Unexpected Love

9. "Cenicienta"

Capítulo 9

"Cenicienta"

Samuel

— ¿Me piensas explicar lo que acaba de pasar hace un momento en la pista de baile? —Luke sonaba enfadado, era extraño escucharlo de esa manera—. ¿Te has vuelto loco?

—No estoy para tus sermones. —Removí el hielo de mi vaso de Whisky.

— ¿Te has atrevido a ser brusco con Avery? —Se sentó frente a mí y se tapó la cara con las manos—. Te sugerí que fueras por un coqueteo casual y que tantearas la zona, lo que hiciste fue ir al grano y espantarla.

—Quería romper ese hielo de incomodidad que cargaba. —Hice una pausa—. Si ella dejaba el temor atrás podríamos sentirnos a gusto sin tantos rodeos.

—Tu última relación atrofió tus neuronas. —Negó con la cabeza—. Volviste todo más incómodo de lo que ya era. Avery no es Destiny, ella necesita sentirse segura y justo ahora eres como una bomba de tiempo, incluso me siento culpable de haberte contado todo.

Odiaba admitir cuando Luke tenía razón, lo odiaba porque yo cumplía el papel del amigo razonable y maduro. Yo era el encargado de que mi amigo alocado pusiera los pies en la tierra y se comportara de manera adecuada ante la mayoría de las situaciones que se presentaban en su vida.

—Sé que la cagué, no me lo restriegues más en la cara. —Suspiré una gran cantidad de aire que no sabía que estaba conteniendo—. Aunque si te sirve de consuelo no creo que la chica haya quedado exactamente asustada de mí o de la situación.

— ¿Cómo dices? —preguntó un extrañado rubio.

Yo empecé a reír antes de responderle así que casi me ahogué con mi bebida, mi amigo me dio un golpe en la mano obligándome a contarle.

—Esa chica estaba que ardía, podía matarme nada más con la mirada que me daba. Estaba ofendida, todo el miedo y nerviosismo se esfumó de su pequeño cuerpo.

—Me siento tan orgullosa de mi oruga por haberte dejado plantado en esa pista de baile como toda una campeona.

—Ahora tengo que reparar esa escenita que monté —exclamé mientras deslizaba mi mano izquierda por mi cabello—, el gusanito de la curiosidad se ha despertado en mí.

—Te doy permiso de actuar siempre y cuando seas el caballero que siempre eres, no el idiota de hace un rato.

***

En las horas que siguieron tuve ganas acercarme a Avery, pero mi temor a que terminara más cabreada esa noche estuvo presente, mi tarea se resumió en observarla de lejos sin que ella lo notara. La chica estaba en una de las mesas con su amiga la rubia, no se había envuelto en nada más allá de una charla y un par de tragos, todo parecía estar calmado así que me dispuse a disfrutar un rato y la perdí de vista.

— ¿Me permite una pieza de baile tan hermoso caballero?

Reconocí esa voz de inmediato e hice un buen intento por contener la risa, la hermana de Luke me había adoptado en su vida desde que ella tenía diecisiete años y yo doce. America era muy ocurrente y espontánea, veía mucho de Luke en ella y no había ningún momento en donde pudiéramos pasarla mal.

—Mejor invita bailar a Nate, sería mucho más divertido para ti.

—Tu hermano no está aquí —bufó y sabía que venían las quejas habituales—, además el susodicho no sabe el significado de la palabra diversión.