Sofia
Me gustaba la idea de que Cárter y Sam conocieran mi país, pero a la vez me daba un terror que mi familia se enterará que estaba aquí e insistieran para que fuera a la gran cena familiar navideña.
Les había puesto de excusa a mis abuelos, que estaba trabajando en un proyecto importante para la carrera de finanzas y que por esa razón no podría viajar.
La mamá de Karen nos recibió con una gran sonrisa y me hizo recordar cómo era la navidad en mi familia antes de lo que pasó.
Mi familia hacia una gran cena en la casa de mi abuelo paterno, todos convivíamos juntos, contábamos historias de la familia y cosas por ese estilo, hasta el año en que yo me deje engañar por un estúpido y pase toda la navidad en mi cuarto deprimida por no haber cuidado a mi bebé.
Esos recuerdos tan tristes me hicieron levantarme de la cama que compartía con Sam para salir de la habitación en busca de la única persona que me hacía sentir segura en sus brazos.
Toque la puerta del cuarto de Cárter y me abrió cuidadosamente para no hacer ruido y despertar a los demás.
—¿Puedo dormir contigo?— le pregunte un poco nerviosa por la situación.
—Claro— se hizo a un lado para dejarme pasar y señaló la cama para que me acostara con confianza.
—No pretendo hacer nada ya que no quiero incomodar a la mamá de Karen ni a su hermano, solo que regresar a México me ha puesto muy nerviosa y no quisiera dormir sola. Y tu hermana patea y habla dormida— bromeé para aligerar la tensión de la situación y Cárter me abrazo de la cintura y me dió un beso para después acostarnos en la cama y dormir abrazados.
A la mañana siguiente me desperté primero que Cárter y cuidadosamente salí de la cama para no despertarlo y regrese al cuarto que compartía con Sam. Gracias al cielo aún no se había despertado, así que aproveche para darme una ducha, cambiarme y bajar a desayunar.
En la cocina se encontraban Karen y su mamá preparando unos deliciosos chilaquiles con café que inundaban la casa con su rico aroma.
—Hola. ¿Cómo dormiste?— me saludo Karen cuando me senté en la pequeña mesa de la cocina y me extendió una taza de café.
—Bastante bien, y gracias por dejarnos quedar.
—Para mi es un honor tener a más gente en esta casa— me brindó una sonrisa la señora y salió de la cocina.
—¿Tu familia sabe que estás aquí?— me cuestionó Karen mientras checaba la salsa.
—No, les dije que tenía un proyecto para la universidad, no quería repetir la experiencia de hace dos años con ellos— me acerque para ayudarla a picar la fruta.
—Se que es muy difícil tú relación con ellos, pero no los vas a poder evitar toda la vida— dejo la cuchara con la que movía la salsa para mirarme.
—Lo se pero como perdonas a las personas que te han hecho tanto daño— la mire a los ojos para que me diera una respuesta cuando se escucharon risas y pasos acercándose.
—Buenos días— nos saludo Sam con una gran sonrisa y ella y Cárter se sentaron en el mesa de la cocina.
Minutos después bajo la mamá de Karen con su hermano y todos desayunamos entre platicas de la universidad y cosas vergonzosas de Karen.
—Tu tío dará la fiesta de navidad mañana hija— comento la señora y Karen solo asintió con la cabeza.
—Claro mamá, vamos a ir a esa fiesta— le guiñó un ojo a su madre — Las fiestas de mi tío son una locura— aseguró Karen con una sonrisa malvada.
El resto de día lo pasamos conociendo el país a petición de los hermanos y terminamos comiendo tacos en un puesto como todo un buen mexicano.
En la noche si me quedé a dormir con Sam ya que estaba tan emocionada con la fiesta que se había tardado en dormir y a mí me había ganado el sueño.
Al amanecer desayunamos, fuimos a comprar unos regalos para un intercambio que haríamos mañana 25 de diciembre y unos vestidos para la fiesta.
Como a las cinco de la tarde todos estábamos listos para ir a la casa del tío de Karen donde se daría la fiesta y era una típica fiesta mexicana con comida, bebidas, música para bailar y gente hermosa que te hacía sentir en familia aunque no los conocieras.
Comimos varios platillos típicos de México y Sam quedó fascinada con los sabores, le tomaba fotos a todos los platillos y Cárter casi se nos muere porque probó un guisado muy picoso, todos nos reímos de las caras que hizo.
Aunque ellos no entendieran mucho del idioma ya que no lo manejaban bien, se estaban divirtiendo mucho.
—Dice mi tía que tienes que sacar a bailar a Cárter— me gritó en el oido Karen para que la logrará escuchar a través de la música.
—¿Y por qué no lo sacas tú?— la cuestione mientras veía a Sam muy animada tratando de bailar al ritmo de una cumbia.
—Tú le tienes más confianza y tienes sexo con él, será más fácil que baile contigo a que lo haga conmigo— la fulmine con la mirada y sabía que sino salía a bailar con el pobre Cárter seguirían insistiendo hasta hacerme enojar.
Me acerque un poco a Cárter y él me prestó atención.
—¿Quieres bailar?— le grite cerca de su oído para que me escuchará.
—No se hacerlo.
—Yo te enseño— le extendi mi mano y le di una enorme sonrisa para convencerlo hasta que finalmente acepto.
Cuando nos paramos comenzó a sonar una cumbia titulada "tus jefes no me quieren", que estaba más que convencida de que Karen la había escogido para burlarse de mí.
Nos pusimos en la orilla de la pista para tratar de escondernos un poco y le expliqué a Cárter dónde poner las manos y le marque el ritmo y los pasos.
Le costó trabajo entender los pasos y tomar confianza para soltarse en el baile pero al último lo logro y por las carcajadas que se reflejaban en las caras de Sam y Karen sabía que habíamos hecho un poco el ridículo, sin embargo estaba muy contenta de haber bailado con Cárter y que conociera mi país.
Cuando la fiesta termino regresamos a casa y al día siguiente abrimos los regalos de navidad.
Me emociono que Cárter me hubiera regalado un hermoso vestido con un collar y me pidió que me los pusiera específicamente para la cena de año nuevo que la celebramos en la casa con Melissa y William.
Yo le había regalado un perfume que estuviera acuerdo con su olor masculino ya que me volvía loca su aroma y sentía que el perfume lo resaltaría demasiado.
[Esta es la canción que Cárter y Sofia bailaron].
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Quiero amarte [Libro 1]
Teen FictionEs tan difícil confiar en alguien, en entregarte de todas las formas posibles; al principio no es tan difícil porque no sabes lo que esperas, no tienes la experiencia y crees que todo es como lo pintan en los libros o en las novelas. Lo complicado l...