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-Pasame ese Seven...Esa lata-se corrigió Darrell al ver que no sabía a que se refería.Asentí y me estiré para alcanzarla.Le dió un trago al refresco,y lo luego lo dejó en la encimera con más fuerza de la necesaria.

Ya nos habíamos instalado en el bus,y dejado arriba nuestras maletas.El tema era que en lugar de asientos,la estancia se ocupaba por una cocina con su correspondiente mesa,que incluia un refrigerador con bebidas,y un sofá, una televisión y otros objetos del mobiliario de un salón normal al lado del asiento y los controles del conductor.La planta de arriba tenía un baño más que razonable,(que todos compartiriamos),y tres habitaciones,una con una cama y una hamahaca y el resto con una cama separadas por altos cortinajes como si de un hospital se tratase.

Cuando fui a explorar el bus y dí con la hamahaca,supuse que sería de Achak,pero aún me preguntaba quien ocuparía la cama.

Mis dudas fueron resueltas cuando una mujer con un vestido rosa pálido,un delantal y un moño subió al autobús unos minutos después que nosotros.

No había pensado en que podríamos tener asistenta.Achak nos la presentó como Miriélle.Al parecer era Francesa también,pero no se le notaba tanto como a Madame Magnifique en la forma de hablar.

Darrell simpatizó pronto con ella.Comentó que le recordaba a su madre,porque era igual de rubia y maternal.

Cuando nos despedimos de James y nos ayudó a cargar nuestro equipaje "a bordo",esperamos a que se alejara y viaje en el tiempo con una mano en el autobús, y la otra sujeta por Darrell,Achak y Miriélle.

Funcionó a la perfección, aunque nunca lo había probado con tanta gente.Lo hice yo sola porque no estábamos seguros de las capacidades de Darrell,y en Navotny habíamos acordado que por esta vez él no participaría.

Ahora estábamos tirados en las sillas de la "cocina",escuchando por la radio una retransmisión en directo de las últimas noticias de Liverpool y bebiendo refrescos cuyos nombres no me sonaban.

Achak conducía con cascos puestos,con su propia música. Cuando pasé por allí para observar los planos que tenia extendidos en el salpicadero intuí por lo que escuché que sus gustos se decantaban por el sonido de las flautas y los tambores tribales.

Regresé con Darrell justo cuando abandonó su silla.

-¿Puedo quitar la radio?¿A alguien le importa lo que anda pasando en Liverpool?-preguntó. Como Achak empezó a tararear una melodía que probablemente estaría escuchando,intuí que yo era la única a la que se le pedía opinión.

-A nadie.Creo que seria más interesente enterarse de las noticias de Saint Etienne ahora mismo.

-Dudo que pudieras entender algo.Están en Francés,y hablan tan deprisa cuando debaten que hasta a mi me cuesta entenderlo.Además no estamos ni por asomo en Francia,como para captar la señal de Saint Etienne.

-Aah.

Darrell apagó la radio,y se trasladó al sofá. Se dejo caer como si hubiera estado deseando hacerlo desde que había llegado.La verdad es que era tentador imitarle.El sofá era una isla acolchada de diferentes tonos de grises y cojines mullidos blancos unos con rallas amarillas y otros con figuras pixeladas de videojuegos.

-Charleen,ahora que estamos en el futuro,o en mi época, me he dado cuenta de que no tengo tu numero.Podria necesitar contactar contigo.Aquí puedo llamarte sin problemas,¿No es así?

No parecía una excusa barata para hacerse con mi número. Darrell lo decía en serio,y se lo dicté después de responderle que sí.

Un pitido me avisó de que tenía un nuevo mensaje.Era de Arnold.

Lost SoulsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora