Sofia
Había pasado una semana bastante caótica para mí que se basaba en exámenes y proyectos sumando el trabajo de medio tiempo.
Lo único bueno era que el sábado me daría un respiro y que la próxima semana sería más libre.
Me encontraba en mi habitación alistándome para salir a comprar unas cosas para la comida y así distraer mi mente de todo el estrés.
Terminaba de colocarme la blusa cuando alguien tocó la puerta y respondí con un simple pase.
—Hola ¿Estás ocupada?— me saludo Cárter asomándose por la puerta.
—No, voy de salida ¿Qué pasa?— voltee para mirarlo porque estaba terminando de maquillarme sentada en mi cama.
—Te quería dar la gracias por cuidarme el sábado pasado, no lo pude hacer ese día porque mi garganta irritada no me lo permitía y no te había visto toda la semana— entro en mi habitación cerrando la puerta detrás de él y sin pensarlo me imaginé algo que no debía imaginarme con él.
—No hay problema, lo hice con gusto y yo sé que se siente no poder dormir porque te sientes ahogado— solté una risa nerviosa, porque no sé si era yo o comenzaba a hacer calor dentro.
Cárter también sonrió y empezó a recorrer mi cuerpo con su mirada, lo que provocó que mis hormonas se alborotan.
—De verdad te lo agradezco— soltó en un susurro y no sé porque demonios tenía la necesidad de besarlo.
Nunca antes me había sentido tan ansiosa de besar a un chico, pero con Cárter era totalmente diferente, era como si no lo pudiera controlar y mis hormonas tomarán todo el control.
Sin pensarlo dos veces me levanté de la cama y me acerque a Cárter a pasos lentos para ver si entendía lo que trataba de hacer, él solo me observaba con cautela mientras se mordía el labio inferior. Cuando estaba frente a él mi mano derecha subió desde su pecho hasta detrás de su cuello y lo besé.
Fue un beso profundo al que respondió de inmediato y con la misma intensidad, sus labios se movían en sincronía con los míos y era tan delicioso que sin darme cuenta Cárter ya me tenía recostada en la cama con él sobre mí.
Comencé a levantar su playera para quitársela mientras él besaba y mordía mi cuello lentamente, yo acariciaba su espalda y me aferraba más a él.
Me sorprendía la facilidad con la que mi cuerpo y mente respondían a sus caricias, a sus besos, como me perdía en su piel y sabía que eso estaba mal, porque nunca antes lo había sentido con otro hombre, esa necesidad de que un hombre me toque y me besé sin que hayamos interactuando o acordado tener sexo antes no era normal en mi.
Después de mi primera experiencia con ese tarado que se burló de mí, tenía muy controlado el con quién me acostaría o a quien le permitiría tocarme, no sin antes advertirles que solo era sexo sin nada más.
Pero Cárter despertaba muchas cosas interesantes y aterradoras dentro de mí, es como si él sacara a esa niña tonta de quince años que aún creía en el amor y botara a la basura a la Sofia que me había costado tanto tiempo y lágrimas contruir.
Nos separamos un poco por aire y Cárter me miró para que le diera la aprobación para quitar mi blusa y mi sostén, a lo que yo solo asentí y volvía a besarlo.
Él me quito con cuidado y ternura las prendas y comenzó a besar mis pechos, lo que me volvió loca y me hizo soltar un pequeño gemido de apreciación.
Cárter beso mis dos pechos y después empezó a bajar con pequeños besos hasta que llegó a mi pantalón dónde lo desabrochó rápidamente para después comenzarlo a bajar junto con mi ropa interior, cuando tocaron a la puerta y del susto lo empuje a un lado y callo de espaldas sobre el suelo.
—¿Quién?— pregunté con la voz agitada por el momento y me levanté para acomodar mi pantalón y ponerme mi ropa.
—¿Estás bien Sofi?— me preguntó Sam desde el otro lado de la puerta y yo no podía abrochar el sostén, así que Cárter se puso de pie y me ayudó a hacerlo para después darme un beso en la espalda.
—Si, si estoy bien. ¿Qué pasa?
—Karen quiere saber si ya te vas a ir por las compras porque tiene algo de hambre y ¿No has visto a mi hermano?— acomode mi pelo en el espejo junto a la puerta y Cárter termino de acomodar su ropa.
—Ya salgo y a tu hermano no lo he visto— Cárter me miró con una gran sonrisa en su cara y yo solo lo golpee en el hombro para que se dejara de burlar.
—Bien, date prisa.
—Ok, ya voy.
—¿A dónde vas?— me tomo de la cintura acercándome a él y sin pensarlo dos veces me me aleje de él y di dos pasos atrás.
—Lo que acaba de pasar entre nosotros fue un impulso que no creo que sea conveniente que vuelva a pasar— Cárter frunció el seño y antes de que pudiera decirme algo salí de la habitación y tome las llaves de la casa y mi bolso para fui al súper.
Mientras compraba las cosas de la lista no podía dejar de pensar en lo que acababa de hacer, en qué estaba pensando cuando decidí besarlo de esa manera, me sentía muy enojada conmigo misma por no poder haber controlado mis hormonas y haberme aventado a tener relaciones con el hermano de Sam, es que soy una estúpida.
Cuando termine de hacer las compras y llegué a casa me encontré con que William estaba sentado en la sala con Melissa y a su lado estaban Cárter y Sam, los cuatro estaban viendo una película y Cárter al verme con las bolsas de las compras se puso de pie para ayudarme a llevarlas a la cocina.
—Tardaste mucho— me reprochó Karen quien se encontraba cocinado una pasta.
Cárter dejo las cosas sobre la encimera y volvió con su hermana, no sin antes mirarme y sonreírme.
—Había algo de gente— hablé bajo mientras lavaba mis manos en el fregadero.
—Lo bueno es que ya llegaste porque muero de hambre— comento sacando las verduras y me las dió para lavarlas.
—Hice algo estúpido— comenté por lo bajo y Karen me miró esperando que continuará. —Casi tengo relaciones con el hermano de Sam.
—El tipo está bastante bueno, no era para menos que cayeras bajo sus encantos— comento despreocupada mientras cortaba la carne.
—Yo fui la que lo atacó, ¿sabes lo incómodo que va a ser tenerlo aquí después de que casi llegamos al final feliz?
—Solo no se lo digas a nadie— me sorprendió su desinterés y la facilidad con la que lo tomaba.
—Me conoces y sabes lo que pasó con Daniel, él lo confundio todo y le rompi el corazón ¿Qué te hace pensar que con Cárter es diferente, que no voy a hacer lo mismo?
—Sofia, yo no soy la que te tengo que controlar o decirte lo que tienes que hacer o no, pero si a ti te nació el impulso por besarlo es porque te gusta y sientes algo por él, así que deja de complicarte la vida y ayúdame con la cena.
Ella tenía un poco de razón, pero dudaba que Cárter entendiera que yo no quería una relación y lo que ella implicaba. No quería lastimarlo, pero debía admitir que me sentía distinta estando a su lado, él me hacía dejar de pensar en las consecuencias y solo actuar por impulso.
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Quiero amarte [Libro 1]
Teen FictionEs tan difícil confiar en alguien, en entregarte de todas las formas posibles; al principio no es tan difícil porque no sabes lo que esperas, no tienes la experiencia y crees que todo es como lo pintan en los libros o en las novelas. Lo complicado l...