Capítulo 32

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Sofia.

Cuando terminamos de desayunar me dispuse a lavar los platos mientras todos se arreglaban para salir.

—Tú tienes que descansar, yo lo hago— Cárter me quito el plato de la mano y me guió al sillón. —Aqui te quedas hasta que yo acabe de recoger todo y después podemos ver una película— le di una mirada de desaprobación y como respuesta me dio el control del televisor y en beso en la cabeza.

Karen se fue diciendo que no llegaría hasta el domingo, Sam tenía planes con Liam, Will y Meli también saldrían por ahí y era poco probable que llegarán a dormir, así que otra vez nos quedaríamos solos Cárter y yo.

Trate de esperar pacientemente en el sillón pero se me hacía imposible no ayudarle a recoger a Cárter, así que sin pensarlo dos veces me puse de pie y entre en la cocina para secar los platos y acomodarlos.

—Eres un poco necia— se burló de mí pero lo ignore y seguí secando.

Terminó con los cubiertos y se seco las manos para tomarme de la cintura y cargarme como un costal de papas hacía el sillón.

—¿Qué estás haciendo?— estaba molesta por lo que había hecho y un poco mareada.

—Necesitas descansar y me haces muy difícil el trabajo de cuidarte— se sentó a mi lado y puso Netflix para ver una película.

Aún estaba un poco molesta porque no me había dejado ayudarlo, pero sabía que él tenía razón y ya me estaba mareando un poco.

Eligió una película romántica que al principio estaba muy bonita y contaba la historia de cómo se había conocido los protagonistas, solo que a la mitad de la película comenzó una escena un poco subida de tono que para ser honesta me puso las hormonas a volar. Esa escena me hizo recordar lo sucedido en la cocina, en mi cuarto y sin darme cuenta ya estaba mirando fijamente a Cárter imaginándome una y mil cosas indecentes.

Sin pensarlo mucho me subí encima de él y lo besé apasionadamente a lo que me respondió de la misma forma.

Sus besos me hacían olvidarme hasta de mi nombre y desearlo casa vez más, despertaba en mi una pasión interminable que me hacía perderme en su piel de una manera única.

Me aferre a su cabello moviendome un poco para crear fricción entre nosotros, Cárter puso sus manos sobre mi trasero y lo apretó con deseo guiando mis movimientos por encima de la ropa.

Dejé de besarlo para quitarle la camisa por encima de su cabeza y acariciar su pectorales, lo mire a los ojos y se la lamió los labios mientras metía sus manos por debajo de mi pantalón de pijama para apretar directamente mis nalgas. Lo besé de nuevo para después besar su cuello y morder lo de manera sensual.

Cárter me separó de él para acariciar mi cara y quitarme la blusa y el sosten, después hizo que me pusiera de pie para bajarme el pantalón junto con la ropa interior, él también se quitó el pantalón con el boxer azul pero permaneció sentado.

Volví a sentarme a ahorcadas encima de él sintiendo el contacto directo que aumentaba mis ganas de tenerlo dentro de mi, me beso con deseo mientras masajeaba con cariño y lentitud mis pechos, después me miró, acaricio mi mejilla y beso mi cuello bajando lentamente a mis pechos y mientras jugaba con ellos hizo que me levantará un poco para posicionar su miembro en mi entrada y me deje caer suavemente sintiéndolo llenarme por completo.

Me quedé quieta unos momentos y mi boca regreso a la suya para comenzar a moverme de manera lenta pero deliciosa y Cárter me guiaba con sus manos en mis caderas marcando un movimiento un poco más brusco y rápido, lo cual me hizo gemir en su oído mientras enterraba mis uñas en su espalda.

Me encantaba la manera de moverse de Cárter, empezaba en una forma lenta haciéndote sentir cómoda para después acelerar sus movimientos y llevarte al cielo con sus profundas penetraciones, hacerlo con Cárter era una forma única que ningún hombre me había hecho sentir antes.

Estaba a punto de llegar a mi adorado orgasmo cuando Cárter me tomo de la cintura para separarme de él y acostarme en el sillón delicadamente mientras se subía sobre mí y me penetraban de nuevo está vez un poco más brusco.

Mis gemidos salían sin control mientras yo me aferraba a él con mis piernas y manos.

—Besame— le suplique perdiendo me en el placer.

Cárter me obedeció y me dio un beso profundo al mismo tiempo que lo sentía ponerse aún más duro y sus embestidas se volvían incostantes y desesperadas, lo que me decía que estaba a punto de venirse conmigo y cuando llegó el preciado orgasmo atañe su espalda gritando su nombre entre gemidos.

Estuvimos todo el día juntos en mi habitación, después del sofá lo hicimos en la cama, mientras nos bañabamos y a la hora de hacer lo que haríamos de comer.

Parecíamos unos novios recién casados estrenando su hermosa casa haciéndolo en todo lugar.

Al final nos quedamos solos hasta el domingo por la noche que fue cuando llegaron las niñas y Cárter se fue a su departamento no sin antes despedirnos con un apasionado beso en la oscuridad de mi cuarto para que las niñas no nos vieran.

Me encantaba estar con él, había una conexión única que hacia cada experiencia ya sea sexual o conviviendo como amigos me diera esa seguridad y protección que yo necesitaba para entregarme por completo a una persona.

Quiero amarte [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora