Unexpected Love

19. "Confusión"

Capítulo 19

"Confusión"

—Veo que ya estás despertando —murmuró Samuel—, te pido que no entres en pánico.

Parpadeé un par de veces para comprobar que no estaba soñando, mi cabeza daba vueltas y mis párpados se sentían pesados. Cuando logré mantener mis ojos abiertos pude constatar que el Sam era quien me había estado hablando, me cubrí la cara con la cobija que había dormido –la cual no era mía- y empecé a rebobinar mi noche anterior.

Podía recordar gran parte de ella, los recuerdos de mi recorrido hacia la casa de Luke eran los más lúcidos ya que no había ingerido nada de alcohol. En cambio aquellos que venían desde la llegada de Luke a nuestra mesa eran un tanto extraños, los recordaba bien pero sentía como si la que había actuado no era yo. No era mi personalidad en lo absoluto, yo no demostraba tal osadía ni esos impulsos; mis mejillas se sonrojaron de pensar las cosas y que había dicho e insinuado.

De mi partida no lograba extraer muchos recuerdos, fragmentos un poco borrosos era lo único que podía rescatar, nada que sirviera de mucho. La única fuente de respuestas con la que contaba estaba sentada a un metro de mí, en la misma cama, respirando el mismo aire y observándome mientras me tapaba con una cobija.

— ¿Cómo terminé aquí? —balbuceé espantando cualquier rastro de sueño de mi organismo—. ¿Dónde estoy?

—Cuando dejes de cubrirte y me veas a la cara te contesto.

Cumplí con la petición que él me había hecho, bajé lentamente la cobija hasta que mi rostro fue revelado de nuevo. Me sentía incómoda al estar acostada en un extremo de la cama, mientras él estaba sentado revisando su laptop en el otro. Me senté mientras trataba de arreglar un poco el desastre que debía ser mi cabello en ese momento, mi aspecto matutino no era algo de lo que podía presumir. Samuel lucía aseado y arreglado, eso me hacía preguntarme qué hora era, tenía muchas preguntas, pero con tan pocas respuestas.

—Te advertí muchas veces que no era muy buena idea beber tanto alcohol —reprochó—. Quiero que primero me digas que es lo último que recuerdas de la noche, te prometo que no hice nada malo.

—Mi mente logra llegar hasta cuando me dijiste que nos fuéramos del lugar, nos despedimos de America y...

—Te bebiste el shot de tequila que ella te ofreció —completó la frase.

Mierda, eso fue una mala idea, una pésima idea.

—Desde allí todo pareció salirse de control, la mezcla hizo que perdieras la mayoría de tus sentidos. —Cerró su laptop y la apartó hacia la mesa de noche—. Ya te había ofrecido una habitación acá en el hotel, pero me daba temor dejarte en una habitación a ti sola mientras estabas en ese estado.

—Así que me trajiste a la tuya —Él asintió.

Debí haberle hecho caso al juramento que hice luego de la fiesta de Luke, no debí haber vuelto a beber. En cambio había tomado la palabra de Melissa al alabar al alcohol, mala decisión.

—Tengo una sola cama, espaciosa pero una sola al fin y al cabo —aclaró—. Decidí dormir acá contigo pero te juro que no te toqué ni te hice nada malo.

El chico estaba hablando más rápido de lo usual, y por más reciente que fuera nuestra conexión; no dudé ni un momento de su palabra, de haberme hecho algo creo que lo hubiese notado. En cambio, había despertado con la misma ropa que había llevado puesta la noche anterior, lo único que faltaba era el abrigo, que luego de un par de miradas lo vi guindado en un perchero.