GUNNAR

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Las mujeres son muy raras. Pueden tener cualquier aspecto pero nunca sabes lo que esconden en su interior. La mujer protegida por Otkatla tiene un destello de algo diferente en sus ojos. A la vez la encuentro delicada, de una belleza atractiva y salvaje. Y no sé que clase de hechizo ha lanzado sobre mi nombre que no sale de mi cabeza noche y día.

Si, las mujeres son singulares. Yo he dormido con medio centenar de ellas en cinco países distintos y no creo haber llegado a comprenderlas, pero de algo estoy seguro y es que el nacimiento, la vida y la muerte son los grandes misterios, y una mujer está más cerca de ellos que un hombre.

¿De dónde conozco a esta mujer? ¿En dónde he visto su rostro y su pelo? ¿Es acaso ella aquella Valquiria que durante mis sueños mas turbios flotaba en las luces que despiden las auroras boreales?.

Es una molestia. Primero no está en ninguna parte, de repente está en todos los lugares, tanto si se quiere que esté como si no.

Me ocupa lo que su presencia en la aldea ha ocasionado. Ya no es tan solo el hecho de vivir entre estas gentes sin clarificar su condición. Dice que es una mujer libre y que no sirve a nadie. Pero los hombres pobres y ricos no escuchan de estas razones. En estas tierras, las concubinas extranjeras son codiciadas para los trabajos mas deshonrosos; y la bestialidad de estas gentes no tienen límites en sus deseos. Harán cualquier cosa por conseguirla y en su camino no temerán derribar a Otkatla y su familia si es necesario.

Ellas sólo me tienen a mí, pero no saben que la guerra me ha marcado tan profundamente que no deseo ser partícipe de actos de crueldad y agonía. No imaginan que ya he visto y hecho suficiente daño y que los fantasmas que saturan mis sueños son un recordatorio de lo que no quiero volver a ser. Sin embargo, no confío en mi mismo ni en la fuerza volcánica que me inunda cuando veo la injusticia. No puedo prometer protegerlas pero tampoco puedo decir que los draugr que me acompañan no responderán con toda su furia si los molestan.

Cuando no puedes confiar en ti mismo, ¿cómo puedes pedirle a alguien más que lo haga?

LEYENDA DE PALABRAS EXTRANJERAS:

Draugr: fantasmas

La Burla de los Dioses (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora