~33

6 2 0
                                    

Sé que dormí hasta las cuatro porque la tía Jane me despertó- cuando subió con una bandeja de pavo asado que había sobrado de la comida-y tuve tiempo de mirar el reloj después.
No había nada que me apeteciera hacer,salvo yacer en mi cama durante todo el día.Por primera vez en días me sentía completamente descansada,pero eso no me ayudaba a combatir la realidad:Darrell iba a irse.
No hablaba de dentro de un mes,o una semana.Sucedería hoy mismo,y ni siquiera tendría tiempo de despedirme.
Recordar los momentos vividos en Francia me hacia sentir peor sobre ello.
Tenía que saber la verdad,que yo lo amaba,o quizá le costara más sobrevivir si sabia que en el siglo pasado alguien le correspondía.En cualquier caso,merecía saberlo.
Era tan cierto como que el sol se pone por el oeste,y no me había planteado hacérselo saber porque 1)había tardado en descubrirlo y 2)pensé que estaría a mi lado más tiempo.
Pero por desgracia, no hubiera podido sacarle más partido a nuestro tiempo juntos del que le había sacado.
Lo había aprovechado al máximo, me temía.
Por muy doloroso que fuera,mis recuerdos de su persona pasaban ante mis ojos como una pelicula,y yo no queria pararlo.Le esforzaba en recordar,porque no queria olvidarlo.
Me maravillaba su sonrisa amistosa,y su otra sonrisa,reservada para aparentar felicidad,el color que adquirian sus ojos a la luz,y sus rizos desordenados.Como tensaba la mandíbula cuando le entraban ganas de asestarle un puñetazo a alguien,o como se reía de los problemas o fruncía el ceño ante ellos.Como suspiraba al tenerme cerca en los tiempos en los que  su proximidad me incomodaba,pues sabia que no podría tenerme.Más adelante le demostre que jamas quise pertenecer a nadie distinto a él.
Me miraba cuando pensaba que no me daba cuenta,y sus manos siempre encontraban un camino hacia las mías,igual que su mente era capaz de leer mis pensamientos.
Lo imaginé tumbado junto a mí, en mi cama.Sin más preocupaciones que mirarme, y estar alerta de quien pudiera entrar en mi habitación justo ahora y pillarle observándome.
Le quería,me encantaba como sonaba mi nombre dicho por él, no como una maldición, sino como un tesoro.Él decía que yo le había salvado la vida,pero se podia decir que él no solo había salvado la mía.Había recogido los pedazos de lo que era mi ser,y los había unido de una forma misteriosa.
¿Como explicarle todo esto a tía Jane cuando me preguntó por qué lloraba?
No conseguí que me salieran palabras,se ahogaron en mi garganta.Así que seguí llorando y tía Jane se fue.
Todo era culpa mía.Me culpaba por ser tan estúpida y no arreglarme corriendo para ir a buscarlo.
Pero,¿Qué más podía hacer además de lamentarme?No había nadie que pudiera llevarme.Jane me había avisado de que hoy tenia el día libre en Navotny,así que mi familia tendría mejores cosas que hacer que transportarme allí si no había necesidad.
Dios,ni siquiera recordaba a que día de la semana estaba.¡Era un desastre!
Hice una lista mental de mis opciones.
Si era día laboral,Charles estaría trabajando y se habría llevado uno de los coches,y el otro lo habría usado tía Donna para llevar a Sophie y Josh a sus extraescolares.Genial,mejor no contar con mi familia.
Arnold tenia coche.Podría llamarle,si no fuera porque anoche se despidió diciendo que hoy se pasaría el día conduciendo hacia Escocia para una nueva misión.
Willfred tenía ayer la noche libre,lo que significaba que hoy se pasaba la tarde haciendo de chofer de otros viajeros menores de edad.No tendría tiempo para mi.
Hasta ahí el recopilamiento de coches.
En el garaje solo quedaba una vespa amarillo limón que Charles le regaló una vez a Beth,y que ella tenia prohibido usar hasta cumplir los dieciséis.Estaba un poco oxidada,pero serviría.
Me levanté a toda prisa y me puse un vestido gris a cuadros escoceses rojos.Fue lo primero que vi, y la verdad es que era una opción bastante deprimente.Luego me calcé unos náuticos escolares.
Siempre me las arreglaba para vestir parecido a mi uniforme cuando no lo llevaba,mierda.Realmente necesitaba el asesoramiento de Madame Magnifique.
Bajé a toda prisa los escalones o al menos lo intenté- hubiera tardado menos descendiendo por la enredadera-,porque los juguetes de mi hermano y de Sophie estaban por todas partes y me costó llegar abajo sin matarme.
-Que alguien les obligue a recoger luego esto-murmuré para mis adentros,enfadada.
Cuando estaba a punto de salir a la carrera por la puerta trasera,alguien me gritó:
-¿A donde crees que vas?
Me detuve y giré sobre mis talones.La abuela no tenia aspecto de estar teniendo un buen día, la prueba evidente era su cabello -parecido a un nido de pájaros- y su blusa nueva con una gran mancha de pudin (seguramente obra de los niños)
-Al garaje.
-Ya ni siquiera saludas.¿Qué se te ha perdido allí?
-Yo...quería coger la moto.
-¿Tú?¿La moto?¡Ja!Ese trasto se lo han llevado en tu ausencia.No hacia más que acumular polvo,y el otro día tuvo un escape de carburante que dejó el garaje hecho una pocilga.Así que viendo que no traía nada bueno se la alquilamos al vecino,que necesitaba una con urgencia.
De nuevo,el universo conspiraba en mi contra.
-¿Y se puede saber para qué querías la moto?
-Necesito ir a Navotny.
-Creo que le he dejado bien claro a Jane que tenia que avisarte de que hoy tienes el día libre.
-Y me lo ha dicho.
-¿Entonces?
-Es urgente.
-¿Más urgente que descansar el cuerpo después de una larga misión en el extranjero?
-Si.
-No lo creo.Anda,quedate en el salón.Hoy tenemos visita.
-¿Quien es?-mi abuela me ignoró abiertamente.
-Y es de mala educación no atender a las visitas.
Al cuerno con la buena educación. Me dieron ganas de soltarle "¿Por qué no vas tú?",pero hubiera tenido todo en derecho a abofetearme.
-Como ves,tú querido hermano me ha manchado la blusa.Debo ir a cambiarme,así que si no es mucho pedir atiende tú a los invitados.
-Pero...
-Haz lo que te digo-me lanzó una mirada de advertencia y luego desapareció escaleras arriba.
Con mi abuela nunca se sabia lo que iba a suceder.
Me resigné a no poder ir inmediatamente a Navotny,y me preparé mentalmente para aceptar que había perdido a Darrell,quizá para siempre.No habían inventado ni siquiera en el futuro teléfonos para llamar de una época a otra.
Silas podía esperar,incluso mi paere.Ahora solo me importaba Darrell.
Prácticamente me arrastré hasta el salón, preguntándome quien querría visitarnos a casi la hora del té.
Podía ser la amiga de tía Jane,que a veces tomaba el té con nosotros,o cualquier amigo estirado de la abuela que venia en busca de "charla formal".La cuestión es que seria el amigo de alguien.
Me sorprendió encontrarme con el propio James Lightwood examinando un candelabro de la repisa de la chimenea como si fuera un artilugio extraño.
-En realidad era parte de una lampara de araña.Por eso es tan raro-aclaré.Eso hizo que se girara hacia mi y se colocara una mano en el pecho como si hubiera sufrido un infarto.
-¡Charleen!Pensé que seguías dormida.
-¿Eso te han dicho?
-Me lo he imaginado.Ayer regresaste muy tarde,según me han contado.
-Beth está en su habitación-le corté.No era del todo verdad,porque no lo había comprobado,pero estaba segura al 80% .
-No vengo a ver a Beth.
-¿Y a quien vienes a ver sino?¿A mí?-bromeé.
-Pues si-me arrepentí de mi broma.
-Esto...
-Escucha.Acabo de estar en Navotny.Tengo el coche en doble fila,así que no tenemos mucho tiempo.Pero puede que esto te interese:tú chico está esperando a que le den los últimos retoques al reloj que lo enviará a casa.Estaba más pálido de lo normal,imagino por las pruebas que le han hecho para asegurarse de que un viaje en el tiempo sería seguro para él.
-Ya ha estado en una misión-balbuceé.
-El reloj está programado para auto- destruirse en cuanto el chico llegue al otro lado.Así que no podrá volver,y adivino en que ya has pensado en el inconveniente de la incomunicación entre épocas diferentes.
-¿Por qué me cuentas todo esto?¿Pretendes que mi existencia sea incluso más miserable?
-No,pretendo hacerte un pequeño favor.Voy a llevarte con él.
-¿Y qué hacemos aquí perdiendo el tiempo?¡Vamos ahora mismo!
James se río.
-Como usted guste,su excelencia.
*********
Diez minutos más tarde estábamos tomando un atajo para ahorrarnos el gran atasco que según James había en el recorrido habitual.
Mi "chofer" había puesto una cinta de Mozzart,porque según él era excelente para relajarse,pero yo no opinaba lo mismo después de que mi estrés creciera por segundos igualmente.
-No te quejes,hago todo lo que puedo-habia alegado James.
Y yo no había querido saber porqué me ayudaba,porque 1)en esos momentos me importaba un comino y 2)estaba tan frustrada por la situación que cualquier intento de distraerme,como imaginar a que venía su ayuda,era bien recibido-aunque fuera contradictorio al punto 1.
Le di a mi cerebro un respiro,e intenté concentrarme en los violines de fondo.Después de unos minutos comprendí que era tarea imposible.
-¿No puede ir este cacharro más deprisa?-pregunté dándole unos golpecitos al tapacubos para que viera a que me refería.
-Es nuevo,demonios.No te metas con Elizabeth.
-¡Dios,no!¡¿Lo has llamado como mi prima?!
Así transcurrieron unos minutos más,conmigo echando sapos y culebras por la boca,y con James bromeando para sacarle hierro al asunto.
Pronto el complejo de Navotny se hizo visible.En mi cabeza se repetía sin parar una frase,como un mantra:«encontrar a Darrell,salvar a Darrell».
-¿Estas bien?Pareces una psicópata-debia de haber estado hablando en voz alta.Intenté bajarme del coche,pero las puertas estaban bloqueadas-Estamos todavía en plena carretera, no iba a dejarte salir.
-¡¡NO,NO ESTOY BIEN!!-grité fruto del estrés y la presión acumulada. Al instante me sentí mucho mejor,pero a la vez me sentí mal por James.El pobre encima me estaba ayudando.Recordé a Jane intentando ofrecerme un vaso de agua cuando me vio llorar,y yo negarme.
Era un fracaso total,y lo había perdido todo.Sin Darrell era solo un cascarón vacio.Y si siquiera podía recuperarle...
Me eché a llorar como una tonta,sin poder evitarlo o remediarlo. Enterré la cabeza en las rodillas para conservar la poca dignidad que me quedaba.
Pronto sentí como James me abrazaba con torpeza, e iba deshaciendo con suavidad el refugio que había creado con mis rodillas.
-Shhh No eres una estúpida, solo estás a punto de perder al amor de tu vida.Calmate,¿Me oyes?Sé donde tienen a Darrell.Quizá no tengamos otra oportunidad.
-Mi..abuelo...me..o-odia-conseguí decir entre sollozos.
-No,no.Esto es culpa de la TTS.No permitieron que Darrell se quedara más tiempo.Creeme,tu abuelo hizo todo lo posible para prolongar su estancia.
James me sacó del coche,sin importarle  a "Elizabeth" aparcada de cualquier manera.Me llevó en brazos un buen trecho y luego me cogió del antebrazo para adentrarme en la empresa.Recorrió los pasillos como si los conociera de memoria-lo que posiblemente sucedía-y se detuvo frente a una sala de reuniones con la puerta cerrada.
Me dio instrucciones hablando muy deprisa:
-Vamos,entra.Está medio consejo de la TTS dentro,y unos cuantos del de Navotny.Actúa rápido, estarán a punto de darle el reloj.No te dejes impresionar por los miembros de la TTS mirándote,solo haz lo que creeas conveniente, como si es lanzarte hacia tu abuelo.No pienses en lo que pasará después.Da un gran discurso si es necesario.Pero salva tu relación, por lo que más quieras.
-Vale.
Abrí la puerta y di un paso adelante.Nadie me prestaba atención. Había un adepto documentando el acto en una esquina, escribiendo como un poseso sobre un podio,y en el centro de la sala se encontraba mi abuelo pasándole el reloj ya configurado a Darrell.
Me dio un vuelco el corazón,al verlo ahí sosteniendo el artilugio.Solo tenia unos segundos para intervenir.
-¡No!-grité.Creo que todos los presentes se giraron a mirarme mientras cruzaba la habitación a la carrera,tropezaba con los escalones, y caía sobre mi abuelo y Darrell.
Ni siquiera pensé. Cogí el reloj e intenté arrebatárselo a Darrell cuando me di cuenta de que ambos lo estábamos agarrando.
-¡Detente!-escuché que me imploraban,e intenté girarme hacia el dueño de la voz, pero fallando en el intento al sentir un tirón en el estómago que me hizo perder el equilibrio.
Me subió un mareo por la garganta, y me resbalé.Perdí el conocimiento los segundos que tardé en volatilizarme en el aire.
Entonces supe lo que acababa de pasar,casi al instante.
Estábamos en una sala hasta los topes de archiveros-la antigua sala de reuniones.Escuchamos una pequeña explosión:el reloj había desaparecido.
Por primera vez desde que irrumpi en la sala,me paré a reflexionar.Si no tenia el reloj,eso significaba que mis saltos en el tiempo se descontrolarian tarde o temprano.Quizá no serían un problema hasta dentro de un par de días-debido al autor control adquirido de mi entrenamiento en Navotny.Pero luego tendríamos un buen problema.
Arnold.Podía mensajear a Arnold o llamarle porque recordaba su teléfono. No importaba no tener el mío aquí.
Eso podía salvarnos.
Darrell reaccionó al salto en el tiempo pegando un bote y colateralmente estrellándose contra un archivero.
-¿Estas bien?-pregunté, lanzándome hacia él.
-Si....¡Mon Dieu!¡¿Saltaste conmigo?!-no le dio tiempo a exclamar nada más. Yo ya estaba encima suya,dándole un impulsivo abrazo que terminó propulsándole hasta el suelo.
Llevaba tanto tiempo sin sentir su protectora presencia,sin oler el permanente olor a franela de su piel...que creí que me volvería loca.
Ahora lo tenía, completo, completamente mio. No importaba si era solo por unos días.
No habría más investigaciones,misterios que resolver,distracciones...Solo los dos.
-Me has asustado.Pensé que...te perdería. Cuando te fuiste a hablar con tu abuelo ni siquiera me miraste.Te eché horriblemente de menos en cuanto abandonaste Navotny.Llegué a pensar que te habías rendido cuando pasaron las horas y no apareciste,pero,esa no es la Charleen que yo conozco.Rendirse no está en tu vocabulario.Eres...tan increíble.Solo de pensar en una vida entera sin ti,el infierno se queda corto.
-Yo...-de nuevo estaba llorando-Jamás te abandonaría. La charla duró mucho,y tardaron en llevarme a casa.Dormí hasta las cuatro de la tarde y no pude conseguir un vehículo antes.Casi pensé qie no llegaria a Navotny nunca.
Lo siento,siento muchísimo que llegaras a pensar eso.Hice todo lo posible,y creo que aun así no fue suficiente,porque te he metido en un lío.
¿Ahora qué vas a hacer conmigo?No puedes devolverme a casa,ni solucionar mis saltos en el tiempo descontrolados que tendré en unos días.Soy un problema.
-Shhh-me cogió la barbilla para que le mirase-Estoy...asombrado.Eres la persona más valiente que conozco,y no lo digo solo porque esté loco por ti.Voy en serio.Te propusiste impedir que me alejaran de ti,¡y vaya si lo conseguiste!Puede que esto sea un problema, pero días extras contigo me parecen una oferta inrechazable.No podría pedir más.
-Tengo algo que anunciar.
-Adelante.
-Bien.Sé que somos jóvenes,y que los deseos de este año serán las disculpas del que viene,y que nada es para siempre.También he estado meditando,y hay algo más que sé con la misma certeza que el hecho de que el sol se ponga por el Oeste.A menudo no creo que nadie sepa definir el amor,porque en la era en la que vivimos es casi inexistente-vale,quizá estaba exagerando-Yo lo conozco por los libros, así que está documentada su existencia.Pero hay gente que no cree en ello,y no voy a decir que yo sea una escéptica, pero suelo aplicar el "ver para creer " en estas cosas.Y cada vez que te miro,creo en ello.Creo que lo nuestro es posible,creo que es tan real como la vida misma.Le diría a esos escépticos que creen que  sienten lo mismo "puedo escribirlo mejor de lo que nunca lo sentiste".Por eso el verdadero amor es tan escaso,porque se reserva para los libros,y por eso los escritores son los seres más humanos y románticos.
Lo que quiero decir es que...Vaya,menuda basura de discurso.Creo que lo estoy haciendo fatal.
-¿Crees que medito todos mis discursos?Sigue.Me gusta escucharte,es más, no hay nada que no me guste de ti.
-Eso es porque no me has visto resolviendo matemáticas.
-Tú discurso es genial.Sigue.
-De acuerdo.Estoy enamorada de ti,y lo sé porqué lo veo, y eso me hace creer en ello.Lo sé porque le das sentido a mi vida y necesito tu presencia,y para mi eres un milagro andante.Porque cada dia me sorprendes,y me alegras la existencia,y eso es milagroso para alguien como yo.
Me pregunto si algún día te cansaras de mi,o descubrirás lo desastre que soy.Y querrás dejarme.
-Me temo que eso no pasará.Vivo tan atado a ti que no podrás deshacer los nudos ni a conciencia.No es una amenaza,ni una obligación corresponderme.
-Resulta que si,que si te correspondo.
Me atrajo hacia sí,y enterró la cara en la curva de mi cuello.Aspiró lentamente mi aroma.
-Lavanda.No has cambiado-murmuró.
No sabía a que venia la fugaz acción, pero no me quejé.Incliné la cabeza hacia atrás y la acerqué a la suya.
Al ser más alto,así podría besarme tranquilamente.Sus labios se posaron en los mios,encajando perfectamente.El beso fue dulce al principio,y aproveché para rodearlo con los brazos y atraerlo hacia mí.Luego,se volvió salvaje y apasionado.
Moldeó mi boca contra la suya,con una habilidad impresionante.Yo nunca había besado a nadie antes de conocerle,pero me estaba volviendo una experta en el tema.
Noté sus manos en mi cintura,mientras se iba separando para coger aire.Cai en la cuenta de que encajabamos como algún inédito rompecabezas.
Yo también me separé, un poco.Lo justo para reponer de aire mis pulmones, y echarle un vistazo al chico que tenia a mi lado.
No sé donde había conseguido la gomina,pero por lo menos su pelo no era hoy un desastre.Sentí una tentación irresistible de arruinarle el peinado.





Lost SoulsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora