Blue Codes - Cody Christian y tú.

Capítulo 37: Todos tenemos un límite.

Sus palabras dejaron un gran vacío en mí, sin duda después de su cumpleaños nada sería igual, por otro lado tenía toda una grabación de él simplemente ya había cumplido con mi parte con el acuerdo en el que quede con Clarise y Kendall "ya no había vuelta atrás" más que nada lo hago es por un propio bien para él, pero algo había cambiado pues mis términos con la chicas no eran los mismos, llame para acordar vernos mañana en el mismo lugar de antes, tal vez les deje claro que no estoy segura de seguir con esto, no le quería hacer daño pero tampoco quería que el salga tan bien recompensado ¡no era justo! estaba haciendo las cosas mal y no podía al final salirle todo bien, en 1 semana sería su cumpleaños el momento que tanto el ansía, no sé cómo las chicas podrían planificarlo todo, pero la idea de estar presente cuando todos sus planes se vayan abajo era inquietante, por otro lado también comería con la madre de Cody, un desayuno sobre cuál no sabía los intereses, pero como sea espero que nada influya en mi decisión de seguir con esto, por otro lado estaba mi otro asunto pendiente, el cual me desesperaba pero tenía que pensar en ello y cómo hacer para que todo en el futuro me salga bien ¡pues yo era responsable de mis actos! Yo me busque esto y sabía que ahora debía pagar las consecuencias de una alianza que me terminara destruyendo.

(Al día siguiente)

La noche de ayer quede con Cody que la reunión con su madre sería hoy a las 9:00 y quede en verme con Clarise y Kendall para el almuerzo.

Termine de arreglarme para salir rápidamente a la casa que rentaba Alessandra la madre de Cody, no sabía cómo me iría por allá pero no podía rechazar la invitación.

Al llegar no me sorprendió que la casa fuera inmensa, pues ella también almacenaba una inmensa fortuna y era muy exitosa, a pesar de su enfermedad ha podido mantener todas sus finanzas y una gran empresa.

-Hola señorita Adams la señora y su hijo la esperan adentro, yo asentí y fui hasta la sala.

-_____! Es un placer tenerte en mi casa, soy Alessandra es un placer conocerte. –Dijo sonriente extendiendo su mano.

-El placer es mío señora Bohall.

-Cody nos espera en el jardín, vine por un poco de fruta ¡vamos! –Refinada, fantástica, dulce y cariñosa así podía describir a su madre.

-Cielo _____ ha llegado! –Dijo colocando la fruta en la mesa.

-Bien! –Dijo serio al verme, le dio un sorbo a su jugo y rodo los ojos, él no estaba feliz de verme o por lo menos estaba aún disgustado por mis decisiones, él no se encargaba de fingir frente a su madre, en fin, ¡no quería lidiar con él! Ya era suficiente con mi mareo.

-Hola Cody! –Aun así, lo salude.

-Hola. –Dijo desviando la mirada hacia la piscina, sin duda su madre noto la tensión.

-Bueno ____ siéntate! mi cocinera ha preparado un desayuno delicioso espero que te guste. –Dijo sonriente yo tomé asiento, los tres ya compartíamos la mesa, empecé a comer no sin evitar sentirme incómoda por la forma en la que Cody se comportaba, ya era difícil de tolerarlo.

-Y? Cody me contó que se conocieron cuando fuiste su secretaria, también me dijo que estaban saliendo y que eres una Adams, lo cual es bueno. –Sonrió. –Conocí a tu madre, era encantadora Elena era simplemente una mujer digna de admirar.

-Si ella era increíble. –Dije dándole un sorbo al jugo no sin hacer expresión de desagrado, las náuseas estaban volviendo.

- ¿Estas bien?

-Si es solo que antes de salir comí una menta y el jugo de naranja me pareció muy amargo, pero no es nada.

- ¡Bien! no sé si lo sepas, pero mi empresa se encarga del vino tenemos más de tres viñedos ¿te gustaría probar uno de los vinos que fabricamos?