Blue Codes - Cody Christian y tú.

Capítulo 40: Hermosa oscuridad.

-Cody? -Llame al entrar al departamento, pero no escuche respuesta de su parte, al parecer se había ido. Suspire al recostarme en el sofá con mi taza de café necesitaba relajarme.

Estaba increíblemente sobresaltada por todo lo ocurrido, pero sabía muy bien lo que debía hacer. Tenía que darme cuenta de una cosa, al final Cody si conseguiría lo que quería "la herencia de su abuelo" sin dudarlo sería suya, yo sabía claramente cómo hacer que mi plan saliera a la perfección, todos los involucrados serían expuesto, al principio solo era Cody, pero cambió al darme cuento que los afectados por sus actos no eran del todo inocentes, pues el señor Robert no merecía ninguna consideración, traiciono a mi padre, yo no era nadie para juzgarlo, pero mi padre no debía seguir siendo engañado, de hecho mi padre tampoco es lo que creí y todo gracias a esos papeles confidenciales que me enviaron, no se quien los envió pero ahí estaba todo y no es que creería cualquier rumor sobre mi padre, simplemente mi visita en el banco me hizo confirmar todo, Elisabeth caería debido a sus romances turbios, y sobre su bebé; lo único que esperaba es que, quien fuera el padre el bebé no tenga que sufrirlo, Lucía y Ana definitivamente sufrirían por sus actos, y mi padre también, y Cody.... definitivamente me alejare de él, le quitaré todo, al principio no se dará cuenta de lo que pase a su alrededor como siempre; pero al pasar el tiempo se dará cuenta que se ha quedado solo.

Las horas pasaban y yo esperaba que Cody volviera, planeaba que esta noche sea la última que pasáremos juntos, los acontecimientos que ocurrirían mañana cambiarían el rumbo de su vida y ahí podría comprobar si el dinero puede comprar la felicidad.

-Volví. –Dijo asomándose por la puerta de la terraza.

-Donde estabas es casi medianoche.

-Fui a ver a mamá, parecía urgirle hablar conmigo, solo para decirme que me ama. –Yo me mantenía pensativa mirando la ciudad. –Y tú qué haces allí?

-Observo... pienso... en muchas cosas.

-En que piensas. –Dijo recostado en el marco de la puerta.

-Hoy recibí varios documentos ninguno de ellos era bueno.

- ¿De qué se tratan?

-Uno solo de manejos en la empresa, los números no están bien, no están nada bien.

- "Vaya" eso si es un problema.

-Tengo que poner a mi abuelo al tanto.

-Y los otros?

-Pues resulta haber un testamento del que yo no tenía la menor idea.

-De quién?

-Mi abuelo está un poco viejo el sigue encargándose de la empresa en Londres, y mi tío en la de los New York.

-Tengo entendida que la de Londres es la principal.

-Sí, la cosa es que solo uno puede tener el control de las tres como lo hace mi abuelo y cuando el muera un hombre tiene que dar la cara.

-Y qué hay de malo con eso?

-Tengo que parar esa locura, mi padre tenía el documento en el que claramente no confiando en el completo en el control de mi padre y mi tío, en Adams Corporation, mi abuelo estipulo en su testamento que después de que sus dos hijos tuvieran solo niñas, las 3 empresas de los Adams pasarían a el primer hijo varón de su tercera o cuarta generación, ya que no confía en la segunda, mi tío Edward no puede tener más hijos, tuvo 5 niñas, y luego las cosas no siguieron funcionando, vive muy estresado, así que ahora esa responsabilidad es de mi padre o de nosotras las nietas, él bebé de Elisabeth tal vez pueda ser legítimo, y mi prima Helen en Londres también esperaba un bebé pero lo perdió, no confío ya en esta familia, tengo que hablar con mi abuelo y ponerlo al tanto de todo.