Capítulo 21

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Era lunes y los lunes siempre eran una mierda.

La mayor parte del fin de semana me la había pasado pensando en como solucionar el tema del maldito video. Marcus no había dado señales de vida, pero sabía que no tardaría en tener noticias suyas. Ese hombre no iba a dejarme en paz fácilmente por mucho que se lo pidiera. Necesitaba ayuda y no sabía donde iba a encontrarla.

El resto del tiempo lo había usado pensando en la única persona que era capaz de conseguir que olvidara mis problemas. Había repasado nuestra conversación cientos de veces en mi cabeza. Su sinceridad, su sonrisa y su manera de hacerme reír. Por ese Christopher estaba dispuesta a hacer lo que fuera. De ahí el enorme miedo que sentía al pensar que llegaría a la oficina y me encontraría al señor Drew borde y cruel de siempre. El que me hace sentir tonta e inútil. 

No, no era tonta ni inútil y se lo iba a empezar a dejar claro a todo el mundo. 

Llego a la oficina con mi mejor cara, mi pelo planchado y mi traje rosa chicle que me hacía un culo impresionante. Estaba entrando en mi cubículo cuando noto como vibra mi móvil. No necesitaba mirar la pantalla para saber que era Jacobo. No le había dicho nada desde la horrible cena y no porque no quisiera sino porque simplemente no sabía que decirle. Me sentía mala persona por seguir con él sabiendo que quería a su padre y todavía mas por ser tan cobarde como para no decírselo. Esas semanas me había tratado tan bien y me había cuidado de una forma tan adorable que cualquier cosa que le dijera en ese momento o le destrozaría o sería una enorme mentira.

Le quería, le quería mas que a ningún otro chico con el que había estado pero ni siquiera un cuarto de lo que quería a su padre. Y eso no iba a cambiar. Sabía lo que tenía que hacer.

Apoyo mi bolso en la mesa y me siento en la silla, cojo mi teléfono y empiezo a escribir un mensaje a Jacobo cuando veo una pequeña cajita encima de los papeles. Era la típica cajita cuadrada de joyería del tamaño de un CD. Para mi alivio no era del tamaño de un anillo.

La abro y veo la pulsera de mi madre. La misma que semanas atrás había visto alejarse en el fondo de la piscina de los Drew. Debajo había una notita.

"He tenido que vaciar toda la piscina, me debes como cinco millones de euros en agua,

Atentamente, el término medio."

Sé que tengo una sonrisa idiota en la cara pero me da igual.

El Christopher borde había desaparecido y eso solo significaba mas problemas para mí.

 Borro el mensaje que había empezado y escribo otro.

"Puedes descontar de los cinco millones de las horas extraordinarias,

Atentamente, una becaria explotada"

No podía alejarme de él y en ese momento me daba igual que tendría que hacer para conseguirlo. Sabía que era cruel y sabía que no estaba bien pero como le dices a tu corazón que se aleje de lo que le hace feliz, de lo único en el puto mundo que le hace verdaderamente feliz.

Doy un salto en la silla cuando noto la vibración de mi móvil indicándome que tengo un nuevo mensaje. Menuda rapidez.

"Te faltan aún demasiadas horas extra pelirroja,

PS: ¿De donde has sacado mi número?"

Me muerdo el labio avergonzada. Había conseguido su numero del móvil de Jacobo sin que este se diera cuenta, por si algún día lo necesitaba.

Para qué lo iría a necesitar no lo sabía exactamente pero Christopher sería demasiado inteligente como para creerse eso.

"Tengo mis métodos. En cuanto a la horas extra cuando el señor Drew crea oportuno las haré "

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