Jack Conway era alguien que a sus quince años descubrió que la palabra de Dios era más fuerte que cualquier cosa, pues ver la vida de su madre pasar y el sufrimiento de un hombre que consideraba su padre por el castigo divino, lo hizo reflexionar y entregar su vida a algo que lo convertiría en un hombre del bien.
Desde niño, sus creencias se vieron afectadas por terceros, la palabrería de personas no devotas habían nublado su visión, pero más adelante, descubrió que tenía que pagarle a Dios, y la única manera de hacerlo era entregándose a él como su fiel servidor.
Estudió y se internó en una escuela católica donde la principal función era desarrollar hombres capaces de predicar la palabra del Señor, esa que se convirtió en su compañero a la hora de dormir, por el día rezaba y estudiaba la liturgia para ser un pastor, por la noche lo adoraba. Después, se convirtió en diácono para lograr servir como sacerdote apostólico.
A sus veintiocho años, daría su primera misa en un pueblo que jamás había pisado, las órdenes del obispo de su ciudad natal fueron claras, Dios lo había mandado ahí para servir y predicar su palabra, y así lo haría hasta que su vida acabe.
Vistió su casulla azúl y peinó sus cabellos negros hacia atrás, de su cuello colgó un collar sagrado con el símbolo de la cruz que descansaba en su pecho y que lo hacía ver más devoto.
En la ceremonia, se presentó una cantidad enorme de gente. El conglomerado iba a verlo a él, pero su mirada ignoró a cada feligrés y buscó lo que antes conoció. Sus pensamientos estaban disparejos y no sabía el porqué de la necesidad de ver y conocer a esa persona curiosa que lo acechaba en la oscuridad
Tal vez, su madre tenía razón y él podía sentir la maldad y el sufrimiento en personas que le rogaban ayuda, pero no estaba seguro de que ese chico la necesitase.
Los sermones se dieron, las letanías y cantos santos también, sus ojos por fin brillaron cuando lo encontró entre más jóvenes que vestían casullas de color café. Supo que él era un acólito que todo el tiempo de las lecturas se escondió detrás de sus compañeros para evitar la mirada del nuevo padre.
Jack se levantó de la silla principal que lo albergaba, su casulla cayó al raz del piso y con una sonrisa, caminó al estrado donde iba a proceder a leer la palabra de Dios. Su cuerpo se tensó por la sorpresa de mirar esos cabellos rubios frente a él, las manos ajenas le indicaron la página correcta, y con un asentamiento de cabeza, le ordenó al chico regresar a su posición.
La misa continuó hasta su final, Conway despidió a los feligreses y agradeció a los acólitos que lo acompañaron y ayudaron a llevar a cabo dicho acto. Miró a cada uno y decidió presentarse personalmente, pues como el sacerdote Grúas le había dicho, cada uno de ellos estaba ahí por causas diferentes que le gustaría descubrir, también, le contó que residen en los cuartos que horas antes le había enseñado.
—Me presento —dijo dando un paso al frente y posando su mirada en el rubio que ahora lo veía con cara de fastidio. Le sorprendió tan repentino cambio y una parte de él se decepcionó, pues seguidamente, resopló y chasqueó la lengua en una señal de burla. —Mi nombre es Jack Conway, estaré sirviendo en esta iglesia por un tiempo. Espero conocerlos a todos, platicar y ayudarlos.
—¿En qué mierda usted nos ayudaría? —la voz que desde hace rato quería escuchar lo hizo brincar en su lugar. Sus ojos se sorprendieron y los demás muchachos miraron al rubio estupefactos. El sacerdote Armando, quien miraba la escena detrás de Conway, se acercó rápidamente con la intensión de retarlo. —¡Llevo años encerrado aquí y no veo ningún jodido cambio!
—¡Gustabo! —Armando lo tomó fuertemente del brazo para tirar de él y llevarlo fuera de la iglesia. Los demás chicos miraron la escena aterrados, el rostro de Gustabo estaba rojo y las lágrimas salían de sus ojos como cascadas transparentes.
ESTÁS LEYENDO
SAINTS | Intenabo
FanfictionJack Conway, un hombre que toda su vida fue entregado al Señor, conoce a un joven que intentará convertirlo en lo que era antes: un pecador. Y entre plegarias, el placer humano suele ser más fuerte que la voluntad de Dios. ⚠️ Contendrá violencia, na...