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Es fin de semana y me miro en el espejo mientras la suave melodía de la música que me gusta suena de fondo. Na-Ri entra en mi habitación comiendo una gran manzana que me abre el apetito y se sienta sobre mi cama a contemplar en silencio lo que hago, hasta que la miro, se que tiene algo para decir pero está esperando que le de algún tipo de aprobación para hacerlo, sabe que no me gustan las opiniones fuera de lugar y ella es una gran experta en opinar sin que los demás se lo pidan.
— ¿Que, Na-Ri?
— ¿A donde vas? — Pregunta interesada cuando elevó mis cejas ante ella. — Creí que irías con nosotros al cine y luego a comer algo, pero estás muy arreglada para una salida así y además aún es temprano.
— Saldré, hice planes de improvisto. — Le digo mirandome en el espejo, comprobando que mis jeans sean los suficientes ajustados para hacerme lucir bien pero cómoda. — ¿Que piensas sobre esta blusa, debería cambiarla? ¿Es demasiado?
En realidad no salió nada de improvisto ni tampoco hice planes, solo tengo ganas de pasar la noche con Jaehyun y es una necesidad que me están consumiendo con segundo desde hace días y aún que reprimí terminaron venciéndome, hacerme tomar una ducha y arreglarme. El último día que lo vi fue un día miércoles cuando Dong-Yul apareció y esa misma noche Jaehyun me trajo a salvo a mi casa cuando no accedí a quedarme con él, eso fue hace tres semanas atrás y no he recibido mensajes desde entonces, aún que yo tampoco lo e contactado, verme desesperada por el es lo que menos quiero y siendo que tampoco lo estoy, por qué no había pensando en él con tanta desesperación hasta hoy cuando desperté.
— Luces bien Min-Su, tus senos se acomodan a la perfección, ¿eso quieres confirmar? — Eleva su pulgar dando el visto bueno a la blusa Bustier y asiento. — ¿Qué pensaría tu madre si se entera de lo qué haces? ¿Ella estaría de acuerdo?
— ¿Y que se supone que es lo que hago Na-Ri?— No muy convencida de la blusa, sigo mirándome en el espejo, aún que siempre me ha gustado lucir atractiva sobre todo ante Jaehyun, la blusa no me hace sentir cómoda.
— Revolcarte con un chico que no conoces nada más que su nombre. — Dice y se pone de pie con las manos cruzadas. — Ustedes están teniendo sexo pero no quieren admitir que se gustan, llevan viéndose más de dos meses, claro qué hay sentimientos de por medio, es imposible que no los haya.
— Estás equivocada, no tengo sentimientos por él y él tampoco por mi, es un acuerdo mutuo. — La miro, pero sus ojos me juzgan— Es solo sexo Na-Ri, no todo se trata sobre amor y esas cosas absurdas, .
Aún que siendo sincera conmigo misma, lo extraño. Pero eso no es tener sentimientos por él, es extrañar sus caricias, sus maravillosas manos y sobre todo el sexo, su mirada en mi también.
— ¿Entonces si sigues viéndolo? – Ríe un poco. —¿Iras con él ahora?
— No voy a negarlo ahora Na-Ri. — Me quito la blusa y busco otra. — Ambos aceptamos este trato, solo es sexo sin sentimientos y estoy bien con ello así, me divierto, y él es bastante agradable conmigo, no necesito más, ¿de acuerdo?
