🌙Capítulo 14: Deseo de venganza

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"La plej malbona afero morti estas suferi malrapide."

Narrador

La Luna Menguante brillaba en lo más alto de la noche cuando en el sótano de una mansión abandonada a las afueras de Voidod, se encontraba Éire Ténebre, conservando la misma apariencia de la ahora fallecida Wadskier que había copiado.

— Por favor... déjame ir — suplicó por milésima vez, ya sin lágrimas en los ojos y completamente débil, una Warlock de unos diecisiete años, de piel morena y cabello negro que le llegaba a la cintura. Vestida solo con una falda rosa ya que su pecho estaba desnudo y sus pies descalzos.

Tenía amarradas las manos y también lo pies con cuerdas mojadas por una sustancia llamada Raunana, proveniente del árbol Nanuan, el cual se puede encontrar en los lugares más retorcidos y peligrosos de Demerth. Una sustancia que únicamente afecta a los brujos de la oscuridad ya que con solo olerla o tocarla, un Warlock se mantiene durmiendo y sintiéndose demasiado débil por más de un día.

La posición en la que estaba amarrada la chica cuyo nombre no importaba, era la misma manera en la que Jesucristo fue crucificado. De tal manera que, las muñecas y tobillos de la morena, se encontraban sangrando desde hace mucho por la fuerza de las cuerdas.

— Por favor, yo no he hecho nada— sollozó.

Éire se levantó del sillón donde se encontraba y se acercó a ella. — En eso tienes razón, querida. Tú no has hecho nada y tampoco tienes la culpa de nada. — La miró con empatía y tocó uno de sus mechones con una de sus uñas filosas. — Pero la vida es no es justa, eso te lo puedo decir yo— soltó un suspiro y vio con compasión a la pobre chica;— y para que sepas que la impotencia, el coraje y dolor que estás sufriendo en este momento, yo también lo sentí, te contaré una pequeña historia.

Entonces, comenzó a contarla mientras que los recuerdos de los sucesos del pasado, los evocaba de tal forma que volvió a sentirlos en carne propia de nuevo.

"Hace siglos atrás, dos hermanos Spectremons fueron abandonados por su madre al cumplir 8 años, en una aldea al norte de Demerth donde aborrecían a la clase de monstruos que ellos eran; ya que no podían entender que su naturaleza, era aparearse entre ellos, a pesar de ser parientes. Su amor era incomprendido y por él, tuvieron que sufrir desprecios, aislamiento por parte de la sociedad y malos tratos. Su vida era una mierda, pero al menos se tenían uno al otro.

Cuando cumplieron 21 años, ambos se intoxicaron con unas bayas venenosas que encontraron en el bosque al salir a buscar comida. La vida de ambos hubiera acabado ahí, de no ser por que llegó un brujo quien con solo tocar sus frentes, los sanó de inmediato. Él se había vuelto en su salvador y como agradecimiento de salvarles la vida, decidieron seguirlo al enterarse que era alguien que no estaba de acuerdo de cómo eran las cosas en Demerth y buscaba a toda costa crear un nuevo mundo, que beneficiara a todos.

Fue así como conocieron al Señor Mist, y al estar fascinados por el hermoso y convincente discurso que les dijo. Sin pensarlo dos veces, aceptaron darle sus almas a las Tinieblas a cambio de pedir cierto poder que los hiciera más fuertes que los demás de su especie. Por supuesto que el pacto funcionó y se convirtieron en Créatures Oscures.

Pelearon junto con el Señor Mist para conquistar Clovek y al ser derrotado su amo, juraron al igual que sus demás hermanos Ténebres (quienes tampoco fueron asesinados) esperar por su regreso.

Después de lo ocurrido, los hermanos decidieron vivir en Clovek, alejados de los humanos. Solo acercándose de vez en cuando a la aldea más cercana para asesinar unos cuantos y poder alimentarse. Disfrutando del eterno amor que se tenían uno al otro, sin nada más que pedir en esta vida."

— Si todavía no lo has captado, esa pareja de Spectremons era mi hermano y yo. — Soltó una carcajada hasta que pronto se puso seria. —Entonces, un día después de tantos años, ¡esos malditos nos encontraron!... Un puto grupo de Tenebris— su voz era fría, llena de resentimiento y odio; — cuyo líder fue quien mató a mi hermano en mis narices antes de que pudiera huir.

Apretó sus puños, sacándose sangre. — Desde ese día, juré matar a cada Tenebris que estaba en ese grupo, algo que he conseguido exitosamente; de modo que ahora solo falta hacer sufrir al último de ellos. El líder. — Una sonrisa siniestra se formó en sus labios.

La chica que estaba amarrada, hace mucho que se había desmayado. Por lo que no fue capaz de escuchar el momento exacto en el que Éire confesó que ella estaba ahí porque era parte de un pequeño juego (al igual que las otras víctimas que ha matado en estos últimos meses), que estaba llevando a cabo antes de derrotarlo.

— ¿Otra vez riendo sola Éi? — se dio la vuelta al darse cuenta que su primo había llegado.

— Llegas tarde— le reprochó.

— Lo siento, primita, pero recuerdo muy bien que me ordenaste hacerme pasar como un humano normal. Por lo que, ir a fiestas es parte de ser "normal".

Se cruzó de brazos. — Lo sé y realmente me importa poco lo que hagas. Solo quiero que hagas la tarea que te he asignado.

—Por eso, no te preocupes— la tranquilizó y frunció el ceño. — Aunque sigo sin entenderte. Si tanto lo odias, ¿por qué simplemente no lo atacamos y ya? Es decir, lo hemos vigilado por mucho tiempo, ya sabemos muy bien en qué momento exacto podemos atacar. Aun siendo él un Tenebris, no creo que haya problemas en asesinarlo de una vez.

—Es cierto, lo odio a muerte — afirmó ella. — Lo que más quiero es matarlo con mis propias manos, pero no... porque lo peor a morir, es sufrir lentamente; y yo quiero eso, quiero que sufra donde más le duela. Quiero que sepa lo que es tener algo que más ame en este y en el otro mundo; algo que aprecie y por lo que moría sin pensarlo. Para después provocar que lo pierda, sin que lo espere. — Sonrió. — Esa sensación de dolor y pérdida quiero que él la experimente, antes de poder ir y asesinarlo.

— Oh... ahora entiendo porqué me dices que esté atento a las cosas que parece importarle.

— Exacto, tenemos que estar 100% seguros de qué o quién es lo más preciado para él, para poder actuar. Es por eso que debemos ser muy pacientes antes de poder cumplir mi deseo de venganza.

El chico con una sonrisa al igual de malvada que ella, rodeó con sus brazos su cintura por detrás y le dio un beso en el cuello.

— Sin duda, cada día me impresionas más.

— Soy grandiosa ya lo sé. Es por eso que lo que sea que esté haciendo en este momento, el hijo mayor del gran Señor Woods, debería disfrutarlo, porque muy pronto haré que sufra dolorosamente.

***
Lo que provoca el insomnio XD

Gracias por leer 🙂

Hasta la próxima actualización 👻🖤

Mi Jefe Es Un Brujo (Gay) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora