52. I won't give up

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I won't give up on us (No, I'm not giving up)
God knows, I'm tough enough (I am tough, I am loved)
We got a lot to learn (We're alive, we are loved)
Lady, you're worth it (And we're worth it)
I won't give up on us
Even if the skies get rough
I'm giving you all my love
I'm still looking up
Jason Mraz


Carta para cuando yo no esté — 17 de noviembre de 2009

Mi vida, mi sol, mi cielo:

Si lees esta carta es porque he muerto o la he cagado de verdad. Quisiera pensar que se trata de lo primero. Quisiera pensar que tendremos una vida llena de días como el de hoy: con momentos raros y momentos inolvidables, con tu sonrisa animada y tu gesto enojado. Todo. Así tal cual es. Acepto y abrazo todo lo que el día nos presenta, como sea, siempre y cuando estés a mi lado. Quisiera pensar que no voy a cagarla con mis debilidades, mis inseguridades, celos, y este bendito estado de ánimo que sube y baja desde que tu presencia me inunda de sensaciones completamente desconocidas e incontrolables.

Ahora no puedo dormir, no quiero terminar este día, que haya un corte y que tal vez mañana todo cambie. A veces siento eso: que mañana todo cambiará por una cosa o por la otra, como cambio yo, como cambias tú. Y temo que ese cambio nos distancie. Por eso decidí escribir también esta «Carta para cuando yo no esté», para que sepas que siempre habrá palabras mías por leer cuando necesites hacerlo con todo tu corazón. Para que sepas que te amaré por siempre, pase lo que pase entre nosotros. Sé que nada puede pasar tan grave que no nos permita volver a encontrarnos en esta vida, o en las que vienen (aunque prefiero pensar que en esta, hasta el final de nuestros días).

Hoy me has hecho profundamente feliz, como siempre, pero hoy especialmente, con tu risa, tu cariño, esa fotografía con el gesto de victoria ante el volante, el consuelo de tu humanidad para con mi hermana, la cena sin carne que ingeniaste para ella, tu regalo de cumpleaños, tus cartas para cuando no estés. Yo no sé muy bien qué es lo que hice para merecerte, ya te lo he dicho. Te veía dormir a mi lado mientras no podía pegar ojo, algo nervioso por haberte dicho lo que siento. Nunca se lo he dicho a nadie y no sabía que saldría, mucho menos que saldría así, tan torpemente. Pero es lo que ha salido. Y sé que no puedo esperar tu respuesta en tanto sienta dentro de mí que algo no está bien. Que estoy en falta contigo. Sé que no basta con que lo ponga en una carta. Sé que un día tendré que enfrentarte y decírtelo, aunque salga torpemente, como hoy. Pero al menos, si no llego a poder decirlo, quiero pensar que terminarás por saberlo y que de alguna forma eso me hará volver un poco. Sea como sea que me haya ido. La primera opción. O la segunda.

No sé qué pasa conmigo. En una época estaba diagnosticado como trastorno de ansiedad. Tomaba ansiolíticos y cuanta cosa amortiguara el estado, pero lo mismo era comer caramelos. Después me dijeron que era bipolar, que la medicación funcionaría cuando encontraran la dosis correcta, cosa que jamás ocurrió. Si trato de explicar lo que siento, es como tener a Mr. Hyde adentro, esperando a salir. Y cuando sale, pierdo el control absoluto. Por eso no manejo. Por eso James vive en casa y Megan anda siempre cerca. Ya te he dicho: tengo que romper todo, correr hasta el desmayo o follar como un animal. En verdad esto último ha sido mi escape durante años. Estaba a mano, nadie salía herido y nunca nadie sospechó nada extraño porque era de lo más lógico que el gran machote Barry Brown se dedicara a eso. No me enorgullezco, al contrario. Escribo esto y ya quiero quemarlo y hacerlo desaparecer. Que nunca tengas que ver la clase de hombre que he sido. Pero al mismo tiempo necesito que lo sepas, que lo entiendas o, al menos, trates de comprender por qué soy como soy o hago cosas que te sacan de las casillas. No quiero eso. No quiero vivir corriendo tus límites y sacándote de las casillas. Quiero que sigas siendo la hermosa, normal y sana persona que eres. Y que me lleves a mí a serlo. No quiero convertirte a favor de mi anormalidad. Y quiero ser honesto contigo. No pensé que me costaría tanto hablar sobre esto, pero he decidido que hasta que pueda hacerlo en persona, lo escribiré.

El sueño - Barry Brown 1 (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora