

Me di cuenta de que alguien me abrazaba por la cintura y eso me hizo recordar que estaba desnuda y que el que estaba dormido cómodamente atrás de mi era Cárter.

La parte cuerda de mi cabeza me golpeó por haberme dejado llevar por la situación y haber caído en sus brazos de nuevo.

El ruido que me despertó volvió a sonar y me di cuenta que era mi celular, así que lo levanté para poder verlo y me di cuenta que tenía tres llamadas perdidas de Daniel y como diez mensajes de él. Intente volverme a acomodar para seguir durmiendo ya que eran como las tres de la mañana y mi cansancio no tenía tiempo para remordimientos, cuando el teléfono volvió a sonar indicando otra llamada.

No me quedo otra opción más que salir con cuidado de la cama para no despertar a Cárter, tomar un vestido de dormir que tenía abajo de la cama y tomar el teléfono para contestarlo fuera de la habitación.

Me dirigí a la cocina por una vaso de agua mientras contestaba la llamada.

—Hola. ¿Estás ocupada?— me preguntó Daniel al otro lado de la línea y me sorprendió escuchar su voz.

—Estaba durmiendo— comenté un poco divertida mientras me tomaba el vaso de agua.

—Lo siento, se me olvidó la diferencia horaria, solo quería escuchar tu voz.

—No hay problema, pero te molesta que hablemos mañana. Tengo sueño — trate de no sonar muy cortante, pero de verdad tenía mucho sueño.

—Lo siento, de verdad. Y me encantaria que habláramos mañana— sonaba bastante ilusionado.

—Bien, te marco en unas horas— me rei un poco para aliviar la tensión y Daniel se despidió y colgó la llamada.

Estaba cuestionando me el regresar a la cama con Cárter o quedarme a dormir en la sala cuando salió de mi habitación con sus bóxers negros pegaditos y me miró con una sonrisa.

—Me desperté y no te sentí a mi lado. ¿Pasa algo?— se quedó al otro lado del mesón que dividía la sala de la cocina.

—No, solo fue una llamada— le dije ofreciéndole el vaso con la mitad de agua y él lo acepto.

—Bien, ¿Por qué no regresamos a la cama?— me dió una sonrisa cuando terminó de beberse el agua.

La oferta sonaba bastante tentadora teniendo en cuenta lo que habíamos hecho hace unas horas, pero mi parte racional me decía que no era una buena idea.

—Yo creo que deberías irte a tu departamento, William debe estar muy preocupado por ti— le di una sonrisa y él me la devolvió caminado hacia la puerta de la cocina para entrar y quedar frente a mi.

—Yo no creo que esté preocupado por mi, pero si me lo pides directamente me voy— me abrazo por la cintura mientras me miraba a los ojos y después a mis labios mientras lamía los suyos.

Ese simple acto me prendió tanto que me valió un comino lo que dijera mi parte racional sobre que esto era una mala idea. Me puse de puntas para alcanzar su boca y besarla mientras le echaba mis manos al cuello.

El beso subió de intensidad cuando comenzó a bajar sus manos a mi trasero y lo apretó con deseo, me subió en el mesón para meterse entre mis piernas mientras besaba mi cuello y yo acariciaba su espalda enterrando mis uñas cuando sentí sus labios sobre mis pechos encima del vestido para dormir.

Quiero amarte [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora