Capítulo 29

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Cárter

Me impresionaba la postura que había tomado Sofia a lo que había pasado ayer entre nosotros, la conexión que teníamos era muy buena y para ser sincero a mi me había gustado desde que la ví el primer día de escuela.

Sofia transmitía una paz y una seguridad pero a la vez algo me decía que vivía atormentada por su pasado.

Algo en su mirada reflejaba una tristeza profunda que ella disfrazaba con una hermosa sonrisa; con nadie mantenía mucho el contacto visual directo.

Estaba dispuesto a aceptar su trato no porque de verdad lo quisiera, a mí se me hacía una bajeza utilizar a una chica solo para tener sexo sin preocuparte por ella o sin tener sentimientos al respecto. No podía solo tomarla por una noche sin que mi corazón se involucra en el camino.

Ese era el acuerdo que ella quería y aunque no estuviera totalmente de acuerdo con eso, haría cambiar de opinión a Sofia y la conocería lo demasiado para comenzar a enamorarla.

Cuando terminamos de desayunar le marque a mi hermana porque estaba un poco preocupado por ella ya que ese tal Liam no me causaba mucha confianza.

—¿No contesta?— me pregunto Sofia mientras terminaba de lavar los platos.

—No. ¿Debería empezar a preocuparme?— la cuestione y ella se volteo para quedar frente a mi.

—Si no aparece en unas horas, yo creo que sí— me sonrió de manera burlona y me dieron unas ganas enormes de besarla y hacerla mía como anoche.

— No es gracioso— trate de sonar serio, pero no lo logré y ella se empezó a reír.

Estaba a punto de acercarme a ella para tomarle de la cintura, besarla y subirla sobre el mesón, cuando mi hermana abrió la puerta con algo de dificultad ya que traía unos paquetes.

Salí de la cocina para ayudarla y cerré la puerta con mi pie sin darme cuenta de quien venía atrás.

—Oye aún falta alguien por entrar— me regaño mi hermana y abrió la puerta para dejar pasar a su novio.

—Gracias— dijo Liam a mi hermana y me dio una mirada rara que no supe interpretar.

—¿Qué son todas estas cosas?— pregunto Sofia revisando algunos paquetes y yo tomaba asiento en un sillón para no interrumpir.

—Algunas cosas se las dió mi madre a Sam y las de allá son el desayuno— explico el novio de mi hermana a Sofia mientras Sam intentaba acomodar el desorden.

— Trajimos suficiente comida para desayunar los cuatro—le sonrió Sam a Sofia.

—Nosotros ya desayunamos— se disculpo Sofi con mi hermana y con Liam. —De hecho yo ya iba de salida, tengo unas cosas que hacer, están en su casa— se despidió Sofia mientras agarraba sus llaves y cartera.

—Yo también tengo cosas que hacer— me disculpé y mi hermana me miró mal por no aceptar el desayuno que ellos habían traído. —Mas tarde tengo que hablar contigo, hasta luego — me acerque para darle una beso en la mejilla a mi hermana y le di la mano a Liam.

Al salir del apartamento me di cuenta que Sofia no me había esperado como yo tenía pensado que lo iba a hacer, así que para no perder tiempo esperando el elevador decidí ir por las escaleras para tratar de alcanzarla en la salida.

Estaba llegando al último piso cuando el elevador se abrió y Sofia al verme comenzó a reírse.

—¿Les diste privacidad?— me comentó burlona al salir del edificio.

—No soy bueno con esas cosas de conocer a las parejas de mi familia— caminamos en dirección contraria a la de la universidad. —¿A dónde vamos?

—A mi tampoco me gusta hacer mal tercio así que siempre que hay cosas que me incomodan en la casa me siento en una banca de este hermoso parque— caminamos como dos calles y había un pequeño pero bonito parque en dónde habían muchas áreas verdes y la vista era fantástica.

—Es muy bonito— admití mientras Sofia se sentaba en una banca cerca del centro.

—¿Por qué terminaste con tu novia?— su pregunta me tomo por sorpresa pero no me incómodo.

—Ella me engaño con el maestro de artes de su hermana y no quería que yo viniera a estudiar aquí, decía que era egoísta de mi parte cancelar los planes que teníamos juntos.

—¿Qué planes?— me miró con curiosidad.

—Bueno, ella y yo teníamos mucho tiempo de ser novios, habíamos prometido graduarnos tener hijos y casarnos, era una visualización de la vida perfecta.

—¿Cómo garantizaban que así sería?

—La planeamos una noche después de tener relaciones, creo que el sexo nublo nuestro juicio y por eso prometimos todo eso— me encogí de hombros porque la verdad era que todo eso lo había dicho Catherine.

—¿Tú sientes que el venir a estudiar aquí arruinó los planes que tenías para tu futuro?

—Vine aquí por mi hermana, ella me necesitaba. No siento que halla influido en mis planes porque en realidad no tenía claro que hacer después de terminar la carrera y graduarme.

—¿Y ahora lo estás?

—Yo creo que tú debiste estudiar psicología o algo así— comenté divertido y ella sonrió de manera dulce. —¿Y tú por qué escogiste estudiar aquí?

—Para huir— su mirada estaba perdida en el frente en una señora que paseaba con su pareja y un bebé. —A veces se necesita salir de tu zona de confort para encontrar lo que has perdido.

—¿Y qué perdiste?— la miraba con atención mientras la evaluaba.

—A mi misma, a lo que era, me perdí y aún no he podido encontrar esos pedazos que se perdieron cuando....— no termino la palabra y me miró como si hubiera despertado y lo que estaba a punto de decir no era adecuado. —En fin, no importa mucho el porqué estoy aquí. ¿Te parece si vamos por un café?— se puso de pie y comenzó a cambiar.

—Claro— la seguí analizando un poco sus palabras, pero no llegue a ninguna conclusión.

Fuimos a una cafetería algo pequeña pero muy bonita y nos sentamos afuera en una de las mesas mientras tomábamos el café.

Platicamos de mi, de la universidad, de mi hermana y muchos otros temas, pero cuando yo quería saber algo de su familia o su país cambia totalmente de conversación.

Al final regresamos al edificio y me baje en mi piso para bañarme y dormir un poco.

Me sentía muy cansado e intrigado por lo que iba a decir Sofia.

Quiero amarte [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora