La Burla de los Dioses (BORRADOR)

ASDIS

En nuestra hús hay un ambiente distinto desde que nuestra hermana extranjera se fue hace ya una semana. Por un lado está Vigdis que solo habla de Birger, su casamiento y de como será su vida cuando se mude a la aldea. Por otro lado está Torfa quien al haber perdido el objeto de sus tormentos, se enfrasca en molestarme a mí, dándome tareas hostiles y monótonas. Madre sigue a cargo de la cocina, la sopa ha desmejorado y el pan sigue tieso y agrio. Extraño mucho a mi bella hermana. Quiero ir hasta casa de Gunnar para saber como está, pues hasta ahora no hemos tenido ninguna noticia. Tal vez ha de ser porque se fue molesta, quizás no solo con Madre sino con Vigdis y conmigo por no haberla defendido. ¿Qué podíamos hacer?. Es verdad que corremos peligro. Justo ayer he visto dos jinetes cabalgando fuera de los límites de nuestro terreno. No he acertado a reconocerlos pero era obvio que inspeccionaban lo que ocurre en nuestra hús. Hoy casi al anochecer se ha presentado Carón con su escolta y ha querido que Madre le de razón de la extranjera. Madre ha tomado un hacha y ha salido emitiendo improperios, dejándole claro que nuestra hermana de piel bronceada se ha marchado ya. Los jinetes han gritado amenazas y se han marchado sin más, pero no se sabe si regresarán. Hay que estar preparadas.

A Ragnar también le veo poco y eso hace que mis días sean aun más aburridos. él está ocupado trabajando duro para poder venir a pedir mi mano, aunque temo que Madre se la niegue, pues le escuché decir que me considera muy joven para dejar su techo. ¿Joven yo? Ya tengo 17 inviernos y en la aldea arreglan nupcias con tan solo 12 o 14 primaveras. No sé a que se refiere Madre, pero estoy dispuesta a rebelarme si es necesario.