"Después del amor, lo más dulce es el odio".
Henry Longfellow
Esta no es una historia bonita. La verdad, la dura y pura verdad, es odiosa y duele, quema por dentro... por eso todo mundo se esfuerza en esconderla, en enmascararla, en adornarla y dis...
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Capítulo II
Cuando los gemelos cumplieron catorce años, manifestaron por primera vez que querían comenzar a entrenar con su padre. Bucky los miró con una ceja alzada, indeciso sobre el asunto. Él quería que sus hijos vivieran como niños normales, que gozaran de la infancia y la juventud de la que se le privó a él. Pero, los chicos parecían tan decididos que no tuvo corazón para decirles que no. Fue así, como comenzó a prepararlos físicamente, a entrenar con ellos artes marciales, ejercicios gimnásticos, resistencia, fuerza y agilidad. Debido al ejercicio constante, los chicos comenzaron a crecer, especialmente Steve. El muchacho siempre había sido más bajo que su hermano, menos fornido, pero, ahora, de pronto estaba de la misma altura de Douglas e igualmente fuerte.
⸺ Cada día que pasa, creces más, Steve...⸺ le dijo un día, al verlo entrar a la cocina, en pijama y con el cabello desordenado.
⸺ Creo que necesitaré ropa nueva, papá⸺ respondió el chico, mostrándolo lo cortas que estaban las mangas de su pijama. El capitán asintió y se dijo que ambos necesitaban ropa nueva. Sus niños ya no lo eran tanto.
A Bucky comenzó a hacérsele más difícil distinguirlos. Los gemelos eran cada vez más parecidos, una sombra el uno del otro. El capitán no podía estar más orgulloso de ellos. Eran chicos tranquilos, sencillos, divertidos, confiables. Tenían las mejores calificaciones de su grado y nunca había tenido una queja de ellos Ambos tenían un alto sentido del deber y los pies bien puestos en la tierra. Sabían que, pese a ser los hijos del mismísimo Capitán América, no tenían ninguna ventaja por sobre sus compañeros y se esforzaban el doble que los demás. Querían que Bucky estuviera orgulloso de ellos... su relación era muy buena, tranquila, fluida, de confianza. Los chicos lo adoraban y él les correspondía el sentimiento con una entrega total.
⸺Papá, ¿crees que pronto podamos aprender a usar armas? ⸺ preguntó Douglas un día, mientras cenaban y Bucky lo miró con una ceja alzada.
⸺ No creo que eso sea necesario, Doug. Entrenarlos en defensa personal y deportes es una cosa, pero, de ahí a que usen armas... es un asunto muy diferente, hijo⸺ el chico jugueteó con su cuchara en la sopa y pronto volvió a la carga.
⸺ Steve y yo queremos ingresar al ejército, papá. ¿No crees que sería bueno que tuviéramos un poco más de ventaja? ⸺ James dejó el cubierto a un lado y miró fijamente a sus hijos.
⸺ Steve, ¿eso es verdad? ¿Ambos quieren entrar a la milicia? ⸺ Steve asintió con entusiasmo y Bucky no tuvo más opción que suspirar.
⸺ Si les soy sincero, chicos, hubiera preferido que escogieran otra profesión. Algo menos peligroso... pero, supongo que no soy quién para interferir en sus decisiones⸺ los chicos se miraron entusiasmados, sonriéndose cómplices⸺ Aún así, son muy jóvenes para manejar armas. Seguiremos con el entrenamiento, pero, nada de armas por ahora. Seguiremos entrenando... puede que cuando crezcan un poco más, cambien de opinión⸺ los gemelos lo miraron muy serios.
