Mi Jefe Es Un Brujo (Gay) ✔️

🌙Capítulo 20: Cuerpos juntos

"Se mia korpo devus aparteni al iu, ĝi certe estus vi"

Kaden

Con delicadeza me acostó en la cama, para que después sus manos se posicionaran a cada lado de mí, acorralándome. Me miraba con intensidad mientras que yo tenía la respiración agitada. Nos quedamos así, viéndonos directamente a los ojos por un tiempo, hasta que levanté un poco mi espalda y me quité mi playera para exponer la desnudez de mi pecho. Entonces, puse mis manos alrededor de su cuello y lo atraje hacia mí.

Nuestros alientos nuevamente se mezclaron, nuestros labios se movieron desesperadamente y nuestras lenguas danzaron juntas. Hasta que su boca se alejó de la mía. Con su nariz aspiró el aroma de mi cabello, acarició mi oreja izquierda y bajó a mi cuello para hacer una línea de besos entre mi cuello y mi clavícula; mientras que yo lo ayudé a quitarse su saco negro.

Poco a poco sus besos descendieron por mi cuerpo, explorando mi pecho hasta bajar a mi abdomen, y ahí fue donde se detuvo para contemplar la gran cicatriz que tenía del lado derecho.

Tragué saliva.

Había olvidado esa marca imborrable en mi piel que siempre me regresa a ese momento doloroso que viví.

Se tomó demasiado tiempo en observar esa parte de mi cuerpo. Cosa que me incomodó tanto que estaba a punto de decirle que ya no quería seguir haciendo esto.

— Mi eĉ maltrafis la malgrandajn neperfektaĵojn de via korpo— susurró algo que no entendí, así que, sin esperarlo, empezó a besar mi cicatriz y la piel alrededor de ella, de una forma tan erótica. Movía su lengua y arrastraba sus dientes en ella que me causaron soltar un jadeo y sentir dolor en mi miembro por la terrible excitación que estaba sintiendo.

Sus manos quitaron mis jeans y bóxer para estar ante él, completamente desnudo.

—Tu cuerpo es hermoso— me sonrió y me volvió a besar mientras tomaba mi miembro y lo empezaba a acariciar. Bajaba su mano para tocar mis testículos y subía hacia la punta donde el pre-semen ya estaba saliendo.

Primero lo hizo lento hasta ir más rápido. Al mismo tiempo su lengua y labios jugaban con mis pezones duros, lamiéndolos, chupándolos provocando que no pudiera contener mis gemidos. No duré mucho tiempo y dejé salir toda mi esencia, manchando su mano y parte de mi abdomen.

Mientras recuperaba el aliento, él se dirigió al baño, tomó algo de papel higiénico, se limpió su mano y me ayudó a limpiarme. Después se sentó en la cama a un lado de mí, me sonrió y me dio un beso en la frente.

—¿Te encuentras bien?

Arrugué mi frente. No me digan que... ¿En serio? ¿Eso era todo lo que íbamos a hacer!

Asentí y mi mirada se dirigió a sus pantalones donde claramente seguía teniendo una gran erección.

—Sigues duro. — Comenté.

—No te preocupes, ya bajará — me tranquilizó.

—Pero no es correcto que yo me haya venido y tú no.

—Está bien, desde el principio quería que sólo tú, te sintieras bien.

Negué con la cabeza.

—Creo que no estás entendiendo — me miró confundido. — Quiero hacerte sentir bien yo también... Quiero llegar hasta el final. Quiero hacerlo contigo.

Lo vi con determinación y él solo abrió un poco más sus ojos por el asombro.

Entonces recordé algo. — Oh... Bueno... ¡Espera...! Oh Dios... Déjame prepararme, necesito bañar...