Mi Jefe Es Un Brujo (Gay) ✔️

🌙Capítulo 22: Pasado doloroso

"vi neniam estis la sola el ni kaptita en la pasinteco"

Kaden

Al parecer Silas y Matías solo vinieron de visita en muy poco tiempo puesto que solo estuvieron todo el día que fuimos al parque de diversiones y al día siguiente regresaron a Demerth. Me hubiera gustado convivir más tiempo con ellos, en especial con Matías. Aun así, antes de irse él me recordó que podía escribirle de vez en cuando. A lo que le prometí que lo haría.

Entonces, la última semana de junio llegó. Por lo que las pesadillas y los malos recuerdos de aquel día llegaron de nuevo a mí de golpe. Tan frescos como si eso hubiera pasado ayer.

Mis padres acostados, sus pieles pálidas y sus cuerpos sin vida, siendo su sangre lo que pintaba el piso de ese callejón; mientras que yo solo pierdo el conocimiento al sentir el dolor punzante en mi abdomen...

Es la única semana de todo el año que detesto y que contiene el día más doloroso de mi vida que por más que lo intento, no lo puedo superar. Siendo esa la causa por la que toda esa semana me encuentre completamente triste al punto de llorar, sin ganas de hacer nada, a veces de mal humor y lo único que quiera es dormir. Este año, no era la excepción de hacer esa triste y deprimente rutina, puesto que ese trágico suceso que pasó muchos años atrás, nunca me deja de atormentar.

El lunes me da la bienvenida a un profundo vacío en mi interior que me recuerda lo solo que he estado, lo poco que tengo realmente y las ganas que tengo de ya no seguir intentándolo...Mi mente entra en un modo demasiado pesimista, y a pesar de que me avergüenzo de pensar cosas sin sentido, es algo que no puedo evitar. Por ello, es tan difícil fingir que me encuentro bien y dibujar una sonrisa en mi rostro como siempre, cuando tengo un enorme dolor en el pecho.

Las clases son tortuosas e interminables para mí siempre en esta semana, y solo quiero que el tiempo pase corriendo igual que en mi hora de trabajo para llegar a mi departamento y derrumbarme.

Así estoy hasta que el miércoles llega, y al despertar, solo quiero que el día de mañana pase tan rápido para volver hacer yo normalmente; pero al mismo tiempo, me siento tan culpable por no querer recordarlos.

—No vendrás mañana ¿verdad? — me preguntó Violeta al caminar por el campus. Ella y su familia por supuesto, son los únicos que saben que sucede mañana.

—Sabes que no lo haré. Además, ya no hay tantas clases a las cuales asistir.

—¿Quieres que esté contigo? — preguntó, aunque ya sabía la respuesta a eso.

—No, quiero estar solo. —Murmuré seriamente.

—Lo sé, pero recuerda que si necesitas a alguien con quien desahogarte, solo tienes que llamarme. Estaré contigo rápidamente.

Apenas si pude sonreírle. — Gracias. — y sin más, me dirigí a la tienda Vollmond.

***

Traté de concentrarme en las tareas que me había asignado Cori, sintiéndome extremadamente cansado ya que no he podido dormir bien estos días. Al faltar 10 minutos para que terminara mi hora de trabajo, cargué la última caja que faltaba por llevar a la bodega y bajé las escaleras. En eso, llegue a escuchar que en la radio sonaba una de las canciones favoritas de mi papá, por lo que mi pecho dolió. Por ello, me apresuré en sacar los productos que había en la caja y dejarlos en los estantes de la bodega.

Estaba tan ensimismado en mis pensamientos, que ni siquiera me percaté en el momento en que Gohan se acercó a mí. Hasta que tomó mi mano cuando dejé un frasco en los estantes.