Secreto A Voces (Suga - BTS)

24

Llegué a un club bar en la ciudad, enseguida fui por un trago y luego me senté a ver a los chicos bailar entre si, era un poco extraño estar entre tanta gente, así que se me haría un poco difícil ajustarme e ir a bailar con alguien.
Unos minutos más tarde, pude ver a Suga entrar al club, enseguida baje hasta donde se encontraba y por la mano lo saqué de aquel lugar.
-Este lugar no es para ti. - lo solté ya afuera.
-Ni para ti tampoco. - me miró a los ojos - Vamos a otro lado.
-No, tú te vas a ir a otro lado, yo me quedo aquí. - intenté regresar adentro, pero fui detenida por Suga.
-Nos vamos juntos, así que muévete.
-Está bien, me voy a casa, ya no des tanta lata. - caminé hacia mi camioneta con Suga detrás, al subirme ya por fin en esta, Suga me indicó que me seguiría hasta la casa de J-hope para así poder estar seguro de que llegara bien a casa, molesta le dije que iría primero por cervezas a alguna tienda de conveniencia y luego entonces iría a casa.
-¿Estás feliz hoy? - asentí - Entonces vamos a mi casa y tomamos algo como jefe y empleada, pero no te quedes en un lugar como estos, te pueden hacer daño.
-Vamos, te seguiré hasta la casa.

Estando ya en la casa de Suga, fui a la cocina y me servi un poco de vino, luego me fui a la terraza trasera y allí me senté en una de las sillas.
-¿Qué haces aquí?
-La noche está fresca, así que quiero disfrutarla. - Suga se sentó a mi lado con una cerveza en la mano.
-Oye, ¿Quieres que te cuente algo? - asentí - Susy me pidió trabajo en la empresa.
-¿De verdad? - asintió - No pierde tiempo.
-Ella solo vive de sus perfumes, así que quieres probar suerte en mi empresa, según ella si le gusta se va a quedar aquí en Corea y olvidará completamente a Francia.
-Vaya, que genial. - sonreí - Creo que con esa chica llegó nuevamente el amor a tu vida.
-Claro que no, el amor de mi vida eres tú y nadie más. - me miró sonriente mientras tomaba mi mano.
-No mientas, sabes que alguien más te puede conquistar.
-No quiero volver a enamorarme, te quiero solo a ti y si no eres tú, nadie más volverá a ocupar mi corazón. - me puse seria.
-Si de verdad me amas, ¿Por qué no me escuchas?
-Soy una persona muy afectiva, eso lo sabes, me dejo llevar por los demás y quiero solucionarles todos sus problemas, y cuando me doy cuenta, me meto en problemas yo por ellos.
-Te entiendo. - tome de mi copa - Sea conmigo o con quien sea, creo que debes estar más atento a tus problemas y dejar a los demás con los suyos, hoy mismo tú y yo estamos separados y los demás están viviendo felices, desde tu mamá hasta Jimin.
-Tienes razón. - se levantó - Creo que tengo que hacer algo para dejar eso atrás, aunque me duela hacerlo.
-No te va a doler, verás que podrás dormir tranquilo y sin problemas.
-Lo voy a poner a prueba nuevamente. - sonrió - ¿Quieres comer algo?
-Si, pero solo si lo haces tú, nada de comida callejera esta noche.
-¿Quieres chuleta de cerdo y arroz? - dijo coqueto.
-También quiero fideos picantes y kimchi.
-Bien, vamos a la cocina.

Juntos nos fuimos a la cocina, mientras Suga preparaba la comida, yo le contaba algunas cosas que tenía en mente para las tiendas.
Realmente debíamos crecer a nivel profesional, teníamos que sacar nuevos estilos de ropa, mercancía desde la empresa y hasta cambiar el estilo de los pisos dentro de esta, para así animar a los empleados y hasta los clientes.
-Deberías comenzar a hacer nuevos diseños.
-Ya los tengo, los hice en este tiempo que estuvo afectada por todo lo que pasamos.
-Bien, ya tienes un paso dado.
-Así es. - dije esto y el timbre de la puerta comenzó a sonar, Suga dejo el sartén y fue a abrir la puerta, desde allá vino un ruido, algo así como gritos de sopresa o celebración.
-¿Qué hacen aquí? - pude escuchar a Suga hablar algo tenso, así que me levanté y fui hasta allá con él.
-¿Tenías visita? - pregunto Susy, con ella veían Jimin y Patricia muy sonrientes.
-No es visita, es mi esposa. - Suga me tomó de la cintura y me apegó a él.
-¿Qué haces aquí? - pregunte al sentir la mano de Suga apretar parte de mi cintura.
-Jimin me trajo para que habláramos más, pero creo que no fue buena idea. - Suga asintió.
-No sabía que habían regresado, pensé que solo trabajaban juntos. - dijo Jimin algo serio ahora.
-Bueno, ya sabes la verdad, así que vayan a descansar ahora. - Suga saco a Susy y luego cerró la puerta.
-¿Quieres que me vaya para recibirla?
-No, ella no me interesa para nada, así que ven conmigo y no pienses más en ellos.
-Creo que ellos quieren que salga con ella, ¿Por qué no aprovechas la oportunidad? - me detuve frente a él.
-¿Por qué me dices esto? No dudes de mí, cuando digo que aún te amo, es que realmente te amo y no me interesa nadie más. Mira, nunca me acosté con nadie por placer o gusto, fuera de lo que pasó con Aidara, nada más a sucedido, no conozco el cuerpo de otra mujer más que el tuyo. - me quedé viéndolo callada - No me vuelvas a mencionar segundas oportunidades con alguien más porque vamos a tener problemas.
-Está bien, no lo haré nunca más. - caminé hacia la mesa del comedor y allí me senté.
-Quiero que te cases conmigo en secreto. - lo mire tensa - Quiero hacer unas cosas y quiero dejarte a ti como encargada de estas, así Aidara no podrá pedir nada para el bebé fuera de lo que tú le quieras dar.
-Parece que fueras a morir y estás preparando el testamento.
-No sé cuando vaya a morir, pero si sé que estoy por ganar mucho dinero y quiero que seas la albacea de este.
-No hablemos de esto, deja las cosas a nombre de quien quieras, no tenemos que casarnos para eso.
-Bueno, yo quiero casarme contigo nuevamente, aunque sea solo entre los padrinos, tú y yo.
-A ti te tengo miedo, no quiero que me vuelvas a lastimar como lo hiciste hace más de una semana.
-No lo haré te lo prometo, he aprendido más de ti y pondré en marcha lo que me vayas diciendo, te lo prometo.
-No lo sé, lo tengo que pensar.
-No lo pienses, vamos a casarnos esta próxima semana, ¿Qué te parece?
-Tengo que pensarlo. Además, no quiero meter presión, pero la tal Susy esa no me agrada, ya ves que vino hasta aquí y eso no es buena señal ante mis ojos.
-A mí tampoco me agrado su visita. - Suga se puso serio.
-No le permitas acercarse demasiado, de lo contrario, yo no te voy a tomar en cuenta.
-Yo podré de mi parte, pero tú defienden lo que es tuyo.
-¿Estás seguro de lo que estás diciendo? Puedo ser muy peligrosa.
-Hazlo, aleja a esa mujer de mí.
-Bien, lo haré.

...