What a feeling in my soul
Love burns brighter than sunshine
It's brighter than sunshine
Let the rain fall I don't care
I'm yours and suddenly you're mine
Suddenly you're mine
And it's brighter than sunshine
Aqualung
La puerta se abre ante nosotros en el estacionamiento y siento los dedos de Barry que buscan mi mano. Los enlazo con los míos y damos un paso dentro del ascensor. El mismo que nos reunió por primera vez en Londres, unos veinte días atrás.
Muchas cosas han cambiado. Por ejemplo, la mano en cabestrillo de Barry. Y que yo en lugar de la chaqueta michelín de Car y los accesorios tejidos de Tabby estoy usando una bufanda Burberry de mi productor musical y el abrigo de lujo que me ha regalado papá. Vale, llevo una minifalda con pantimedias negras y las Converse debajo de tan nobles prendas, pero algo es algo.
Alzo la cabeza para mirarlo cuando nos ubicamos contra la pared del fondo, preguntándome si volverá a levantarme del piso de un beso o si ya somos como un viejo matrimonio aburrido. Barry va camuflado con sus lentes de sol y mira al frente, pero puedo ver cómo se dibuja una curva donde se juntan el bigote y la barba. Su sonrisa Grinch.
El corazón me late tan fuerte que creo que él lo puede escuchar. Siento su pulgar acariciando el dorso de mi mano y ejerciendo esa presión que me electrifica las terminaciones nerviosas y corre por todo mi brazo hasta el cerebro para nublarme la visión, y trago saliva. En cuanto la puerta se cierre, Barry Brown me hará algo, me va a expandir los límites, y no sé qué ni cómo, pero ya estoy entregadísima.
Escucho pasos que corren y ruego que la puerta se cierre, pero un segundo después de que la puerta comienza a moverse, una chica aparece agitada ante nosotros y estira el brazo para activar el sensor mientras se estabiliza sobre sus taquitos.
La puñetera puerta se detiene. Barry oprime mis dedos, quizá sintiendo la misma frustración que yo, y cuando la chica ingresa al ascensor, nos mira y luego observa la botonera moviendo el índice arriba y abajo como si hubiera olvidado a qué piso va. Pienso que yo estuve igual de perdida aquella vez y ahora estoy completamente ubicada en la vida, muy bien aferrada a la única mano disponible de Barry Brown. La chica marca el 32 y frunzo los labios.
Mierda.
Adiós beso cavernícola de ascensor. Ha sido hermoso mientras ha durado la ilusión, ta—ta, darling.
Entonces la chica se apoya en la pared lateral, gira la cabeza hacia nosotros y clava los ojos en él, como si yo fuera su paraguas, apoyado a su lado. Sé que lo ha reconocido a pesar de los anteojos, de la barba y de mí, actuando de paraguas a su lado. Anda ya, que ni yo misma lo he examinado así al verlo subir al ascensor. Bueno, sí, lo he chequeado como un rayo láser, pero no he sido tan evidente, joder, lo hice desde atrás del Agente Smith y Neo de Matrix.
Pestañeo con fuerza, a ver si se entera de que está mirando como una maleducada, pero por supuesto, ni me registra. Veo en su cara todos los síntomas de haberse topado con el hijo de Apolo en el ascensor y paso la vista hacia él, anonadada.
Barry permanece impasible, mirando al frente y dibujando ochos distraídos con el pulgar sobre la piel de mi mano, como si no hubiera nada ahí, clavándole la mirada. Nota que yo lo observo, ladea la cabeza y dibuja una pequeña sonrisa. Se ha dado cuenta de todo y se está divirtiendo con mi cara de no poder creer. Porque de verdad no puedo creer que esa estúpida sea tan descarada de no voltear y mirar otra cosa que no sea al hombre que tengo a mi lado. Incluso de reojo puedo notar cómo lo mira con cara de bovina.
Barry suelta mi mano y me rodea con su brazo, apresándome la cintura y pegándome a su cadera con un suspiro contra mi pelo. Una oleada de su perfume me da de lleno en todos los sentidos y me espabila. Doy un respingo. Él se pone en modo posesivo y soy yo la que tendría que haber marcado territorio en vez de quedarme tiesa de asombro.
ESTÁS LEYENDO
El sueño - Barry Brown 1 (Borrador)
Roman d'amour¿Qué pasará cuando todas esas fotos en la pared se vuelvan realidad? A sus veintidós años, Natalie Andrews está en plena crisis existencial. Estudió música para tocar y cantar las canciones de Barry Brown. Sueña con conocerlo, pero sus miedos e inse...