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Bridget,¿Cómo olvidarla?

Cada vez que pisaba el Saint Audrey,su cara aparecia en mi mente,su expresión angustiada.El recuerdo de como trataba de manipular a cualquier ser viviente,a causa de sus heridos sentimientos.

Arnold no era como ella.Él era alegre y entusiasta.Infantil y divertido,optimista como nadie.Pero la pura verdad era que el mundo lo estaba cambiando.Su frialdad crecía momento a momento.Empezaba a tener algo en común con Bridget:esa mirada incomplacida,de alguien a quien el destino le jugó una mala pasada.

Nunca podría llegar a ser verdaderamente feliz,podía verlo.

Podía imaginarlo rodeado de sus seres queridos,viviendo en una mansión,llegando de su trabajo y saludando a sus hijos,quizás también a Bridget.Con el último modelo de coche aparcado en la puerta,y un buen sueldo manteniéndolo todo.Pero no podía imaginarlo feliz.En mis fantasías su boca siempre aparecía fruncida,o moldeada por una mueca. Nunca con las comisuras elevadas,nunca mostrando su dentadura casi perfecta.

-Non valer,flere novissimis.

Arrugué la nariz.

-¿Qué?

-No vale la pena lamentarse por lo pasado-Aclaró Arnold.Asenti.

-¡Muy apropiado!

-Lo siento,olvidé que ayer visitaste a Charle.

Mostré una media sonrisa,fugaz como mis sentimientos.

-Arnold,estás... cambiando.Te estás conviertiendo en alguien completamente diferente.Y no me gustaría perderte,no ahora.Así que para de ganartelo a pulso,o lo que sea que intentes.

-Charleen,no puedes exijirme ser quien tu quieres.Las personas cambiamos,maduramos. ¿No es hora de que tú hagas lo mismo?

Me sentí humillada en todos los sentidos,golpeada bajo,traicionada.¿Quien se creía que era para...?

Una lágrima caliente empezó a descender por mi mejilla.Todas mis esperanzas de los cuatro últimos años,consistentes en que siempre siguiéramos siendo amigos,acababan de evaporarse.

Con su tono frío y austero me había demostrado que merecía pudrirse en el infierno.

Había ido a donde me dolia:a las estúpidas cosas que continuamente se cuestionaban Navotny y mis tías.A lo que más odiaba enfrentarme,a lo único que conseguía hacerme llorar.

-Hablas como ellos-Articulé con el tono más seco que fui capaz.Estropee el efecto cuando se me rompió la voz a mitad de frase.

Arnold me miró aterrado, consciente de que acababa de perder mi perdón. Me examinó cautelosamente, como si fuera a lanzarme encima suya a intentar romperle la nariz o algo así.

Levanté la mano pensando en abofetearle,pero no tuve fuerzas.

-Eres detestable-Gruñi,y me di medía vuelta.Caminé deprisa sin ningún rumbo particular,esperando a que me siguiera o me llamara,pero una vez más me decepcionó.

Las lágrimas se me colaban por el cuello de la camisa,me nublaban la visión. Pero no me detuve.

Continúe con la camineta a ninguna parte hasta chocar con alguien.

Reconocí la mirada dulce de Jane.

-Oh,mi Charleen,¿Qué te ha pasado?-Preguntó en tono maternal.

Negué con la cabeza.No pareció captarlo.

-¿Ha sido ese Lightwood?¿Qué te ha hecho?

-James no ha tenido nada que ver,tía.

Lost SoulsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora