🌙Capítulo 23: Confesión

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"Dua ŝanco esti kune"

Kaden

No llegamos a hacer el amor puesto que después de unos besos y que me masturbara hasta venirme, mi cuerpo se sintió pesado y mis ojos poco a poco se cerraron hasta quedarme dormido. Por lo que, cuando desperté, me sorprendí un poco al darme cuenta que estaba acostado en mi cama entre los brazos de Gohan quien estaba durmiendo plácidamente.

Mi vista se dirigió a la ventana y a juzgar por la posición del sol, supe que ya era de mañana del día siguiente.

¿Dormí aproximadamente 15 horas seguidas?

Era increíble eso, jamás había dormido tanto, pero supongo que eso se debía al hecho de haber llorado mucho — lo que causó que mis energías se bajaran;— así como el cansancio de varios días de solo dormir entre 2 y 3 horas. Asimismo, el sentir seguridad y tranquilidad al estar cerca de Gohan que olvidé por completo mi pesar.

— Has despertado— de repente dijo Gohan con voz profunda y ronca. Apenas se había despertado, de modo que me dio un beso en la frente como saludo.

—Sí, creo que dormí mucho— le sonreí apenado.

— Me hubiera preocupado si no lo hubieras hecho. Por tu semblante, se notaba que estos días no habías dormido mucho. — Acarició mi mejilla con delicadeza mientras me veía fijamente.

—No me mires mucho — desvíe mi mirada de la suya, sintiendo mis mejillas calientes. — Mis ojos están hinchados por tanto llorar. No debo verme bien en este momento.

— Eso qué importa, quiero verte— recargó su frente en la mía.— Eres siempre hermoso para mí. Además, no sabes la satisfacción y felicidad que siento cada vez que abro los ojos y ser tú lo primero que veo. — Me regaló una sonrisa, buscó mis labios y me besó, provocando que los latidos de mi corazón se aceleraran.

Entonces me abrazó por un tiempo, mientras yo disfrutaba su calor.

—¿Cómo te sientes hoy? — se alejó un poco de mí para capturar mi mirada.

—Mejor que ayer. Siempre es así al día siguiente, puesto que me condiciono a no seguir triste— respondí.— Aunque el hecho de que estés aquí, hace que sea más fácil volver a sentirme bien — le regalé una sonrisa sincera.

—¿Puedo preguntarte algo? Si es incómodo para ti no tienes porqué responder. — Dijo seriamente.

—Claro— arrugué mi frente, intrigado.

—Después de la muerte de tus padres, ¿quién cuidó de ti?

— Oh... bueno... Al ser hijo único y no tener más familia que mi abuela materna, fue ella quien me crió— respondí y fue inevitable hacer una expresión triste. —Lastimosamente, murió de un infarto cuando tenía 17 años. Al faltar solo un año para cumplir 18, no fue necesario ir a un orfanato. Aun así, la familia de mi mejor amiga Violeta, fue quien me apoyó para entrar a la universidad y a la fecha, son los que se preocupan por mí como una familia.

"Me suelen dar dinero cada mes para poder pagar ciertos gastos, pero yo no me siento cómodo con ello, por eso mismo, desde que tuve tiempo y me adapté a la universidad y al vivir solo, he trabajado para no depender tanto de ellos y no abusar de su bondad."

—Ya lo sabes ¿no? Estuve trabajando en una cafetería y de ahí en la tienda Vollmond— solté una pequeña risa. —Para ser sincero, haber encontrado la tienda fue por pura casualidad— comenté,— puesto que a pesar de ser la calle Hillman una de las calles donde más camino, nunca había visto la tienda.  ¿Quién diría que ese golpe de suerte haría que te conociera?

Mi Jefe Es Un Brujo (Gay) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora